Hoy os traigo el desayuno.
Me encantan los plátanos. De cualquier forma. En macedonia, en bizcochos, con chocolate, en bocadillo, solos. Y de la forma que os enseño hoy, también. Pero empecemos por el principio.
Resulta que mi suegro se nos constipó, pero como tiene bronquitis crónica, necesita estar vigilado para que no se fatigue, me explico: vive sólo, y no para quieto un momento. Aquí es cuando entra en acción el Guardián de la Galaxia Mabel: encerradito a cal y canto hasta nueva orden.
Hete aquí que al cabo de diez días está como nuevo, y decidimos ir a su casa a hacer limpieza de cocina, que se quedó como se quedó cuando se vino a casa. Tras desechos varios, rescato unas acelgas, un paquete de anchoas en aceite de oliva y un par de plátanos demasiado maduros (que él insistía en tirar a la basura).
Pues no, las acelgas me las tomé yo anoche rehogadas, y los plátanos estaban en perfecto estado como podéis ver. Pero como no puedo preparar grandes dulces ya que nadie se los come, se me encendió la bombillita y encontré, tras no rebuscar demasiado, esta recetilla.
No lleva huevo, ni harina de trigo. La original es sin gluten, y utiliza harina de coco, que no es demasiado conocida por aquí y tiene un precio desorbitado. Sin embargo, lo de la mantequilla de nuez me recordó al aceite de coco y me vino genial porque tenía medio bote muerto de risa en la nevera, y de paso lo voy gastando. Además, he añadido un punto de canela, que no lleva la receta original. Y la harina que he usado ha sido la de avena, que me encanta y es súper digestiva.
Es preferible consumirlo bien frío, ya que su textura en tibio es muy blandita y mejora con el reposo. Por cierto, con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores.
¡Ah, y lo tienes listo en cinco minutos!
Ingredientes (para 1 taza):
-1/2 plátano bien maduro.
-70 ml (1/4 de taza) de leche de soja o de otra vegetal que te guste.
-2 cucharadas de postre de azúcar moreno.
-2 cucharadas soperas rasas de harina de avena.
-1 cucharada sopera rasa de aceite de coco (o de cualquier otro que sea vegetal).
-1/2 cucharadita de café de levadura química.
-canela al gusto.
-un puñadito de pasas.
En la propia taza, machacamos con la mano del mortero el plátano con el azúcar y la canela, hasta que se deshaga pero queden trocitos pequeños aún.
Añadimos el resto de ingredientes menos las pasas y removemos hasta que se integren bien todos los ingredientes.
Ponemos la mitad de las pasas por encima y llevamos al microondas, a temperatura máxima, 3 minutos. Cuando acabe, comprobamos si está cuajado pinchando en el centro, de no ser así dejamos 30 segundos más.
Repartimos el resto de las pasas encima y dejamos enfriar en el mismo microondas.
Truco: para que los mugcakes se hagan bien en el micro, no los pongas en el centro, sino en una orilla de la bandeja giratoria. Se cocerán de forma mucho más uniforme.
¡Espero que os haya gustado, a mi me me encanta!
Mabel.
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Eres una crack de las recetas veganas o casi. Ahora, también, de los mug-cakes.
ResponderEliminarJusto tengo en la nevera 4 plátanos pasados que mi hijo, que es el que come, ni mira.
He pasado toda la tarde mirando recetas en las que podía utilizarlos, pero no me atrevo porque el señorito no toma dulce alguno.
Tu receta es rápida y deliciosa. Tu suegro tiene una guardiana de lujo. Ya te puede querer y tu marido, lo mismo.
Besos querida Mabel.
Todos deberíamos comer al menos un plátano al día.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu reciclaje, rápido, sencillo y por la fotos se ve fantástico y jugoso. Me anoto la receta, los mug cake son una opción estupenda para reciclay fruta.
Gracias guapa como siempre una receta de 10.
Bss
¡que ricoooo! tomo nota
ResponderEliminarBuen reciclaje, debe estar delicioso BSS!
ResponderEliminarQue rico! Y como me he imaginado a tu suegro tirando del platano jajajajaja. Yo tambien los uso en todo! Me ha gustado mucho tu receta!
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