Platos fríos

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Helados y polos

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Bundt cakes

Bundt cakes
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Vinagreta de Naranja y Menta para el #Asaltablogs.

De nuevo nos encontramos, como cada último domingo de mes, en nuestra pequeña convención de ladronzuelos. Si no sabes de qué te hablo, aquí y aquí te enterarás de todo. En esta ocasión , el blog asaltado es el de Blanca, Las Recetas de Blinky.  Y ésta es la que yo le he mangado.



Es un aderezo aromático y potente de sabor. Ideal tanto para una ensalada templada como para aderezar un pescado blanco.



En la receta original, Blanca utiliza menta y cáscara de mandarina. Yo las he suplido por hierbabuena y naranja, respectivamente. Eso ya a gustos, era lo que tenía disponible.



Aguanta perfectamente unos días en el frigo. Recomendable servir a temperatura ambiente, para disfrutar de todos sus aromas. Yo la degusté en una ensalada con patata hervida, tomate y aguacate. Una delicia.


Ahora sí, vamos con la receta que más sencilla no puede ser.

Ingredientes:

-60 ml de aceite de oliva virgen extra.
-40 ml de vinagre de vino (si utilizáis de sidra, el sabor será más suave).
-la mitad de la cáscara de una naranja, bien desprovista de la parte blanca.
-unas hojas de hierbabuena fresca o de menta.
-sal y molinillo de pimientas, al gusto.

Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Trituramos a conciencia y servir.

Si la guardáis para más tarde, la salsa decantará y se separará el aceite del vinagre. Cerráis bien el envase y lo batís enérgicamente.

Espero que os haya gustado. Mil besos.

Mabel.
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Sailor Man Green Smoothie.

A estas alturas supongo que ya conoceréis los famosos batidos verdes, o green smoothies, que prometen alimentarnos y llenarnos de nutrientes y vitaminas en un formato take away, y así poder seguir con nuestra apretada agenda.



No es que sean ningún milagro ni la fuente de la eterna juventud, pero a mi me encantan. Aunque yo no los utilizo en formato para llevar (de ahí el take away), pero son una solución estupenda para tomar las cinco piezas de fruta que las autoridades médicas tantas veces nos recuerdan que debemos tomar diariamiente.

Este batido recibe su nombre sailor man (popeye) gracias a las espinacas. Está hecho en un plis plas en la batidora y está llenito de nutrientes y vitaminas. La receta original es de Vitamix, pero yo le he obviado el yogur y he sustituido la piña por una naranja entera (sin corteza, eh), ya que están en su momento y tengo un montón. ¿El resultado? un batido buenísimo y saciante.



De cara a la primavera soy muy fan de almorzar este tipo de mejunjes (cuando estoy en casa), así que iré enseñándoos mis recetas favoritas de green smoothies. Aviso: ¡son adictivos y querréis probarlos con todo tipo de combinaciones!

Tiempo: cinco minutos.


Ingredientes (1 ración):

-un puñado generoso de hojas de espinaca limpias y cortadas.
-1 manzana pequeña, pelada, descorazonada y cortada en trozos.
-1 puñado de uvas blancas, bien lavadas y desgranadas.
-1 naranja, pelada, eliminada la piel blanca y cortada en trozos.
-1/2 plátano pequeño, a trozos.

Llevamos todos los ingredientes a la batidora, trituramos muy bien y tomamos inmediatamente con una pajita.

¡Está buenísimo!

Ya me diréis si os ha gustado, y si os decidís a probarlo.

Mabel.


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Tarta Fría de Vainilla y Frutas del Bosque.

Hoy os traigo una tarta fácil, resultona y sin horno.




El domingo tenía comida familiar. A mi sobrina le han operado de anginas y me pidió que llevase algo fresquito y suave de tomar. Pensé que hacía tiempo que no preparaba una tarta tipo cheescake, y decidí hacerla. 



Le puse yogur porque mi costilla odia el queso. Yo sabía positivamente que aún así no la iba a probar (como él dice, por si acaso), pero yo tenía que poner de mi parte... Y la cobertura es de mermelada de frutas del bosque, que nos encanta a todos. Al relleno le he añadido vainilla, para darle un toque diferente. Sólo os diré que les encantó a todos (excepto a mi marido, claro está) y que la devoraron sin remordimientos.




Necesita su reposo. Lo mejor es prepararla de víspera. Y la mermelada, mi favorita es la de la Vieja Fábrica, ya que tiene unos trozos de fruta entera preciosos. Me gusta más así, queda más descuidada y encontrarse un trozo de fruta siempre es una delicia.

Tiempo: 30 min más los reposos.

Ingredientes:

-500 ml de yogur natural griego (sin azúcar).
-200 ml de nata para montar (35% mg).
-5 cucharadas soperas de azúcar.
-16 galletas, al gusto. Yo doradas para el desayuno.
-30 gr de margarina.
-1 bote de mermelada al gusto. Yo de frutas del bosque.
-1 cucharada sopera de aroma de vainilla Vahiné.
-1 envase de gelatina neutra Royal (2 sobres, para un litro de preparación).

Trituramos las galletas hasta reducirlas a polvo. En un bol grande, mezclamos la harina de galletas con la margarina. Vamos incorporando la una a la otra con cuidado hasta que se convierta en una masa moldeable. Cubrimos con este preparado la base de una tarta preferiblemente desmontable, apretando muy bien por todas partes hasta dejar una capa más o menos uniforme que cubra toda la base. Llevamos a la nevera al menos media hora para que asiente bien.

Del yogur, separamos un vasito y el resto lo ponemos junto a la nata en un cazo a ebullición. Mientras se calienta, a fuego no muy fuerte, añadimos un sobre y medio de gelatina al yogur reservado, batiendo muy bien hasta integrar.
En el cazo, sin parar de remover con un batidor de varillas, llevamos a ebullición la nata y el resto del yogur. Cuando empiece a borbotear, retiramos del fuego, añadimos el azúcar y la vainilla y unimos al yogur con la gelatina. Batimos muy bien hasta integrar todo. Dejamos templar un ratito y vertemos sobre la base de galletas. Dejamos reposar al menos una hora.

Vertemos la mermelada junto un poquito de agua en un cazo y calentamos al fuego. Aparte, disolvemos el resto de la gelatina en un poquito de agua y reservamos. La mermelada la llevamos a ebullición, y cuando esto ocurra la mezclamos, fuera del fuego, con la gelatina disuelta. Dejamos templar la mezcla y vertemos sobre la tarta.

Llevamos al frigorífico hasta el día siguiente.

Deliciosa y más ligera que si llevara queso. Bon profit.

Mabel.
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Crema de Guisantes con Hierbabuena al estilo de Jamie Olivier.

Hacía un montón de tiempo que no preparaba una crema de verduras. Además, he descubierto hace muy poco a Jamie Olivier. No, no es que no supiera quien es, pero vamos, que ni siquiera había leído una receta suya.



Lo que más me gusta de este cocinero es la importancia que le da al color; a que los platos sean apetecibles visualmente gracias a ésto. Cuando vi la propuesta de Pilar Monge para este mes en el reto color y sabor de temporada, tenía clarísima la receta que iba a preparar.



Mi versión de la crema es muy libre, ya que Jamie utiliza cebolla y ajo y yo los he sustituido por puerro. Pero, salvo por la técnica que cada cual tiene la suya, el plato es el que él prepara. Exquisito, bien calentito, aunque yo he prescindido de toda suerte de guarnición, que ni la sopa ni yo necesitamos.

Otra cosa a tener en cuenta es que si no os gustan los grumitos podéis pasar la crema por el chino, pero a mi sí me gustan, y la he triturado a conciencia, sin tamizarla después. Para mi está perfecta así.


Os recomiendo encarecidamente esta crema. Es sabrosa, ligera y muy adecuada para paliar este invierno incipiente que por fin parece que llega a nuestras latitudes. Además, es una forma creativa y distinta de tomar guisantes, que al menos a mí me encantan.

Y, como ya he dicho, con esta receta participo en el reto de Pilar Color y Sabor de Temporada.


Tiempo: 30 min.

Ingredientes (para 4 personas):

-600 gr de guisantes congelados.
-1 zanahoria mediana.
-1 trozo de puerro (de unos 6 cm), parte blanca.
-1 trocito de apio.
-un puñado de hierbabuena fresca.
-una cucharada de mantequilla.
-1 litro de caldo de pollo envasado de buena calidad (yo utilizo de Galllina Blanca).
-AOVE, sal.

Primero trocearemos, por separado, en brunoise (bien pequeñito) la zanahoria, el puerro y el apio.

En una cacerola ponemos un chorro de aove, la mantequilla, la zanahoria, el puerro y el apio. Dejamos estofar hasta que el puerro esté transparente, a fuego medio-bajo.

Añadimos el caldo y llevamos a ebullición. Cuando hierva, añadimos los guisantes y esperamos a que vuelva a recuperar el hervor. Bajamos el fuego y dejamos hacer unos 10 minutos.

Apartamos del fuego y añadimos el puñado de hierbabuena y trituramos a conciencia, hasta que esté bien fino. Rectificamos de sal. Volvemos a llevar al fuego y volvemos a llevar al punto de ebullición. Apagamos el fuego y listo.

Como os decía, podéis pasarla por el chino antes del segundo hervor. Pero así a mi me gusta mucho más.

Adornamos con una ramita de hierbabuena y servimos. Deliciosa.

Un beso y buen provecho.

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Porridge con Plátano y Bayas.

Después de las fiestas, y de tanto dulce, es hora de empezar a cuidarse un poquito.



Me encanta desayunar avena. Es uno de los cereales que más me gustan, además está lleno de nutrientes. Esta receta es una forma cremosa y deliciosa de tomar avena. El porridge, o gachas que es como se le conoce por nuestras latitudes, tiene su origen en el norte de Europa. Consiste básicamente en una papilla de leche con avena levemente cocida.



Voy a empezar con mis caminatas matutinas, y también con el Pilates. Este es un complemento perfecto para deportistas: la avena proporciona energía, el plátano la dosis necesaria de potasio y las bayas un aporte extra de vitaminas y antioxidantes.



Como curiosidad, en Escocia se toman saladas. Pero a nosotros nos gustan dulces. Además es una receta muy adaptable, ya que podemos sustituir la leche por leche vegetal y el azúcar por miel.

Con un bol de éstos tenemos asegurada la carga de batería antes de una dura jornada. Además, está buenísimo.



Empezamos en modo fit. 

Ingredientes (una ración):

-1 vaso de leche, yo uso semidesnatada.
-1 puñado generoso de avena, yo uso la Dicke's.
-1/2 plátano, o 1 si es pequeño.
-1 puñado de bayas, las que te gusten o encuentres.
-1 cucharada de azúcar.
-1/2 cucharada de canela molida.

Ponemos en un cazo la leche, la avena, el azúcar y la canela. Llevamos a ebullición, sin dejar de batir con un batidor de varillas. Apagamos el fuego en cuanto empiece a hervir.

Volcamos en un bol y servimos con las frutas cortadas. Listo.

¡Pronto más ideas saludables!
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Bundt Cake de Chocolate con Pasas al Coñac (Chocolate Bundt Cake with brandied raisins)

Hoy os invito a un trozo de esta delicia:



Todos los fines de semana se hornea algún tipo de dulce en casa. Me gusta tener tiempo y hacerlo con mimo, aunque os confieso que este bizcocho fue un pensat i fet. Buena culpa de ello la tiene el último libro que me he comprado, el de Linda Lomelino Reposteria, Estilismo y Fotografía.




El libro es delicioso. No conocía a esta chica, pero hace unas creaciones más que sugestivas. Me ha despertado a esa devoradora de bayas que hay en mí, y me ha motivado a probar cosas nuevas.

Lo cierto es que le tenia ganas a un pastel de chocolate. Lo de las moras ya sé que no era necesario, sobre todo yo que soy la primera defensora de los productos de proximidad (o kilómetro 0, como prefiráis), pero es que no pude resistirme. Fue verlas en el súper y echarlas al cesto. Y eso que han viajado desde México...



Pues bien, como tenía pasas en la despensa y no tenían un futuro definido, pensé que la combinación no podía estar mala. Es una delicia, y no lo digo yo, las fotos hablan por sí solas.

Y el coñac, no creo que haya nada más nuestro. Así que si os apetece, os dejo la receta para que lo probéis.



Ha sido un experimento, con final feliz. No quería usar mantequilla y creo que he conseguido un pastel muy digno y, sobre todo, sabroso. Juzgad vosotras mismas.

Como siempre, las medidas son en tarros de yogur, o media taza, 120 ml.

Tiempo: 15 min + 30/35 min de horneado.

Ingredientes (para 8/10 raciones):

-3 medidas de harina.
-1 y 1/2 medida de azúcar.
-1 medida de nata para cocinar.
-1 medida de cacao puro en polvo.
-1 medida de aceite de girasol.
-3 huevos L y una yema.
-1 puñado de pasas.
-1/2 medida de coñac.
-1 cucharadita (de las de café) de vinagre, para cortar la nata.
-1 cucharada (de las de postre) de levadura química.
-1/2 cucharada (de las de postre) de bicarbonato.
-1/2 cucharada (de las de postre) de sal.
-un chorrito de vainilla líquida, o de extracto si tenéis.
-1 cucharada de mantequilla, a temperatura ambiente, para engrasar el molde.

Para la cobertura:

-100 gr de chocolate de cobertura al 70%
-70 ml de nata para cocinar.
-1 cucharada (sopera) de aceite de girasol.
-2 cucharadas (soperas) de miel.

Primero, encendemos el horno a 180º .

Luego, enmantecamos el molde por todas sus aristas, asegurándonos de que está bien engrasado.

Ponemos la nata en un bol con el vinagre, dejamos reposar. También ponemos las pasas con el coñac en otro bol y reservamos.

Tamizamos juntos la harina, el cacao, la levadura, la sal y el bicarbonato. Reservamos.

Mezclamos en un bol el aceite y el azúcar y batimos hasta que quede bien integrado. Añadimos la nata y la vainilla y seguimos mezclando con el batidor de varillas. Añadimos los huevos, de uno en uno y no integrando el siguiente hasta que el anterior esté bien mezclado, acabamos con la yema.

Vertemos la harina tamizada en la mezcla y batimos bien hasta que quede bien mezclado todo.

Escurrimos las pasas y las pasamos ligeramente por harina, para evitar que se queden en el fondo del molde.

Añadimos el coñac residual en la masa y mezclamos. Añadimos las pasas y volvemos a mezclar.

Vertemos la masa en el molde. Damos unos golpecitos en la base para que se asiente la masa. Llevamos al horno por espacio de media hora. Comprobamos la cocción pinchando con una brocheta, que ha de salir limpia, si es necesario dejamos cinco minutos más.

Sacamos del horno. A los diez minutos justos, volcamos en una rejilla. Dejamos enfriar.

Para la cobertura, mezclamos el chocolate troceado con el resto de ingredientes en un bol. Llevamos al microondas a potencia máxima en intervalos de 30 segundos, batiendo la mezcla muy bien cada vez, hasta que esté a nuestro gusto. Yo la dejé con textura más bien gruesa.

Vertemos sobre el pastel. Yo lo decoré con hojitas de menta, piñones picados y moras.

Un consejo: al no llevar mantequilla, no es un bizcocho tan jugoso como otros que suelo hacer. Lo ideal es consumirlo en el día, pero si lo queréis hacer de víspera conservarlo bien cubierto en la nevera.

Bon profit.
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Brie Gratinado para el #DiadelQueso.

Que me gusta a mi una ración de queso bien calentito...



Me encanta el queso Brie. Su cremosidad y ese sabor que combina tan fantásticamente con todo tipo de mermeladas me tiene prendada. Claro que no para todos los días, pero para un picoteo goloso en una estupenda opción.

Mi gran problema es que a mi costilla le repugna el queso. Así, como suena. No puede ni verlo y olerlo ya para qué decir más. Así que mis escarceos quesiles siempre son en solitario, y así os lo muestro hoy.



Un pica pica perfecto. Una tapita o incluso un almuerzo improvisado. Sabroso, rápido y fácil, no se le puede pedir más... Eso sí, el pan que sea recién tostado, por favor.



Con este capricho participo en el #DiadelQueso, Por cierto, esta cazuelita tan ideal me la regaló mi AIG de este año, ¿a que es preciosa?

Tiempo: 15 min.

Ingredientes (para una ración):

-100 gr de queso Brie, desprovisto de la corteza y cortado en cubitos.
-1 puñadito de pan rallado.
-1 cucharadita de café de ajo en polvo.
-tomillo, orégano (al gusto)
-pan tostado a discreción.

Encendemos el gratinador del horno.

Mezclamos el pan, el ajo y las hierbas. Colocamos el queso cortadito en una cazuelita que pueda ir al horno y metemos 1 minuto en el microondas, para ablandar el queso. Lo colocamos bien en la cazuelita y repartimos el pan rallado aromatizado por encima.

Colocamos la cazuelita en el horno hasta que se dore. Yo aproveché y tosté el pan al mismo tiempo que se gratinaba el queso.

Bon profit.
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Como Hacer Mejillones en Escabeche Caseros.

Hoy os traigo un recetón. Y no porque sea difícil o laborioso, sino por lo fácil y resultón que es. Unos mejillones caseros que encontré, por pura casualidad, el otro día en Directo al Paladar.



Resulta que a mi costilla le encantan (nunca se harta de ellos) los mejillones en escabeche. Y lo cierto es, que me resultan mucho más económicos si los hago en casa. Y lo mejor, sabiendo la materia prima que llevarán.

Cierto que hay conservas de una buenísima calidad, pero el precio lo pagas. Haciéndolos en casa no sólo abarato costes, sino que me aseguro un producto sabroso, con aceite de oliva virgen, sencillo y sin apenas preparación.



Se pueden utilizar mejillones de esos que vienen congelados y sin sus conchas, la preparación resultará mucho más rápida. Pero yo prefiero los frescos, siempre que sea posible. Sólo tendremos que hacerlos al vapor con antelación y retirarles las conchas.



La cata ha sido favorable, lo único que quedan un poco más ácidos que los enlatados. Pero eso no es problema, no al menos en esta casa. La hora del vermut: unas patatas fritas, unas cervecitas o unos vinitos y un platito de mejillones con unas ricas aceitunas... ¿puede haber algo mejor?

Tiempo: 10 minutos, más un día de reposo.

Ingredientes (para unos 250 gr):

-1 kg de mejillones frescos, o una bolsa de 250 gr de mejillones congelados.
-100 cc de AOVE.
-100 cc de vinagre de vino blanco.
-3 dientes de ajo grandes.
-2 cucharaditas de café de pimentón de la Vera.
-2 hojas de laurel.
-una pizca de sal.

Si los mejillones son frescos, los haremos al vapor y les retiraremos las conchas. Reservamos.

En una olla de fondo grueso, ponemos el aceite y los dientes de ajo finamente picados. Ponemos a fuego bajo hasta que los ajos hayan tomado color. Añadimos el pimentón y removemos rápidamente, para evitar que se queme. En seguida añadimos el laurel y el vinagre y dejamos que recupere el hervor.

Añadimos los mejillones y dejamos unos dos minutos. Apagamos el fuego y dejamos enfriar en la misma olla,

Llevamos, una vez fríos, a la nevera y dejamos reposar hasta el día siguiente.

Aguantarán varias semanas en la nevera. El sabor ganará con el reposo.

A ver quien se resiste...
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Magdalenas de Nata.

Hoy os traigo la merienda. Unas jugosísimas y aromáticas magdalenas recién horneadas.


Ya les tenía ganas a las magdalenas de nata. La receta es de María Lunarillos, y tengo que decir que están buenísimas y son muy fáciles de hacer. Resulta que me había sobrado medio brick de nata del bundt que preparé el domingo, más una buena cantidad de claras. Las claras las he ido utilizando en tortillas (redordad que habían 10), pero aún así me habían quedado algunas. Y la nata, había que gastarla sí o sí.


He sustituido los tres huevos por un huevo y tres claras, más o menos ya que estaban ya mezcladas. Y el copete, el truco del copete que no es otro que dejar la masa ya repartida en los moldes reposar unos veinte minutos. Si yo he conseguido que me queden altas vosotras también ¡prometido! Y el anís es optativo. Yo le he puesto un poco y no veas que buenas... aunque sin él también. Sólo tendréis que poner ralladura de limón. ¡Ah! y para facilitaros la labor, las medidas las pongo en tarritos de yogur vacíos, ¡como siempre vaya!


Ya que he aprovechado dos ingredientes que me rondaban por el frigo, participo con esta estupenda receta en el reto de mi amiga Marisa, Reciclando Sabores.



La medida es 125 ml (el vasito de yogur).


Tiempo: 45 min.

Ingredientes (para 14 magdalenas):



  • 1 huevo y tres claras, o tres huevos M.
  • 3/4 (algo más de medio vasito) medida de AOVE.
  • 1 medida de nata para cocinar.
  • 2 medidas de azúcar, mas un puñado para encima de la masa.
  • 3 medidas de harina.
  • 1/2 medida de anís, o ralladura de limón al gusto.
  • 1 cucharada de postre de levadura química.


Preparación:


Batimos los huevos con el azúcar hasta que estén cremosos. Yo lo hice a mano con las varillas. Añadimos el aceite y la nata y batimos bien hasta integrar.

En otro bol, cernimos la harina junto a la levadura. Añadimos a la mezcla anterior en tres tandas, integrando bien cada vez.

Añadimos el anís o la ralladura y volvemos a batir un poco.

Vertemos la mezcla en los moldes de magdalena, llenando hasta casi el borde.

Encendemos el horno a 180º y dejamos reposar las magdalenas 20 minutos mientras se calienta.

Espolvoreamos generosamente azúcar por encima de cada magdalena y horneamos 25 minutos,o hasta que se doren.

Al día siguiente están aún más ricas.
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Bundt Cake de Limón con Glaseado de Limón y Arándanos (Lady Bird Johnson's Lemon Bundt Cake).

Feliz año nuevo, amores.

Este fantástico bundt cake de limón lo preparé el pasado domingo que vinieron los míos a comer a casa. Y sí, necesita de un buen número de comensales ya que es un dulce realmente consistente.



La receta la encontré en el propio embalaje de mi molde de Nordic Ware (concretamente es el Anniversary). Como me resultó llamativo el nombre del pastel en cuestión decidí investigar un poco.

Resulta que Lady Bird es el seudónimo de Claudia Taylor Johnson, la 38º primera dama de EEUU, quien fue una gran aficionada a la cocina. Al parecer, ella se inventó esta receta y pasó a los anales de la historia, o al menos figura en el extenso recetario de la propia marca Nordic Ware.





Me llamó poderosamente la atención la cantidad de yemas de huevo presentes en la masa. Y me dije que aquello no podía estar malo. Añadí un glaseado de limón que encontré a su vez en otra versión de este mismo pastel y decidí copiarla. El resultado salta a la vista.




A los míos les encantó. Me reitero cuando os digo que si os animáis a prepararlo, necesitaréis mucha, pero que mucha ayuda. Es tan rico como consistente, avisados estáis.



Como casi siempre, es recomendable prepararlo el día anterior. Además, la receta os la pongo para un molde de rosca, preferentemente uno de bundt. No sabría decir los tiempos si utilizamos otro tipo de molde, aunque todo es cuestión de probar...

Os recuerdo de una taza equivale a dos envases de yogur (unos 240 ml).

Tiempo: 15 min + 50-60 min de horneado. Preparar de víspera.

Ingredientes (para unas 12 raciones):

-1 taza de mantequilla, a temperatura ambiente.
-1 taza y media de azúcar.
-10 yemas de huevo, ligeramente batidas.
-3 tazas y media de harina.
-4 cucharaditas de café de levadura.
-1/2 cucharadita de café de sal.
-1 taza de leche (entera o semi).
-1 cucharadita de café de vainilla.
- la ralladura de un limón bien grande.
-el zumo de medio limón.

Encendemos el horno a 180ºC. Engrasamos el molde que vayamos a utilizar muy bien, sin dejar recovecos, con mantequilla o aceite en spray.

En un bol grande batimos la mantequilla con el azúcar hasta que se haga una mezcla blanquecina y cremosa. Añadimos las yemas, y batimos hasta integrarlas por completo (yo usé la batidora eléctrica de varillas).

Cernimos en otro bol la harina junto a la sal y la levadura, reservamos.

Incorporamos a la mezcla de mantequilla, la leche y la harina, una después de la otra, y en tres veces, batiendo con las varillas entre añadido y añadido hasta integrar. Añadimos la vainilla, el zumo y la ralladura, y batimos con las varillas eléctricas unos dos minutos.

Vertemos la mezcla en el molde. Alisamos la superficie y damos unos golpecitos en la base para que se asiente bien la masa. Horneamos unos 50-60 minutos, o hasta que al pinchar la masa con una brocheta, ésta salga limpia.

Si utilizamos un molde de Nordic Ware, dejamos reposar 10 minutos sobre una rejilla de enfriado. Pasados exactamente 10 minutos, volcamos y desmoldamos. En caso que hayamos usado cualquier otro molde, esperaremos a que se haya enfriado por completo antes de desmoldar.

Para el glaseado:

-50 gr de mantequilla blanda.
-150 gr de azúcar glas.
-1 cucharada de ralladura de limón.
-el zumo de medio limón.
-nata para montar, la necesaria.

Batimos la mantequilla con el azúcar, la ralladura y el zumo hasta que estén bien integrados. Nota: como ahora hace frío y la mantequilla tiende a endurecer con rapidez, vamos metiendo la mezcla en el micro en intervalos de 20 segundos a potencia mínima, hasta que la textura nos convenga.

Una vez bien mezclado, añadimos la nata a chorritos hasta que la cobertura alcance una textura que nos agrade, ni demasiado densa ni tampoco blanda, o no nos cubrirá el pastel como debiera. Es mejor hacerlo poco a poco hasta encontrar la textura de gel que buscamos.

Vertemos sobre el dulce (tiene que estar completamente frío) y dejamos reposar hasta el día siguiente.

Para servir, decoramos con frutas: unas grosellas, moras, frambuesas o arándanos, que es lo que yo pude encontrar.

Espero que lo disfrutéis, mil besos.

Mabel.



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