El otro día me sorprendieron regalándome hortalizas varias. ¿Te imaginas? me aparecieron en casa con varios calabacines, pepinos, una bolsita de cherries y un hermoso puñado de puerros.
Este año estoy algo desganada, mira que me apetecía probar recetas nuevas, pero la verdad es que, aunque aún así hice cosas ricas y dignas de repetir, la inspiración no terminaba de llegar.
Este calor infernal no ayudaba en absoluto, de hecho empecé a hacer salmorejo porque no quería complicarme la vida. Y ensaladillas, de todos los colores y formas. Pero al final, este despliegue de buena materia prima me animó a cocinar: los pepinos fueron cayendo en ensaladas, los cherries los utilicé en una preciosa y deliciosa tatín y los calabacines los voy gastando poco a poco. Pero los puerros... además de formar parte en el relleno de la tatín, tenían un destino fijado: una deliciosa y fresquita vichyssoise. Ya hice hace mil
la receta tradicional de vichyssoise, pero esta vez quería aligerarla, además no tenía caldo ni tampoco ganas de hacerlo. Y como últimamente veganizo casi todo lo que puedo, pues decidí reinventar la receta. Sólo me faltaba un detalle: necesitaba color.
En estas que un par de boniatos me miraban con languidez desde el verdulero... y la receta se cocinó solita. Bien sabéis que me encantan los boniatos y que no los preparo tanto como me gustaría, ya que mi costilla no es tan entusiasta como yo. Así que esta receta es perfecta, porque no sabes que lleva boniatos si no te lo dicen... sabe a puerro básicamente así que si os gusta este último tenéis que probarla.
Estos platos fríos mejoran con un reposo en la nevera, así que me gusta prepararlos de víspera. Por supuesto podéis usar mantequilla y nata láctea si lo preferís. Lo que sí es seguro es que es un plato sin gluten, facilísimo y adecuado para toda la familia. Eso sí, ligero ligero no es mucho... pero está taaaa rico...
Tiempo: 1 hora + al menos 5 horas de reposo en la nevera.
Ingredientes (para 4 raciones):
- 3 puerros hermosos, sólo la parte blanca.
- 1 patata grande.
- 1 boniato mediano.
- 750 ml de agua.
- 50 gr de margarina con aove.
- 125 ml de nata de soja, más un chorrito para servir.
- sal al gusto y un pellizco de orégano.
Para los chips de boniato:
- unas cortadas muy finas de boniato.
- aove y sal.
Preparación:
En una cacerola de fondo grueso, (yo la cociné en mi nueva cocotte), ponemos la mantequilla y los puerros limpios y cortados en rodajas finas. Dejamos pochar despacito hasta que estén bien blanditos. Incorporamos la patata y el boniato pelados y cortados en trocitos, rompiendo los trozos con el cuchillo para ayudar a espesar la crema. Dejamos un par de minutos sin dejar de remover.
Incorporamos la nata, el agua, un pellizco generoso de sal y otro de orégano. Tapamos bien y dejamos cocer 20 min.
Pasado este tiempo, trituramos muy bien con la turmix y volvemos a llevar a ebullición. Apagamos el fuego y dejamos enfriar por completo. En este punto rectificamos la crema de sal.
Llevamos a la nevera el tiempo indicado.
Para los chips de boniato, encendemos la plancha y untamos de aove. Hacemos las rodajitas lentamente, un par de minutos por cada lado y vuelta, hasta que se doren. Dejamos enfriar y utilizamos para decorar la crema.
Listo. Decoramos cada ración con un chorrito de nata extra y un puñadito de semillas. A disfrutar.