Platos fríos

Platos fríos
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Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Empingao o Sandwich Cubano.

Mentiría si os dijera que no había soñado antes con este sandwich.



Porque, desde que vi la peli El Chef era una receta pendiente. Una vez más, tengo que agradecer a ese reto fantástico que nos permite robar ideas a otros blogs. y resulta que este mes he cantado bingo, ya que nuestra asaltada tenía esta delicia en su recetario. Sí, habéis adivinado, hoy toca Asaltablogs.

Como a mi, a Pilar de Per sucar-hi Pa, la peli le despertó el ansia viva de probar este bocadillo. El protagonista prepara este manjar de una manera que traspasa la pantalla. Vamos, que te apetece sí o sí probarlo. Yo casi podía saborear la salsa del lomo asado que es el protagonista del relleno, mientras el prota nos preparaba, junto a su hijo, desde aquel foodtruck el maravilloso bocadillo.. Y creo que hace más de un año que vi la película, y aún tenía ese recuerdo.



El hecho de que tuviese previsto visitar tierras caribeñas creo que fue lo que me acabó de decidir por esta receta y no otra. Y si sumamos que no tengo demasiadas ideas para bocadillos, no tuve que buscar más (aunque confieso que preparé el arroz montañés, aunque yo lo hice seco y en paella).

Pilar, me ha encantado asaltarte. Tus indicaciones para preparar el lomo las he seguido al dedillo, excepto asarlo en el horno, ya que el mío decidió acabar su vida útil hace tres semanas. Lo he preparado en la olla rápida, y aunque mi miedo era que quedase seco, no fue así. Yo no me tomaría el lomo como plato en sí mismo, ya que no hace mucha gracia en casa si no está rebozado. En cambio, en bocadillo sí nos gusta y mucho. He congelado el lomo cocinado (con parte de la salsa) en lonchas de 1 cm de grosor por separado, y así me aseguro futuros empingaos, que se han ganado un puesto de honor en casa.



Y una última cosita: la salsa de miel y mostaza (aunque Pilar sólo usa mostaza, yo he visto esta versión y me convenció) es ineludible. No hay excusa, ya que es lo más sencillo del mundo, y el bocata queda.. ¡para chuparse los dedos!

Para preparar el lomo, os recomiendo ir a la entrada original de Pilar aquí, ya que ella lo explica divinamente; yo compré un trozo de 1 kg y salen muchos empingaos de ahí.. Recomiendo utilizar el lomo ya frío, lo ideal es macerarlo por la noche, cocinar de mañana y preparar este fabuloso sandwich para cenar.

Tiempo: 10 minutos (con el lomo ya preparado y frío).

Ingredientes:

De cada sandwich:

-2 rodajas de un buen pan de molde (el mío de de espelta), o pan normal.
-2 lonchas de lomo frío, no muy gruesas.
-una loncha o dos de queso Emmental, que cubra toda la rebanada.
-una loncha de jamón york.
-mantequilla.
-1 pepinillo por bocata, cortado en rodajitas.

De la salsa:

-mostaza de Dijón.
-miel.

A partes iguales, la cantidad dependerá de los bocadillos que tengamos que preparar. Mezclamos muy bien y listo

Untamos las rebanadas de pan con la salsa de mostaza y miel, por la parte que va a ir rellena.Empezamos a rellenar por este orden; media loncha de jamón york,  dos lonchas de lomo con algo de su salsa, el pepinillo a rodajitas, el queso y por último, la media loncha restante de jamón york, y cerramos el sandwich.

En la sandwichera, ponemos el bocadillo untado por fuera de mantequilla, y la cerramos, dejando unos minutos hasta que se dore. Si no tenemos, lo hacemos en la plancha o sartén de fondo grueso, apretando bien con una espátula.

Listo. Para soltar lágrimas de felicidad... os lo aseguro.

Gracias, Pilar, por tener esta delicia en tu despensa.

Mabel.
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Chocolate Caliente Dominicano.

Qué dura es la rentrée.



Por suerte, en mi maleta viajaba junto a mi el remedio para todos mis males. Cuando llegamos a Punta Cana, el guía nos ilustró acerca de las costumbres del país, así como de las bondades que se nos ofrecían, y entre ellas estaba el cacao.

En una de las excursiones nos dieron a probar el café y el cacao caliente. El primero, no me produjo especial emoción. En cambio, el cacao me hizo casi saltar las lágrimas. Los amantes del chocolate, me comprenderán sin duda... y aquí empezó mi búsqueda del cacao, ya que ese día no llevaba dinero encima. Al final, conseguí hacerme con uno en el duty-free del aeropuerto, al mismo precio que en los comercios, o lo que es lo mismo, a 9 $ la 1/2 libra (lo que viene siendo unos 8,22 € los 225 gr aprox), pero es que está buenísimo.



Me siento un poco Gollum con mi paquete de cacao, de hecho sólo lo comparto con mi costilla. Y ahora estoy preocupada por ver de dónde podré reponerlo cuando se me acabe... cualquier información será bienvenida, ;).

Bien, pues he de deciros que por mucho que busqué una receta para preparar cacao caliente a la taza no encontré alguna. Por suerte, en el mismo envase venía cómo disfrutar de una buena taza del mismo; y oye, esto levanta la moral más caída, y como siempre digo: resucita un muerto. Así que, aunque no tengáis a mano cacao dominicano, podéis disfrutar de un vaso de chocolate caliente al estilo antillano, utilizando cualquier cacao que sea 100% sin aditivos. No será lo mismo, pero el efecto dará el pego, ya que son las especias las que se encargan de proporcionar ese toque exótico.



Una bebida que levanta los ánimos y alegra los corazones. Si lo que buscas es recuperarte de un resfriado, te recomiendo mi chocolate mexicano, que es capaz de hacer entrar en calor a un yeti.

Tiempo: 10 min.

Ingredientes (por persona):

-200 cc de leche semi, o vegetal (al gusto).
-1 cucharada sopera de cacao en polvo 100% natural, preferiblemente dominicano.
-1 cucharada sopera de azúcar moreno.
-1 cucharadita de café de canela en polvo.
-1/2 cucharadita de café de nuez moscada en polvo.

Ponemos todos los ingredientes en un cazo de fondo grueso, y llevamos a ebullición, sin parar de remover con unas varillas para evitar que se nos pegue. Una vez empiece a borbotear, bajamos el fuego al mínimo y dejamos cocer cinco minutos. Servimos y a disfrutar.

Está igual de rico frío como caliente.

¡Sólo para chocolatelovers!

Mabel.


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Mis 12 Consejos para viajar a Punta Cana.

Tienes pensado un gran viaje. Es más, tienes pensado visitar Punta Cana. Todo el mundo te ha hablado de sus playas maravillosas, de sus cocoteros a la orilla del mar, de su gente amable y de su música envolvente. Lo tienes claro: vas a ir. Pero, para evitarte sorpresas y molestias que pudieran arruinarte el viaje, te voy a dar unos consejos que a mi me han funcionado genial.



Partimos de la base de que ya te has buscado una agencia, has contratado tu paquete vacacional (que a buen seguro será en régimen de Todo Incluido), y sólo te falta preparar la maleta.

Tienes que saber que, al menos por mi experiencia, cuidan mucho al turista, y yo me sentí muy segura las veces que salí del hotel. Claro que siempre fue de día, y lo único molesto son los pequeños vendedores que te taladran para que compres cualquier cosa. La noche es otro cantar, y como yo no salí del hotel en horario nocturno no puedo ayudaros. Pero casi todos los complejos tienen un servicio de bus que te lleva a las zonas de ocio más populares. Yo no me aventuraría a coger un taxi, no nos lo recomendaron al llegar al país.

Ahora estás con la maleta en marcha, y no sabes muy bien qué meter. Bien, pues no debes olvidar que:

-Necesitas protección solar alta. Y no es un tópico: aquí el sol te "plancha" literalmente. Asegúrate de que sea waterresistant, ya que estarás la mayor parte del tiempo en remojo. Y no olvides renovar la aplicación cada ciertas horas, dependiendo del tiempo que estés de exposición a pleno sol. Y no sólo corporal, también facial: yo uso uno de protección 50 en la cara ya que me salen manchas por el sol. Los míos son de La Roche-Posay.






-Aftersun. Aunque no te quemes, te aliviará la sensación de calor y te protegerá. Yo no me llevé, y algunos días lo eché de menos.

-Gafas de sol polarizadas. Allí el sol es inmisericorde y toda pantalla es poca. Te recomiendo no llevar tus mejores gafas de sol, ya que estarás en la playa y a remojo y no querrás estropear tus preciosas lentes de marca. Opta por unas sencillas, prestando más atención a la lente que a la montura. Ahora hay muchas opciones en el mercado. Las mías son unas Miss Hamptons.

-Relec y tratamiento para las picaduras. Aunque yo no lo he llegado a estrenar, ya que no fui en época de lluvias, los mosquitos allí son dinosaurios. Me picó uno dentro de un taxi y la picadura me duró más de una semana. Más vale prevenir.

-Analgésicos y Fortasec. El cambio de clima puede dejarnos K.O. y con un importante dolor de cabeza: al llegar la humedad del ambiente puede resultar muy cargante. No está de más echar unas tabletas en el bolso. En cuanto al Fortasec, te lo recomiendan en todas partes, pero a mi me pasó justo al contrario: en lugar de aflojarme me sentí más bien estreñida. Yo no lo usé pero no está de más tampoco, una diarrea puede arruinarnos el viaje.

-Valeriana para soportar las largas horas de vuelo. A mi me vino muy bien, incluso logré echar una cabezadita ligera. Te relaja y te ayuda a no agobiarte (os lo dice un auténtico terremoto).



-Ropa muy ligera y varios bañadores. El calor puede ser asfixiante, no por la temperatura pero sí por la humedad. Olvídate de los vaqueros y el punto de algodón grueso: cuanto menos ropa y más ligera mejor. ¡Ojo! que no estoy diciendo que vayamos en cueros: el topless está muy mal visto. Esto funciona así: puedes llevar un bikini de tanga pero no enseñar los pechos. En fin...

-Chanclas y tenis. Vas a ir en chanclas el 80 % del tiempo, así que procúrate unas bien cómodas. Los tenis, si sales de excursión necesitarás llevar el pie bien sujeto. Y no olvides un par de sandalias arregladas para salir a cenar o a bailar, pero no hagas como yo que me llevé dos y unas sólo me las puse un rato.

-Set de maquillaje: el minimo. A menos que te guste ir pintada likeapuerta, con los polvos bronceadores, un mínimo de sombras, delineador y máscara, algo de colorete y barras de labios vas más que servida. El bronceado te pone guapa sin más artificios.

-Agua termal en spray y abanico. El abanico es necesario, en algún momento te sentirás tan agobiada por la humedad que agradecerás tenerlo a mano. Y el agua termal, lo mismo. Se reían de mi cuando la sacaba del bolso pero me refrescaba una barbaridad. La mía es de Avéne, tamaño viaje. La encuentras en Primor.

-Cierra el receptor de datos del móvil. El internet de la República Dominicana es de pago: mi compañía me aconsejó esto mismo y que me conectase en cuanto localizara una wifi. Por suerte hay varios sitios donde hacerlo: centros comerciales, hoteles e incluso en el aeropuerto. Mi hotel tenía 15 minutos diarios de wifi gratis y los utilicé para actualizar Instagram y mandar mensajitos a casa. Ojo que si te descuidas la broma te puede salir por una pequeña fortuna.

-Pasaporte en vigor y 30 dólares por persona si viajas desde España. Hay que abonar 10 dólares al entrar en el país y 20 dólares al salir de él en concepto de tasas. No te olvides de reservar esta cantidad para ello. Si pierdes el pasaporte o te lo roban no pasa nada, puedes salir del país. Pero si no pagas las tasas, no te mueves del aeropuerto. Tal cual.

Estas son mis recomendaciones. Seguro que algo se me ha pasado contaros, así que si tenéis alguna duda que no haya resuelto aquí, no dudéis en preguntarme, tanto publicando en comentarios como por mail, y os contestaré con mucho gusto.

¡Espero que os haya gustado y os sirva de ayuda!

Mabel.
5

¿Tienes libre una semana? Ven a Punta Cana.

¡Hola guapuras!

Síii, por fin estoy de vuelta. ¡Y ha llegado el momento de contároslo todo todito! Este año, por fin, he podido conocer un destino caribeño, y el elegido ha sido Punta Cana.



Este año era especial porque nos pillaba el cumple de mi costilla en pleno viaje, y quería que fuese inolvidable. Así que, cuando nos pusimos a decidir a dónde íbamos este año, yo ya lo tenía todo calculado. No le di opción.

Vuelvo a confiar en Nautalia. Ya, el ir a visitar a mi agente, Rebeca, es casi como ir a casa de un familiar.

El trayecto lo realizamos con la aérea Evelop, que pertenece al grupo Barceló. Quizás lo único reseñable sería el escaso espacio entre asientos, lo que hace que un vuelo de ocho horas sea algo pesado. La mayoría dábamos paseos de cuando en cuando, con el consiguiente atasco en los pasillos del avión (incluso un grupo de chavales en viaje de fin de carrera organizó una partida de cartas en la parte central de la aeronave). La atención del personal a bordo impecable, y los menús muy correctos.

El hotel en destino era el Blau Natura Park Resort & Spa. uno de los hoteles con solera de la zona y que ha conocido tiempos mejores, ya que las habitaciones necesitan una puesta a punto. Pero esto, en lugar de ser un inconveniente, forma parte de su encanto: el jardín posee ejemplares de palmeras, mangos y otros árboles, realmente vetustos, y un grupo de aves de lo más vistosa, que hacen las delicias de los huéspedes.



Y en lo que no tiene rival es en la playa: no sólo la disfrutamos exclusivamente los clientes del hotel, sino que caminando hacia la izquierda, hay una zona sin construcciones, salvaje, con unos rincones que te hacen creer que la playa es sólo tuya.

Playa del hotel.





No tuvimos tiempo de aburrirnos: ya al bajar del avión conocimos a dos chicas de Valencia que iban de viaje de fin de carrera, y no nos separamos en toda la semana:


Pero vayamos por partes: los dos primeros días los dedicamos a disfrutar del hotel y sus instalaciones (incluidos cócteles varios, que eran muchos y todos deliciosos):


Y, por supuesto, de los fantásticos amaneceres que allí se disfrutaban.




El tercer día teníamos programada una excursión a isla Saona, que fue cancelada por mal tiempo y se pospuso para el día siguiente. Así que aprovechamos para irnos de compras con nuestras nuevas amigas y otra pareja, de Barcelona, que a su vez nos presentaron ellas.

Ya al cuarto día llegó la recompensa: Saona. Cualquier comentario se queda corto. Puedo deciros que quería ir a la República Dominicana sólo por ver este paraíso:


Aquí tengo que contaros una anécdota: a algunos sus dentistas les recomiendan usar Oral-B, a mi la mía me recomendó contratar las excursiones con Pedrito Punta Cana. Geniales es poco, nos hicieron pasar un día inolvidable.



El quinto día, fuimos de aventura en boogie.


Es sùper divertido: te pones hasta las cejas de tierra, pero disfruté como una niña. También visitamos, yendo en los boogies, un cenote que está en una hacienda privada. Yo no me tiré al agua porque había que volver a subirse al boogie, y nos hubiéramos llenado de barro seguro.



Ya los dos últimos días los dedicamos a disfrutar de la playa y de las instalaciones del hotel, pero sobre todo a estrechar lazos con nuestros nuevos amigos, que además se agregó al grupo una pareja de Pamplona. La despedida todo fue abrazos y tráfico de datos personales para seguir en contacto.


De izquierda a derecha: Vanessa, David, Pepa, Yo, Montse, July, Itziar e Iván. ¡Que no sea ésta la última foto juntos, chicos!

Una semana intensa, divertida, amena. Llena de descubrimientos, de buen rollo y de paisajes absolutamente increíbles. El Caribe engancha. Mucho.

Próximamente otro post con información más práctica, hoy sólo quería contaros mi experiencia y sobre todo, dedicar este post a esta gente tan grande.

Mabel.
5

Sorteo 6º Aniversario (y cerrado por vacaciones).

Cómo pasa el tiempo... Hace nada me metía en este berenjenal, y van seis años ya.



Seis años cocinando, probando cosas nuevas, descubriendo otras cocinas y otros ingredientes, y también cambiando algunos hábitos. Ahora engullo emplastos que antes ni siquiera los hubiera mirado, y me parecen tan ricos. Me he hecho una auténtica bundtadicta (no hago más bundts por pura subsistencia, me los como normalmente yo solita), y los bizcochos ya no tienen secretos para mi. Engullo cereales inusuales en nuestras latitudes, amo los aguacates, adoro las fresas y, sobre todo, me encanta compartir todo esto con vosotros.

Me alegra el corazón una barbaridad leer vuestros comentarios. No siempre puedo visitaros a los demás, por falta de tiempo. Pero os leo igualmente siempre que puedo, a los que conozco y a los que compartimos retos. Gracias precisamente a esos retos os he conocido a la mayoría de vosotros.


El año pasado no pude celebrarlo como tocaba, por falta de previsión ya que en cuanto empiece mayo no tendré tiempo ni de bostezar. Por ello, en esta ocasión he adelantado un par de semanas el evento. Quiero que uno de vosotros se lleve este librito a casa.

No es gran cosa, pero me enamoró en cuanto lo vi. Aunque lo parezca, no es un libro de cocina vegetariana. Lo que me gustó es que la autora aporta ideas geniales para incorporar ingredientes nuevos a nuestros platos. Hay recetas con diversas legumbres, con quinoa (esa vecina difícil de combinar), con semillas diversas. Vamos, que me encanta. Y creo que a vosotros también os puede gustar.


Y como no quiero que nadie se quede fuera, voy a dejar un plazo amplio: desde hoy hasta el 14 de mayo (domingo) a las 20'00 horas, momento en que haré el sorteo, podréis participar. No tengo tiempo de hacer listas de participantes, así que todos los que dejéis un comentario en esta entrada tendréis oportunidad de llevaros este librito.

Sólo pongo unas poquitas reglas, para teneros un poco enredados, jejeje:

-Tenéis que ser seguidores del blog, Creo que es lo justo, si me leéis es porque os gusta lo que hago.
-Me gustaría que dierais "me gusta" a mi página de Facebook, que es donde primero comparto todo.
-Tenéis que dejar un comentario abajo en esta entrada, diciendo que queréis participar y dejando      vuestro email,  para poder contactar con vosotros en caso de resultar premiados.
-Si tenéis Instagram, también podéis seguirme, eso sólo si os apetece.
-Me encantaría que compartieseis esta entrada sin miramientos, en vuestras redes sociales.
-Sintiéndolo en el alma, sólo podrán participar residentes en la península y Baleares, mi presupuesto no me da para más.

Comunicaros que me voy una semanita de vacaciones, y  voy a estar missing. Contestaré vuestros comentarios o preguntas a la vuelta, el lunes 24. ¡Me pongo en modo off desde mañana mismo! Prometo volver cargada de ideas y de aventuras. A la vuelta os cuento todo todito.



Como veis, participar es fácil. Os animo a que dejéis vuestro comentario, y a que difundáis el sorteo. Mil gracias a todos por estar aquí y por leerme.

Mabel.
20

Helado de Frambuesa (vegano).


Sí, ya sé que es pronto para estas cositas, pero hay que empezar algún día, ¿no?

helado-frambuesa-vegano


Tenía unas ganas enormes de publicar esta receta. El helado hecho simplemente con plátano congelado es simplemente genial. Y lo mejor es que puedes variar el sabor a tu gusto. Además, no sólo está delicioso sino que es sencillísimo de preparar y es difícil que contenga alérgenos, ya que no lleva ni lácteos, ni huevo, ni tampoco gluten.

Cuando hice la tarta anterior, me sobraron algunas frambuesas ya que no puse demasiadas en la cobertura. Abrí la nevera y me encontré con dos plátanos muy, muy maduros. La pulpa estaba casi marrón, y ello no sólo no es un problema para mí, sino que me vino genial para publicar de una vez este helado.

helado-frambuesa-vegano


En verano no tengo tiempo de fotografiar helados, ya que normalmente los comemos casi casi de la cubeta. Además, el calor hace que se derritan rápidamente. Ese problema no lo he tenido esta vez, ya que de hecho el helado necesitó unos diez minutos para quedar cremoso tras sacarlo del congelador. Lo normal es tomar este helado recién hecho, directamente del robot de cocina. Pero me tenía que ir y también quería experimentar si después de unas horas de congelador el helado seguía manteniendo una textura cremosa y sin cristalizar. Y la verdad es que así fue.

helado-frambuesa-vegano


Este hecho tal vez se deba a que endulcé el helado con un resto del jarabe de limón de macerar las frutas de la tarta anterior, lo cual viene a ser como si pusiéramos azúcar invertido o miel (aunque con miel dejaría de ser vegano), que sería la mejor opción si no queremos añadir azúcar blanco. El jarabe no sólo tenía un sabor a limón delicioso, sino que había cogido el sabor de las fresas y las frambuesas del macerado. Vamos, que esto malo no podía estar de ninguna de las maneras.

Podemos variar el sabor de la fruta, usando moras, fresas, arándanos (ay omá), kiwis o incluso cacao en polvo sin azúcar. Sólo tened en cuenta que, cuanto más maduros estén los plátanos, tanto más rico y mejor saldrá el helado.

Con esta receta participo, ya que he reciclado plátanos y jarabe de frutas, en el reto de mi amiga Marisa y de Rosalía, Reciclando Sabores.



Tiempo: 3 horas de congelar las frutas y 5 min de preparación.

Ingredientes (para dos o tres raciones):

-3 plátanos, lo más maduros posible. Yo usé 2 muy maduros y 1 en su punto.
-18 frambuesas.
-30 ml de jarabe de frutas, azúcar invertido o miel.

Pelamos los plátanos y cortamos en rebanadas de 1 cm. Congelamos los plátanos y las frambuesas en una bolsa zip o similar.

Pasadas mínimo tres horas, ya podemos proceder: ponemos la fruta con el jarabe en el vaso del robot de cocina y trituramos a conciencia. Cuando no queden trocitos (o si te gusta, alguno pequeño), vertemos en vasos y servimos.

Yo lo he aderezado con sirope de chocolate y nueces troceadas.

Delicioso, palabrita de Santa Rita.
6

Tarta de Limón con Glaseado de Frutas Rojas.

¡No hay nada más refrescante que una tarta de limón! ¿No os parece?

tarta-limón-frutos-rojos


Estamos en plena temporada de fresas, y en casa no hay día que no tengamos un puñadito para el postre. Me entraron ganas de preparar algo más elaborado que una simple macedonia con canela, y me acordé de mi libro de Linda Lomelino: Repostería, Estilismo y Fotografía. Recordé en concreto una tarta con un topping de fresas marinadas en jarabe de limón, y decidí crear mi propia versión de aquella maravilla.

No he seguido la receta al pie de la letra por: a) no tengo horno, ya os dije que se me ha roto y estaré hasta julio sin él; b) quería aprovechar para experimentar con el agar agar, que tengo en la despensa un paquete y cada vez que la abro me hace ojitos.

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El resultado me ha encantado: la  base de galleta con un toque de cacao, ese relleno etéreo que casi casi parece una mousse y el topping de fresas y frambuesas que ni os cuento lo ricas que están. El único "pero" es que, al no estar horneada la base, es un poco delicada de manejar precisamente porque el relleno no es demasiado consistente, aunque me encanta la textura que ha quedado. Qué más da que no quede superfirme, si lo que importa es que está deliciosa...

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Esta tarta hay que prepararla con algo de antelación, es necesario que repose una noche en la nevera. Incluso la podéis congelar, sin el topping, y sacar un par de horas antes de degustarla, decorándola antes de servir.

Y con esta receta declaro inaugurada la temporada de recetas de verano, aunque aún falten tres meses.

Ingredientes (para 6-8 raciones):

Para la base:

-125 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
-200 gr de galletas Digestive.
-2 cucharadas soperas de cacao 0% azúcar (Chocolates Valor).

Para el relleno:

-200 ml de nata 35% mg.
-200 ml de leche de arroz.
-1 limón grande, su ralladura y su zumo.
-4 cucharadas soperas rasas de azúcar glas.
-4 gr de agar agar

Para el topping:

-un puñado de fresas pequeñas.
-un puñado de frambuesas.
-1 limón grande, su ralladura y su zumo.
-3 cucharadas soperas rasas de azúcar.

Para la base, ponemos las galletas en el robot de cocina y las reducimos a migas. Mezclamos con la mantequilla y el cacao hasta que esté bien integrado.

En una base desmontable (de unos 24 cm de diámetro), bien engrasada con mantequilla, repartimos la mezcla. Nota: a mi me gusta poner en la base un círculo de papel de hornear, que me facilita mucho el desmoldado. No lo hice en esta ocasión, y preferí no sacar la tarta de su molde para evitar daños. Pero os recomiendo que lo pongáis.

Presionamos bien por todas partes para que quede bien firme la base. Llevamos a la nevera.

Mientras, montamos la nata (que estará bien fría) con el azúcar glas. La dejamos semimontada, que no quede muy firme, ya que lo que buscamos es una textura esponjosa. Reservamos.

En un cazo, ponemos la leche de arroz, la ralladura, el zumo de limón y el agar agar. Llevamos a ebullición sin parar de remover ni un momento, y hervimos a fuego medio unos cuatro minutos. Apagamos el fuego y dejamos templar.

Una vez tibio, incorporamos a la nata, con movimientos envolventes, hasta que esté integrado y no queden trazas sin mezclar. Vertemos sobre la base y llevamos a la nevera al menos 12 horas.

Para el topping: ponemos las fresas partidas por la mitad y las frambuesas en un bol. En un cazo, echamos el zumo y la ralladura del limón junto al azúcar, y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y removemos hasta que quede textura de jarabe. Vertemos sobre las frutas y dejamos enfriar.

Para servir, repartimos las frutas marinadas sobre la superficie de la tarta. Lista.

Suave y deliciosa... no digo más.

Mabel.

3

Patatas a la Riojana de Karlos Arguiñano.

Aún tendremos días fríos, de esos que te piden un plato reconfortante como éste...



Cuando entra un buen chorizo en mi casa, (léase literalmente), lo que me viene a la cabeza son unas lentejas y unas patatas como éstas. Nunca se me hubiera ocurrido publicarlas, pero este mes, las chicas del reto Cooking The Chef nos proponían elaborar una receta de (ni más, ni menos) el mismísimo Karlos Arguiñano.

La Providencia quiso que hace dos semanas mi suegro viniera de una excursión por tierras manchegas, y me trajese embutido de Albacete, que mejor no podía estar. Las morcillas, las he dejado secar porque así me gustan más, pero el chorizo, que era dulce, yo lo vi en este guiso contundente nada más sacarlo de la bolsa.



Receta que me ha acompañado desde la infancia, ya que a mi abuela le gustaban las patatas con chorizo y en invierno las hacía a menudo, (aunque no las llamábamos "a la riojana", de eso me enteré después), y que he disfrutado como una enana fotografiando (dentro de mis limitaciones, claro), y degustando.

Es un plato relativamente moderno, ya que (siempre según wikipedia), las patatas entraron en nuestras cocinas a través de Napoleón allá por el siglo XIX, cuando sirvieron de alimento para los jornaleros y fue cosa de sentido común que los riojanos y alaveses utilizasen sus chorizos de orza para acompañarlas, formando un feliz matrimonio que dio como resultado esta receta sabrosa y reconstituyente.



A mi, no hay receta casera que me recuerde más las tardes pasadas con mi abuela viendo al gran Karlos cocinando. Un clásico que no se debe perder y que se merecía estar presente en mi recetario.
El enlace original lo tenéis aquí.

(Nota: la calidad del chorizo es fundamental para el buen resultado de este plato. Y un pequeño reposo también  lo mejora sustancialmente).

Tiempo: 1 hora.

Ingredientes (dos personas):

-3 patatas medianas.
-1 chorizo hermoso (dulce o picante), o medio de esos que vienen doblados por la mitad.
-1 pimiento italiano.
-1 cebolla pequeña o media grande.
-1 ñora (o dos si son pequeñas).
-unos dientes de ajo sin pelar.
-1 guindilla seca.
-laurel.
-aceite de oliva y sal.

Primero, en una olla o cacerola ponemos un chorro de aceite y sofreímos la cebolla y el pimiento verde cortados finos, hasta que transparente la cebolla. Añadimos los ajos sin pelar, la guindilla y el chorizo a rodajas y dejamos un par de minutos.

Añadimos las patatas troceadas, cascándolas para que espesen el guiso al cocer, damos unas vueltas rápidas y cubrimos de agua, añadiendo el laurel. Dejamos cocer a fuego bajo unos 40 min.

Mientras, ponemos la ñora en remojo en agua caliente. Cuando el guiso lleve media hora, escurrimos la ñora, desechamos las pepitas, raspamos la pulpa con la parte roma de un cuchillo, sacando toda la que se pueda, y añadimos al guiso, dejando hacer los últimos cinco minutos dando algunas vueltas con la cuchara de madera. Dejamos reposar al menos 10 minutos.

Listo. Nunca unas patatas fueron tan sabrosas, ni tan sencillas...

Mabel.


18

Panna Cotta de Té Chai y Mandarinas.

Ayer fue un día negro para mí. Mi horno ha muerto.



Como lo oyes. Estaba con la masa preparada para hacer unas galletas (con claras de huevo, pronto habrá receta con las yemas), y el muy condenado decidió no encenderse. Ni ayer, ni hoy. Han sido siete años juntos, y aunque no era gran cosa lo cierto es que le tenía mucho cariño. Nos entendíamos a la perfección.



Ahora mismo estoy completamente centrada en preparar mis próximas vacaciones, así que de momento el sustituto tendrá que esperar. Al menos un par de meses. Visto el panorama, no he tenido más remedio que recuperar recetas sin horneado, ya que no puedo estar sin preparar dulces demasiado tiempo. Para muestra, echad un vistazo a mi Pinterest.

Lo primero en caer ha sido esta panna cotta, con mandarinas ya que todavía han caído algunas en mis manos. Las que quedan son diminutas y deslucidas, pero están de un dulce indescriptible. Y como no sé donde vi la combinación con té chai, que me encanta y me tiene últimamente enganchada, no podía dejar de probar la combinación. Rica rica de veras.



Este postre es contundente, y calórico. Es ideal para esos días en que tenemos invitados, ya que cunde mucho a la hora de repartir. Y, como casi todos los postres húmedos, mejora con un día entero de reposo en la nevera, aunque hay que tener en cuenta que necesita al menos cinco horas de enfriado para asegurarnos que la gelatina ha hecho su trabajo, de lo contrario podría no estar suficientemente cuajada, arruinando nuestro trabajo y la presentación del postre.

Además es sin gluten, que es un dato a tener en cuenta si tenemos intolerantes en la familia.

Qué, ¿nos animamos?

Tiempo: 20 min + 5 horas de enfriado en la nevera.

Ingredientes:

-un bote pequeño de leche condensada (375ml).
-400 ml de nata 35 % mg.
-300 ml de zumo de mandarina recién exprimido.
-100 ml de agua.
-1 sobrecito de té chai.
-10 gr de gelatina en polvo neutra.
-un chorrito de caramelo líquido.

Ponemos a hervir el agua y añadimos el sobre de té. Dejamos infusionar cinco minutos.

Mientras, caramelizamos el fondo de un molde.

Mezclamos el té filtrado y el zumo. Separamos la mitad y disolvemos en una de ellas la gelatina y añadimos la ralladura de una mandarina bien limpia.

En un cazo, ponemos el resto del líquido, la nata y la leche condensada. Calentamos, sin parar de remover ni un momento (o se nos agarrará y estropeará) hasta que empiece el hervor. Apagamos el fuego y añadimos la gelatina disuelta, sin parar de remover con las varillas hasta que esté todo muy bien integrado.

Vertemos en el molde caramelizado. Dejamos templar y luego metemos en la nevera. Listo.

Para desmoldar, ponemos un minuto o dos el fondo del molde en un recipiente mayor con un par de dedos de agua caliente. Volcamos en un plato y esperamos a que caiga. Decoramos a nuestro gusto.

* El postre mejora con un día entero de reposo en la nevera.
A mi me gusta hacer el caramelo en casa: pongo un par de cucharadas de azúcar en un recipiente que pueda ir al microondas, cubrimos apenas con agua y un chorrito de zumo de limón. Calentamos en el microondas hasta que el caramelo se ponga rubio, y con mucho cuidado (quema muchísimo) vertemos inmediatamente en el molde a utilizar.

Mabel.



1

Licor de Naranja o Cointreau Casero.

Lo prometido es deuda, hoy os traigo al protagonista de algunas de las últimas recetas publicadas: mi Cointreau casero.



Hacía mucho tiempo que no preparaba este licor. Me encanta, antes lo tomaba en chupitos, pero ahora mis costumbres han cambiado y no acostumbro a tomar licores "a palo seco", a menos que se trate de una mistelita. Sin embargo, me encanta utilizar este tipo de bebidas en los postres. En concreto, lo habéis visto en las trufas con aceite de oliva y cerveza negra, y en la mousse de café. Y no será la última vez que lo use, ya que tengo alguna que otra delicia en pendientes.

El macerado de cáscaras de cítricos es la forma más sencilla de preparar un licor casero, simplemente ponemos los ingredientes en un recipiente bien tapado y dejamos macerar unas dos semanas en un sitio oscuro. El paso de añadir el almíbar es opcional: de esta manera se rebaja algo el grado alcohólico y resulta más suave para tomarlo como digestivo. Ahora bien, si pretendéis utilizarlo para cócteles y macerados, podéis suprimir el almíbar; yo usé el licor antes de añadirlo  para condimentar un pollo de corral, y me encantó el resultado. Ahora, que está más dulce y más ligero, ya no lo veo apropiado para cocinar el pollo. Sin embargo, para mis postres ha quedado ideal.



Un chupito de este licor tras una copiosa comida tampoco sienta nada mal... os lo aseguro.

Es importante que las naranjas no hayan recibido tratamiento con ceras. Intentad usar naranjas lo menos manipuladas posible (compradas al peso y no enmalladas en un mercado, por ejemplo, y no en un supermercado), y en caso de no encontrar lavadlas muy bien con un cepillito. La receta original sólo llevaba pieles de naranja y bolas de pimienta negra, pero yo esta vez he añadido la rama de canela y ha sido un acierto, el licor queda más aromático. Por cierto, como he utilizado las pieles de las naranjas, con esta receta participo en el reto de mi amiga Marisa y de Rosalia, Reciclando Sabores.



Tiempo: dos semanas de macerado.

Ingredientes (para unos 1200 ml, más o menos):

-750 ml de vodka.
-las pieles de 6 naranjas, sin la parte blanca (lo mejor es utilizar un pelador de patatas).
-6 ó 7 granos de pimienta negra.
-1 rama de canela.

Para el almíbar:

-1 vaso de 200 cc de agua.
-la misma medida de azúcar blanco.

Ponemos, en un recipiente capaz, el vodka, las pieles de naranja, la pimienta y la canela. Tapamos muy bien y guardamos en un sitio oscuro durante 14 días.

Pasado este tiempo, añadimos el almíbar, que prepararemos así: ponemos el agua y el azúcar en un cazo a fuego medio, sin tocarlo. Cuando se haya disuelto, pasados unos minutos, y empiece a hervir, retiramos del fuego. Cuando haya templado, lo añadimos al licor.

Filtramos bien y embotellamos. Listo.

Mabel.
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