Platos fríos

Platos fríos
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Helados y polos

Helados y polos
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Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Cake de Naranja ... empieza la temporada naranjil.



Que me gusta a mi un buen bizcocho para el desayuno... ¡y a quien no! Y más si es tan esponjoso y delicado como éste...







Estamos en plena temporada de naranjas. De este mes hasta bien entrado enero, recolectamos las distintas variedades que tenemos plantadas. Los primeros días los zumos son muy bienvenidos, pero al cabo de dos semanas  ya estás tan empachada que tienes que empezar en cocinar algo con ellas. 


El otro día se me ocurrió hornear un cake. Tenía en la despensa un resto de mermelada de naranja amarga, y me estaba pidiendo a gritos salida. Esto es lo que salió: un bizcocho esponjoso, de miga densa y muy aromático






A tener en cuenta, los cakes tardan algo más que los bizcochos en hacerse en el horno. Este tardó unos 50 minutos. En todo caso hay que ir comprobando la cocción con una brocheta en cuanto se dore la superficie. Pero os aseguro que el resultado  vale la pena. Además se conserva bien tapado a temperatura ambiente tres días sin problemas y sin perder esponjosidad, eso sí, si dura tanto...






Sigo sin báscula, (lo sé, tengo más delito que Judas), y me sigo apañando con envases de cristal de yogur reciclados... ¡es que me van tan bien, que no necesito más! 


Tiempo: 15 min + 60+/- min de horneado.


Ingredientes (para un cake de 6 ó 8 raciones):


-125 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE).

-125 ml de zumo de naranja recién exprimido.
-la ralladura de una naranja.
-2 medidas de 125 ml de harina blanca, más una poca para espolvorear el molde.
-1 medida de 125 ml de harina integral.
-3 huevos medianos.
-2 medidas de 125 ml de azúcar.
-2 cucharaditas de café de levadura química (Royal)
-2 cucharadas soperas de mermelada de naranja amarga.
-Un poco de mantequilla para engrasar el molde.

Encendemos el horno a180º.


Mezclamos el aceite, el zumo y los huevos en un bol. Mezclamos bien. Añadimos el azúcar, la ralladura y la mermelada y batimos hasta que espumee.


Aparte, pasamos las harinas y la levadura por un colador.


Añadimos la harina cernida a la mezcla de huevos. Mezclamos con movimientos envolventes hasta que esté bien integrado todo.


Vertemos la mezcla en un molde engrasado con la mantequilla y espolvoreado de harina. Llevamos al horno y dejamos que se haga.


Cuando la superficie se dore, iremos comprobando la cocción con una brocheta. A mi me tardó, como he dicho antes, unos 50 minutos.


No desmoldar hasta que no se haya enfriado por completo, o corréis el riesgo de que se rompa.






¡Al día siguiente está aún más rico!


Mil besos y gracias por estar aquí.





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MERMELADA DE CAQUIS... con un toque de canela.


No hay nada mejor que tener tus propios frutales y tus propias hortalizas, ¿verdad?

La cosa cambia cuanto te llegan a casa con un basket lleno de caquis... aunque no estén en su punto justo de maduración.




Los caquis no me entusiasman en demasía. Es más, los encuentro pesados y demasiado filamentosos, aunque su sabor me encanta. ¿Que qué hice? pues aparte de estar una semana haciéndome batidos de frutas para almorzar, tuve que encontrar una solución de emergencia... ¡Una rica mermelada!

La textura me ha sorprendido. Es parecida al membrillo, muy densa. Y el sabor me encanta... He llenado siete tarros de medio kilo y tengo existencias para otros siete... 




Es ideal para untar en las tostadas, y como base de tartas quedará genial. Bien esterilizados los botes nos durarán un año en la despensa sin problemas... (si es que duran tanto). La preparación es un tanto engorrosa, pero el resultado vale la pena.

Vamos con la receta.

Tiempo: 12 horas de macerado + 1 hora de cocción (sin contar el esterilizado).

Ingredientes:

-2kg de caquis, pelados y troceados.
-1kg de azúcar.
-1 barra de canela.

Ponemos la fruta en un recipiente capaz junto la barra de canela troceada en dos o tres partes. Cubrimos de azúcar y dejamos reposar hasta que el azúcar se haya licuado, yo lo suelo dejar de un día para otro.

Ponemos la fruta en una olla de fondo grueso y ponemos a cocer a fuego bajito. Dejamos una hora, más o menos, hasta que la textura haya espesado y el color haya oscurecido ligeramente. Retiramos los palos de canela.

A mi me gusta batir la fruta un poco durante la cocción, para que quede deshecha pero con algún trocito.

Mientras, esterilizamos los botes y sus tapas hirviéndolos durante 10 min.

Una vez hecha la mermelada, vertemos en los botes hasta el borde y cerramos bien.

Ponemos un paño de algodón en el fondo de la olla. Llenamos con los tarros que quepan y cubrimos de agua. Hervimos los botes así dispuestos durante unos 20 min.

Yo lo hice en dos tandas, no tengo ollas tan grandes y el fuego de la inducción tampoco admite una olla de gran diámetro.

Vamos depositando los botes boca abajo sobre un paño hasta que se enfríen. Etiquetamos y fechamos y listos para utilizar.

Mirad que textura más rica:



¡Mil besos y gracias por estar aquí!
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QUICHÉ DE ESPINACAS Y ANACARDOS CON MOZZARELLA.

¡Hola amores!

Si algo me gusta a mí es una buena quiché para cenar.





La quiché es un plato de lo más socorrido, pues admiten casi cualquier tipo de relleno. Otro día os enseñaré la Lorraine, la quiché por excelencia. Pero la que hoy nos ocupa no desmerece en absoluto. Es más, está igual o más buena si cabe.





La idea rondaba porque habían unas espinacas que habían quedado de la cena rondando por la nevera. Me di cuenta de que no tengo ninguna receta con espinacas, creo, ¡con lo que me gustan!

Además tenía en la nevera una masa brisa fresca del Lidl, y había que probarla. La verdad es que está muy rica y es muy barata. No es demasiado quebradiza y es muy crujiente cuando aún está caliente. Totalmente recomendable.






No le he puesto nata para reducir el número de calorías. He utilizado leche semidesnatada y el resultado es igual de bueno. Además las espinacas no estaban fritas sino cocidas, aunque valen las dos igual.

¡Y al día siguiente está igual de buena, tanto fría como caliente!

Con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores:





Tiempo: 15 min. más 45 min. de horneado.

Ingredientes (para cuatro raciones):

-una lámina de masa brisa, fresca o descongelada.
-un puñado de espinacas cocinadas y frías.
-2 huevos L.
-150 cc de leche semidesnatada.
-dos puñados de mozzarela rallada.
-un puñado de anacardos, troceados.
-pimienta negra recién molida, sal.

Primero sacamos la masa de la nevera y dejamos atemperar unos 15 min, si es fresca. Si es descongelada necesitará una media hora para estar manejable y que no se rompa al manipularla.

Mientras, encendemos el horno a 200ºC.

En un bol ponemos todos los ingredientes menos el queso y los anacardos. Yo meto un poco la minipimer para deshacer bien las espinacas, aunque esto es opcional, ya que al trocear la quiché una vez cocinada no encontramos filamentos de la verdura si la trituramos.

Añadimos el queso y los anacardos.

Colocamos la masa sobre el molde sin quitar el papel (la fresca lo lleva, la congelada no lo sé), y acomodamos bien la masa en el fondo. Recortamos el sobrante tanto de masa como de papel. (Yo, cuando está la quiché en el horno, hago una bola con los recortes de masa, la extiendo en una hoja de papel de hornear y la enrollo. La meto en el congelador y me da para una tartita pequeña).

Vertemos la mezcla de huevos en el molde forrado con la masa. Llevamos al horno durante 45 min, más o menos, o hasta que esté totalmente cuajado.

Dejamos atemperar y sacamos del molde y retiramos el papel. Voilá.

Rico es poco...

¡Mil besos y gracias por estar aquí!



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