Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Bacalao Guisado con Mejillones para el #Asaltablogs.

Por fin ha llegado el #díadeamigosdeloajeno de la blogosfera (pd: no sé si existe como tal pero si no es así, debería). Como cada cuarto domingo de mes, unos avispados tragaldabas nos apropiamos de una receta de un anfitrión bloguero, que es elegido cada mes mediante sorteo.



El blog de este mes es El caldero de Minué. Un blog de esos que te hacen morirte de envidia porque su creadora ha recorrido más mundo que Willie Fog, y sus recetas son casi casi vegetarianas, ya que utiliza muchas verduras. Es un blog que te hace entrar en modorelaxon desde que empiezas a leer la primera línea de los textos.



Pues bien, tenía yo ya ganas de publicar una receta de pescado, que me encanta pero como lo preparo de formas más bien simples (y poco fotogénicas, dicho sea de paso), no os los suelo mostrar. Pero esta vez me he concedido esa licencia, y encima con una receta de bacalao, que nos requeteencanta.

No suelo yo cocinarlo en caldo (más bien sofrito con alguna salsita corta de aderezo), y tenía mis dudas de que no quedara sabroso. No solo no es así, sino que al día siguiente nos jalamos un señor arroz de pescado con el caldo sobrante que resucitaba a un muerto.



Alguna licencia me he concedido, pero la receta es prácticamente igual. Aquí tenéis la original, y la mía os la cuento ahora mismo...

Un placer saquear el blog de este mes. Os invito a visitarlo, sobre todo si sois unos trotamundos como yo, aunque no tenga aún ni el pasaporte.





Tiempo: 1 hora.

Ingredientes (para dos):

-4 rodajas de bacalao fresco.
-1 kg de mejillones.
-1 vaso de tomate triturado.
-1 pimiento italiano pequeño.
-1/2 cebolla pequeña.
-1 guindilla.
-2 dientes de ajo.
-2 ñoras, puestas en remojo en agua caliente al menos dos horas.
-1 pastilla de caldo de pescado.
-perejil fresco.
-1 litro de agua.
-AOVE.

Primero, con ayuda de una cucharita de café quitamos todas las pepitas de las ñoras, las escurrimos bien y sacamos toda la pulpa que podamos de ellas, Reservamos.

En una cacerola capaz, ponemos a sofreír con un chorro de AOVE la cebolla picada junto al pimiento también picado. Cuando empiece a dorar, añadimos la ñora, los dientes de ajo picados y la guindilla. Dejamos unos minutos hasta que se haga el ajo. Vertemos el tomate y dejamos sofreír un minuto.

Pasado este tiempo, añadimos el agua y la pastilla de caldo. Cuando empiece a hervir, incorporamos el bacalao y bajamos el fuego. Dejamos diez minutos.

Mientras limpiamos los mejillones. Yo simplemente los lavo bien y les quito las barbas, no les dejo el caparazón reluciente, pero eso ya a gustos.

Pasados los diez minutos, añadimos a la cazuela los mejillones. Vamos quitando las medias conchas vacías conforme se vayan abriendo (ojito que queman). Cuando estén todos abiertos (unos quince-veinte minutos) apagamos el fuego.

A degustar. Un poco de reposo no hace sino mejorar el plato. Dicho queda.

Mabel.

18

Pizza Multicolor (Italia se aproxima).

Típico: abres la nevera a ver qué tienes y te encuentras con mil "repitajos" de verduras que piden a gritos que les des una oportunidad. Y mira tú por donde que recuerdas haber congelado parte de aquella masa de pizza con harina de centeno que hiciste hace dos semanas...



Estos platos son los que hacen que cocinar merezca la pena. Lo que eran unos tristes restos antes normalmente se hubieran convertido en una menestra. Pero la menestra hace tiempo que no la hago en casa, está como pasada de moda. Sin embargo, ¿quien se resiste a una buena pizza de masa fina y crujiente?



Si tuviera que publicar todos los inventos que salen de mi despensa me faltarían horas al cabo de la semana. Pero en esta ocasión no podía dejar de compartir: porque estoy de vacaciones (yupi) y porque la masa de pizza, la cual siempre se me resistió cual espartana ante los persas, por fin se ha dejado domesticar. Esa era la razón por la cual no habían más recetas de pizza en el blog.

Y ya que estamos... esta pizza con aires mediterráneos me va a servir para contaros que me voy de tour por el Mare Nostrum. La semana que viene parto, desde Barcelona, a visitar Marsella, Génova, Roma, Palermo y La Valletta. Y si se os ocurre algún monumento o rincón que deba conocer, cualquier sugerencia será muy bienvenida.  Y con el miedo que me da a mi el agua, ¡por fin me decido a probar un crucero!

No le he añadido anchoas porque no las tenía y porque así es un plato auténticamente vegetariano. Sólo un consejo: procurad que la masa quede bien estirada y bien fina: 



Os doy la receta para masa para cuatro raciones. Como en casa somos dos, yo congelé la mitad y os aseguro que queda igual de rica que recién hecha.

Tiempo: 15 min + levado + 30min cocción.

Ingredientes:

Para la masa (medida de un vaso de 200cc):

-1 vaso de agua tibia.
-1/2 vaso de AOVE.
-1/2 vaso de leche.
-250 gr de harina de centeno.
-la harina de trigo que admita.
-1/2 pastilla de levadura fresca (+/- 12gr)
-1 cucharadita de café de sal.

Para el relleno (yo utilicé la mitad de la masa):

-pisto casero de verduras(calabacín, pimiento verde, tomate, cebolla)
-2 lonchas de queso tipo Tranchetes.
-1 champiñón bien gordito.
-puntas de espárrago silvestre.
-6 aceitunas verdes o negras en rodajitas.
-8 tomates cherrys (yo de tres clases).
-AOVE, orégano, sal.

Para la masa, ponemos en un bol el agua, el aceite, parte de la harina de centeno, la leche, la sal y la levadura, Mezclamos muy bien con unas varillas y dejamos reposar 10 min. Pasado ese tiempo, añadimos el resto de la harina de centeno y amasamos. Terminamos de amasar con la harina de trigo que admita (que será una cantidad similar), hasta que no se pegue a los dedos y la masa sea elástica.

Ponemos en un bol cubierto con un paño hasta que fermente y doble su tamaño. En invierno puede tardar 2 ó 3 horas.

Una vez fermentada, si no la vamos a gastar enseguida tapamos bien y llevamos al frigo. Yo la mitad de la masa la envolví en film y la congelé.

La coción: primero encendemos el horno a 175º o en función pizza. Lo tenemos diez minutos calentando. Mientras preparamos la misma:

Extendemos bien la masa sobre un papel de hornear. Procuramos que quede bien fina pero sin que se rompa. Yo le he cortado un poco los bordes para dejarlos pulcros, pero no es necesario.

Distribuimos el pisto. Si no hay suficiente, añadimos tomate frito que puede ser comercial. 

Hacemos una bola con las lonchas de queso, y distribuimos porciones sobre la masa.



Terminamos de rellenar con el champiñón a rodajas, los cherrys por la mitad, las puntas de espárragos y las aceitunas. Regamos con un hilo de aceite, salamos y añadimos orégano al gusto.

Al horno 20 minutos o más si nos gusta la verdura más sequita. Degustar inmediatamente.

Todo un descubrimiento esta masa con harina de centeno. Sabrosa y sana.

Mil besos. Mabel.


2

Ensalada Walford.

Que me gustan las ensaladas más que a un perro un hueso de ternera, no es ningún secreto. Lo que pasa es que, por una inexplicable y misteriosa razón, no suelo publicarlas.



Pero en esta ocasión no tenía elección. Los ingredientes que Pilar nos proponía este mes para el reto Color y Sabor me lo pusieron francamente fácil. Estos eran la mandarina y el apio. Y, puesto que ya tengo muchas recetas con naranja y derivados, y ninguna con apio, tenía clarísimo la receta que iba a preparar.



Esta ensalada, mundialmente famosa, se le atribuye a un chef del Hotel Walford Astoria, ya tiene su tiempecito pero sigue sirviéndose actualmente. Yo he rescatado la receta de ese fabuloso libro de recetas de Nueva York, que si bien no son de alta cocina sí que nos transportan a otros escenarios y, además, me sirven para recordar a una buena amiga que tengo allí temporalmente.



Le tenía ganas yo a esta ensalada, lo que pasa es que el apio en crudo como que no. Recuerdo en mi adolescencia, que las revistas de moda nos sacaban a las top del momento (en concreto recuerdo a Stephanie Seymour) comiendo barritas de apio con salsas de yogur y quesos 0, para mantenerse estupendísimas. Qué asco la primera vez que lo probé y qué estupenda estaba yo sin necesidad de esos mejunjes...

Peeero... con la técnica de esta receta el sabor del apio se atenúa de tal manera que está buenísimo. Os lo digo yo, tenéis que probarla (sino lo habéis hecho ya).

Nota: la receta original dice que hay que dorar las nueces en la sartén. Yo no lo he hecho porque no quería añadir calorías extra (e innecesarias) a la receta, pero si gustáis podéis hacerlo.

Con esta receta participo, como ya os he dicho, en el reto Color y Sabor de temporada.




Ingredientes (dos raciones):

-1 manzana (yo una Fuji).
-2 barritas de apio.
-unas hojas de lechuga romana.
-un buen puñado de nueces.
-1 cucharada de postre de mayonesa.
-1 cucharada de postre de AOVE.
-1/2 limón, su zumo.
-1 cucharada de postre de miel.
-sal y pimienta molida.

Primero, preparamos un bol con agua helada. Yo la puse una hora en el congelador.

Cortamos la manzana en trocitos, con la piel. El apio lo limpiamos bien de hilos y lo rebanamos pequeñito. Introducimos ambos en el agua al menos 5 minutos,

Forramos un bol o ensaladera con la lechuga. Depositamos en en centro el apio y la manzana bien escurridos y coronamos con las nueces. Regamos con la salsa que haremos batiendo bien el resto de los ingredientes.

Fácil, rico, bonito...

Mil besos.
18

Fresas con Chocolate Tu y Yo.

¿Quien dijo que no se puede disfrutar de un postre absolutamente delicioso que no contenga casi calorías? Porque aquí estoy yo para demostrar lo contrario...



Hete aquí que el pasado viernes encontré en el mercado unos fresones, tan tan grandes que con dos de ellos te hacías la macedonia. Fue verlos y cogerlos, claro está. Y, como a mi marido le encantan las fresas en todos sus tamaños y variedades, decidí preparar el postre de manera algo distinta.

Nótese el tamaño de la fresita.


Quede dicho que mi alter ego es un poco delicado: no le gustan los postres elaborados, no quiere quesos ni natas que no sean las congeladas del súper, y hay que ir con pies de plomo a la hora de introducir novedades. Pero yo pensé: ¿hay algo más hedonista, más ofrecido hasta la saciedad como delicatessen del servicio de habitaciones de cualquier hotel de postín que se precie, que unas fresas con chocolate? Pues eso. Me arriesgué y acerté en la diana.



Y, como mis fresones presumían de un tamaño XXL, con cinco me di por satisfecha: tres para él y dos para mi.  Y la cobertura de chocolate, la hice con chocolate negro, sin complicarme mucho la vida y quedó estupenda. La decoré con unos confetis de azúcar que tenía por casa, machacados para crear un crunchy diferente, y su sabor neutro no enmascara al postre en sí, que es la fruta y el chocolate negro,

Una delicia que repetiré mucho más a menudo.

Ingredientes (para dos personas):

-5-6 fresones bien hermosos, con sus hojas.
-75 gr de chocolate negro (yo usé uno de 60% de cacao).
-1 cucharada sopera de margarina.
-2 cucharadas soperas de agua.
-confetis de azúcar machacados, o anisitos de colores.

Primero, lavamos bien los fresones y quitamos con cuidado las hojitas que no estén perfectamente verdes. Ponemos a escurrir muy bien y los secamos con cuidado. Los colocamos sobre una rejilla que a su vez estará colocada sobre un plato capaz para recoger el chocolate que sobre; yo utilizo la del microondas.

En un cazo puesto al baño maría, deshacemos el chocolate troceado junto el agua y la margarina. Vamos dando vueltas con una espátula de silicona hasta que esté perfectamente líquido. Importante: el agua del baño maría no debe hervir jamás.

Una vez conseguida la salsa de chocolate, vertemos sobre los fresones (no deben tocarse entre sí), con cuidado de no manchar las hojas. sólo debe cubrir la parte de arriba, así que no daremos la vuelta a la fruta.



Una vez repartido el chocolate, adornamos con un poco de confeti triturado. Dejamos secar bien, tardará una hora más o menos. Pasado este tiempo estarán listas para colocar en una bandeja o plato y guardar al frío.

Conviene prepararlas con unas horas de antelación. Así el chocolate se habrá endurecido lo suficiente,

Deliciosas...

Mabel.

2

Crema de Champiñones.

La crema de champiñones creo que me ha acompañado desde mi más tierna infancia. ¿Quien no ha comido repetidas veces aquella sopa de sobre que comercializaban sólo dos conocidas marcas, (y que hoy cualquier marca blanca fabrica), y de las cuales tan sólo había dos variedades (la de champiñones y la de espárragos)?



A nuestras abuelas les gustaban mucho este tipo de preparados, a saber: eran rápidas, fáciles de preparar y encima estaban aceptablemente buenas. Yo recuerdo, además, aderezar  mi sopa casi siempre con algún queso: desde taquitos de queso de bola (a la sazón traído de algún viajecito a Andorra, que por aquí no había), una buena cucharada de Philadelphia, o alguna punta de manchego rallado. Eso sí, quesera he sido siempre, y mucho.



Hoy día disfrutamos de tantos ingredientes y de tanta variedad de alimentos que considero una herejía comprar cremas de sobre. Yo desde luego no. Además están saturadas de sodio y de otra buena parte de ingredientes que yo no puedo distinguir, y queridas mías, cada vez soy más exigente en cuanto a lo que me llevo a la boca.

Así que mi crema favorita de la infancia estaba en pendientes. Pero ya lo tengo solucionado, además la he aderezado con un topping la mar de sabroso, aunque podríamos dejarlo simplemente en unos taquitos de pan tostado, con o sin las nueces. Eso es lo de menos, lo importante es encontrar ese punto crujiente a la hora de degustar la crema. Y la leche de avellanas tiene un punto de sabor a fruto seco que le va divinamente a la crema, pero podéis sustituirla por cualquier otra leche, sea vegetal o no.



El queso es opcional, pero le aporta un extra de sabor. Yo, como he dicho siempre, soy una especie de ratoncillo y me vuelve loca el queso, pese al gran malestar que esto ocasiona a mi costilla, jijiji.

Tiempo: 20 minutos.

Ingredientes (para dos personas):

-4 champiñones gorditos, bien limpios y con sus tallos.
-1 patata pequeña.
-1 trozo de puerro, la parte blanca (unos 6 cm).
-1 cucharada de harina de centeno (puede ser de trigo o de la que queráis).
-1/4 litro de leche de avellanas.
-1/2 litro de agua.
-AOVE y sal.
-Opcional: dos lonchas de queso para fundir tipo tranchetes.

Para el topping:

-1 cucharada de nueces troceadas.
-1 cucharada de gomasio (sésamo tostado y molido).
-1 cucharadita de semillas de amapola.

En una cazuela, ponemos un chorro de AOVE. Picamos el puerro en tiritas y los champiñones en láminas, y los ponemos a sofreír en el aceite unos minutos. Cuando esté trasparente el puerro, añadimos la cucharada de harina y dejamos sofreír a fuego muy bajo sin dejar de remover un minuto.

Añadimos la leche y el agua y llevamos a ebullición. Añadimos la patata cortada muy pequeñita, y tenemos hirviendo cinco minutos.

Mientras, majamos en el mortero los ingredientes del topping hasta dejarlo bien menudo. Reservamos.

Pasado este tiempo, metemos el brazo de la minipimer y trituramos la crema muy fina. Volvemos a llevar a ebullición y dejamos cocer cinco minutos más. En el último momento añadimos las lonchas de queso y dejamos deshacer sin parar de remover la crema.

Servimos aderezada con el topping.

A mi esta receta me transporta literalmente a mi infancia...

Mil besos, Mabel.
0

Tarta de Manzana #singluten.

Ya lo sé, no me he podido esperar, no. Cuando aún la mayoría de vosotras ni siquiera ha leído el post anterior, yo ya voy, como dicen en mi pueblo, "por delante de las tronás".




Pero es que si no pongo en práctica lo antes posible lo aprendido, de qué me sirve. Además tenía los ingredientes en casa, y que mis sobrinos puedan todos ellos probar lo que cocino, me produce una gran satisfacción...


¿Lo mejor? que no sabe raruno. Es una coca de almendra como Dios manda, un poco más seca quizás, pero eso no hace sino darle una textura crujiente por los bordes de lo más agradable. No le he puesto más aromas que un poco de cáscara de limón rallada, porque quería apreciar los sabores limpios, sin interferencias.



Lo que más me preocupaba era que no creciera, y crece ¡vaya si crece! También que la textura no quedara granulosa, o poco compacta. Pero no, quedó genial y super rica.



¿Lo más mejor? que al día siguiente está aún más húmeda, y por lo tanto, más apetitosa. Vamos, que nadie diría que es apta para intolerantes. Tengo claro que esa humedad se debe a mi afición por la leche agria y el aceite de oliva, pero vosotras podéis sustituirla perfectamente por yogur natural y margarina o aceite de girasol.

Bueno, pues ahí va, tomad nota:

Tiempo: 10 min + 45 min de horneado.

Ingredientes:

-1 manzana hermosa, yo usé Fuji.
-1 vasito de los de yogur de harina de arroz.
-1 vasito de Maicena.
-1 y 1/2 vasitos de almendra molida.
-2 vasitos de azúcar.
-1 vasito de leche (o yogur).
-3/4 vasito de AOVE (o aceite de girasol o margarina).
-1 cucharada de las de postre de levadura sin gluten (yo uso la del Consum).
-2 huevos L (a temperatura ambiente).
-algo de margarina para engrasar el molde.
-ralladura de limón, al gusto.
-si usamos leche, una cucharadita de las de café de vinagre de vino.

Primero, encendemos el horno a 180º Si vamos a utilizar leche, ponemos la cucharadita de vinagre en ella y mezclamos.

En un bol limpio, batimos los huevos con el azúcar, hasta que empiecen a espumar. Añadimos el aceite, incorporamos, y por último la leche cortada y la ralladura. Volvemos a batir hasta que quede bine homogéneo.

En otro bol, cernimos la harina de arroz y la Maicena con la levadura. Añadimos la almendra  y mezclamos bien.

Incorporamos las harinas a la mezcla de huevos. Vamos mezclando con las varillas hasta que no quede ningún grumo.

Engrasamos un molde para el horno, con la margarina y espolvoreamos con una pizca de harina de arroz. Vertemos la masa en él.

La manzana la colocamos encima en escamas, intoduciendo cada lasca en la masa dejando que asome el borde. De esta forma conseguimos que la fruta llegue hasta la base del bizcocho.

Llevamos al horno. Cuando lleve 25 minutos, abrimos y espolvoreamos con un poco de azúcar extra. Volvemos a llevar al horno y cocemos hasta que pinchando una brocheta en el centro, esta salga totalmente limpia.

NOTA: A mi me tardó 45 min. Tal vez si utilizáis yogur y/o aceite de girasol o margarina, en 30-35 min. ya esté cocido.

Disfrutar cuando empiece a templarse...

Mabel.



2

El taller de cupcakes sin gluten y sin lactosa de Milicocinillas.

Ya le estoy cogiendo el gusto a esto de asistir a talleres. No sólo es divertido y entretenido, sino que siempre aprendes algo nuevo, te relacionas con gente que no conoces y te anima a probar cosas nuevas. Hoy os traigo el taller que Mila (Milicocinillas) impartió el pasado viernes 12 en las instalaciones de The Singular Kitchen en Valencia.



Con la excusa sanvalentinera, Mila nos preparó unas cupcakes rosas, de fresas y frambuesas, sin gluten y sin lactosa. Terminado el taller nos llevamos cada uno dos de ellas a casa, para disfrute de los nuestros.

Yo no tengo intolerancias, pero tenemos una sobrinilla que sí es celíaca, como ya os he contado en otras ocasiones, y nunca viene mal un extra de información. Si bien la alimentación diaria no necesitamos controlarla, me gusta tener recursos a la hora de elaborar cualquier dulce o tarta para compartir, en el caso de las reuniones familiares, por ejemplo.



No hay que decir que mis cupcakes se las desayunó la sobrina al día siguiente, y he de deciros que le encantaron.



Mila nos enseñó cómo combinar distintas harinas sin gluten, sus trucos para que queden de lo más esponjosas, y sobre todo las posibles combinaciones de aromas y sabores que podríamos aplicar a la receta base. Asimismo, nos facilitó la receta para que lo pusiéramos en práctica en nuestros hornos... Añadimos un montón de apuntes y todos aprendimos de todos, ya que cada uno de nosotros aportó su propio granito de arena.



También nos enseñó los trucos de una buena cheesecream... el resultado salta a la vista. Y aquí sí que cada uno se decoró sus propias cupcakes, para poner en práctica lo aprendido. ¡Yo ya estaba deseando ensuciarme!



Aquí el equipo al completo:



Nunca me cansaré de repetir que lo mejor de Mila es su sonrisa, pero sobre todo esa energía que desprende (y un poco caótica ,pero es parte de su encanto). El ambiente fue genial y lo pasamos estupendamente.

Os animo a asistir a todos los talleres que tengáis a vuestro alcance, siempre aprenderéis algo nuevo y conoceréis a gente estupenda.

Desde aquí, gracias a los chicos de TSK, por hacer posible estos eventos.

Mabel.
2

Pulla, Pan Dulce Finlandés.

¿Quién no ha soñado, alguna vez, en desayunar rodeado de nieve, con los renos pastando tranquilamente junto a la cabaña, y al calor de un buen fuego? Pues bien, hoy os traigo el que probablemente sea uno de los dulces preferidos de Papá Nöel.



El reto Reposteras por Europa nos lleva esta vez a Finlandia. Un destino cuanto menos, exótico. Y que levante la mano el que no haya soñado alguna vez viajar a la casa del señor del saco vestido de rojo... porque yo sí.



Ha tocado hacer un arduo trabajo de investigación. Y los finlandeses han resultado ser bastante golosos. Yo me he decidido por esta receta aromática y dulce, versión de una receta danesa pero adaptada por ellos.



La Pulla es un pan dulce que puede tener diversas formas de moldeado. Yo me he decidido por la trenza porque resulta de lo más vistosa, y el sabor es increíble. Tanto, que para nuestros paladares puede resultar un poco difícil. Me encanta el cardamomo, y combinado con la canela es una mezcla explosiva, Sí, sí, como os lo digo.

Aguanta un par de días en buen estado, pero es el primer día cuando ofrece todas sus cualidades. Una delicia diferente y aromática. En cuanto al levado, dependerá de la temperatura ambiente. Lo normal es que haya crecido la masa en una hora, pero a mí me tardo dos, ya que el día era especialmente frío. En esta ocasión no os puedo dar tiempos...

¡Ah! y no hace falta que sea navidad para disfrutar de esta delicia.



Ingredientes (yo los he reducido para conseguir un rollo más pequeño):

-1 vaso de 150 ml de leche.
-1 vaso de 150 ml de azúcar.
-4 vasos de 150 ml de harina de fuerza.
-20 gr de levadura de panadero (algo menos de una pastilla)
-100 gr de mantequilla.
-1 yema de huevo.
-4 vainas de cardámomo.

Relleno:

-1/2 vaso de azúcar moreno.
-1 puñado de nueces.
-1 cucharada sopera de mantequilla.
-1 cucharadita de café de canela en polvo.

Ante todo, hay que procurar que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente y la mantequilla en pomada (deshecha pero no derretida).

Llevaremos a ebullición la leche con el interior de las vainas de cardámomo. Dejamos infusionar unos minutos y colamos la leche. Nota: si tenemos cardámomo en polvo, este paso no será necesario. Simplemente añadiremos el polvo a la leche y continuaremos con la receta.

Una vez templada (pero no fría) la leche, añadiremos la yema, el azúcar, la levadura y un par de cucharadas de harina. Dejamos reposar hasta que la mezcla espumee.

Una vez haya sucedido ésto, añadimos la mantequilla, mezclaremos bien y vamos añadiendo la harina gradualmente, sin dejar de amasar. Si es necesario añadimos un poco más, tiene que resultar una masa lisa que no se pegue a las manos. Colocamos en un bol y cubrimos con un paño,

Dejamos hasta que doble su volumen. Según la temperatura ambiente, esto puede tardar desde 1 hasta 3 horas.

Encendemos el horno a 190º.

Extendemos la masa, dejándola de un cm de grosor. Hacemos una masa con los ingredientes del relleno, y lo extendemos por la masa dejando un cm de borde por todos los lados. Enrollamos la masa y procedemos a cortar por la mitad el rollo a lo largo, dejando un pequeño punto de unión. Luego vamos trenzando los dos cabos, dejando la parte cortada hacia arriba. Una vez hecha la trenza, enroscamos a modo de corona uniendo los dos cabos. (Lo siento, no hice fotos del proceso, pero es muy muy sencillo).

Pintamos el roscón con la clara de huevo batida con un poco de leche. Dejamos reposar una hora, o hasta que vuelva a aumentar de tamaño. Yo no lo dejé reposar lo suficiente, hacía frío y le costó crecer. Un poco más de levado hubiera mejorado mi trenza sustancialmente.

Horneamos por espacio de 25-30 minutos, o hasta que haya tomado un precioso color dorado.

Dejamos templar y a disfrutar.


24

Muffins de Mango y Fresas.

Os invito a un café, el dulce lo pongo yo. Hoy os traigo unos muffins increíblemente jugosos y ligeros, se deshacen prácticamente en la boca... Además están rellenos de mango y de fresas, lo que los hacen muy aromáticos.



La culpa la tiene el medio mango que me sobró al hacer el Lassi de Mango. Es una fruta que, aunque me encanta su aroma y jugosidad, tiene una textura que en crudo no me termina de convencer. Así que decidí desecarla ligeramente para utilizarla en una granola o algo parecido. Pero pasaban los días, el mango desecado dormitaba en la nevera y tenía que darle una salida pero ya. Si a ésto sumamos que tenía dos claras de huevo sobrantes de distintos preparados haciéndole compañía... enseguida hallé la solución.



Le he puesto además tres fresas troceaditas (por aquello del color y la variedad), y el azúcar lo he usado moreno. También he sustituido parte de la harina por almendra molida (mi debilidad), y el resultado no puede ser más convincente... os lo aseguro.



Con esta receta participo en mi cita mensual con Reciclando Sabores.



Tiempo: 30 min + 25-30 min de horneado.

Ingredientes (para 8-12 unidades, según tamaño):

-1 medida de yogur de aceite de oliva virgen extra.
-2 medidas de yogur de harina de fuerza.
-1 medida de yogur de almendra molida.
-1 huevo entero y 2 claras (L).
-1 chorrito de leche.
-2 medidas de yogur de azúcar moreno.
-1 cucharadita de café de levadura química.
-1/2 mango, (troceado menudo y desecado en el horno 1 y 1/2 horas a 95º.)
-3 fresas grandes, troceadas menuditas.

-Primero batimos con las varillas los huevos con el chorrito de leche, le añadimos el azúcar y volvemos a batir.

-Añadimos la almendra molida y el aceite, mezclamos muy bien.

-Añadimos con ayuda de un colador la harina y la levadura. Revolvemos hasta que quede todo muy bien integrado.

-Incorporamos la fruta y removemos hasta que todos los trozos queden perfectamente integrados y no se toquen entre ellos, tienen que estar completamente revueltos en la masa.

-Vertemos en los moldes. Estos que he usado son algo más grandes que los que suelo utilizar y con ocho tuve bastante. Dejamos reposar.

-Encendemos el horno a 180º. Esperamos unos 15 minutos hasta que se caliente.

-Introducimos pasado este tiempo, los moldes en el horno, Dejamos hacer. A mí me tardaron 30 minutos, pero transcurridos 25 minutos id comprobando con una brocheta, ha de salir limpia.

Yo no les he puesto azúcar por encima ni nada. Ya estaban bastante convincentes... Son una auténtica delicia.

Mil besos.

3

Mi primer Taller de Cocina, Alimentación Natural en Verde Esmeralda.

¡Hola gente!

Como creo haberos dicho ya, acaba de comenzar mi período de descanso anual. Tengo por delante tres meses de asueto, que voy a dedicar a estudiar un poquito y, sobre todo, a asistir a todos los talleres de cocina que estén a mi disposición. De momento, he asistido a éste que os relato hoy y la próxima semana tengo el que impartirá Mila Velis (Milicocinillas) en Valencia. Hoy os relato la crónica de mi primera experiencia en talleres de cocina. Justamente fue impartido el pasado sábado en mi propio pueblo (grandisima ventaja), y para más inri, era gratuito.

No era un taller participativo, pero Pilar nos hizo una demostración de cómo cocinar productos para la mayoría de nosotras, sino desconocidos, sí infrecuentes. Todas las recetas fueron preparadas con Thermomix, aunque se nos explicó cómo hacerlas de la manera tradicional. Además Inma, la propietaria del local, nos iba indicando las propiedades de cada uno de los ingredientes utilizados.

Fue muy ameno, conocí a gente de mi entorno tan interesada como yo o más en alimentarse adecuadamente. Además, descubrí una herboristería al lado de casa muy bien surtida y con unos precios, en la mayoría de los casos, más interesantes que en las grandes superficies que estoy acostumbrada a frecuentar.

Como he dicho, el taller se llevó a cabo en Verde Esmeralda. El menú se compuso de cinco platos totalmente vegetarianos y que todas pudimos degustar. Pilar nos preparó:

-de aperitivo, un batido de papaya, piña y plátano para ir abriendo boca.


-unos montaditos de hummus y ajo negro. El hummus fue algo distinto al que yo preparo y tengo que prepararlo un día de éstos.
-fideos orientales con soja y verduras. Aromáticos y deliciosos, aptos para celíacos.


-un postre de kiwi con salsa de yogur de soja y nueces. Tengo que reconocer que el sabor del yogur de soja es complicado, pero aún así me encantó.



Aprendimos a cocinar con algas, cosa que no siempre es sencilla.



Conocimos otros aceites, endulzantes y condimentos.



Y lo mejor, por fin le puse cara a una de mis más antiguas seguidoras del pueblo. Coincidir con gente que te anima a seguir publicando es realmente motivador.

Laura y yo (Soy la de la derecha, eh).





Si tenéis alguna duda o queréis consultar cualquier cosa de Thermomix, podéis contactar con Pilar en el 652 330 631.

A la espera me quedo de próximas fechas, No pienso perderme ninguno, me encanta asistir a este tipo de eventos. ¡Siempre son enriquecedores! Gracias, Inma y Pilar, por hacerlos posibles.

Un abrazo.

Mabel.



2

Lassi de Mango.

Ya llegó el día 1 del mes, y con él el reto Cocina de Película. Y, para el film elegido de febrero yo os presento un sabroso y refrescante lassi de mango.



El lassi de mango no es otra cosa que un batido de yogur y fruta aromatizado con cardámomo, muy popular en la India, y que suele servirse tanto en restaurantes de postín como en puestos callejeros.



Tengo que confesar que la película de este mes no la he visto. Trata sobre las peripecias entre la dueña de un lujoso restaurante de comida francesa y el dueño de un restaurante de comida india, que acaba de abrir justo en la acera de enfrente de donde está ubicado su elegante establecimiento. He confiado en los resúmenes y en la compilación de recetas que tan amablemente nos facilita Elena (Dulces Helen's). Y, tomando como base la cocina india tan presente en el film, he preparado esta bebida que tanta aceptación tiene.



Receta sacada del libro NuevaYork, las recetas de culto.



Ingredientes (una ración):

-150 gr de mango pelado y troceado.
-125 ml de yogur natural.
-las semillas de 3 vainas de cardámomo.
-un chorrito de agua.
-unos daditos de mango, para la guarnición.

Para extraer las semillas de las vainas del cardámomo, las machacamos ligeramente en un mortero hasta que se abran.

Introducimos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y triturar.

Servir con trocitos de mango por encima. En verano, podemos mezclar con hielo picado.

Refrescante y aromático, ¡sencillamente delicioso sin ser dulce!

Mabel.
10