Platos fríos

Platos fríos
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Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Pollo al Chilindrón.

Que me gusta a mi un buen plato de pollo. Y encima si lo hacemos al horno, ya ni te cuento.



Mira que son versátiles los cuartos traseros del pollo. Salen muy baratos y con cuatro cosas tienes un plato riquísimo. Yo soy muy aficionada a ellos, no tanto mi costilla. Pero esta vez no ha rechistado ni un poquito.



La cosa es que me trajo cuatro pimientos (aún verdes) de nuestro campo. Han sido los precoces de la temporada, ya que aún no es su hora. Así que ya me ves a mi haciendo cábalas para meterlos en los menús de la semana, ya que estos son enormes y de una era imposible hacerse con ellos. Las que me seguís por Instagram habréis visto otras ideas.



Como no tenía el pollo al chilindrón publicado, pues he aprovechado la ocasión. Pero yo lo he hecho en el horno, para evitar tantas grasas y porque me olvido de la receta hasta que está lista. Una buena idea para preparar de antemano, ya que podemos congelarlo sin problemas, o incluso guardar un par de días en la nevera. Acompañamos de una ensalada (o un buen puñado de patatas recién fritas) y a ponernos morados. Eso si, procurad tener un buen pan a mano para la fritada... no digo más.

Tiempo: 15 min + 1 hora en el horno.

Ingredientes (dos personas):

-2 cuartos traseros de pollo.
-1 pimiento verde bien hermoso.
-1/2 bote de tomate triturado.
-1 cebolla pequeña.
-2 lonchas de jamón serrano, picaditas.
-2 dientes de ajo, fileteados.
-1 copita de coñac.
-aove.
-pimentón de la Vera.
-laurel, tomillo, sal.

Preparación:

Picamos la cebolla fina y el pimiento en cuadraditos. Ponemos a sofreír en un chorrito de aceite los dientes de ajo. Cuando empiecen a dorarse, añadimos la cebolla y el pimiento y dejamos que se haga unos 8 minutos más.

Añadimos una punta de cuchillo de pimentón de la Vera, damos unas vueltas y echamos el tomate. Sazonamos y añadimos una pizca de tomillo. Dejamos cinco minutos más y apagamos el fuego.

Ponemos el pollo en una fuente para horno. Acomodamos la fritada alrededor del pollo y esparcimos el jamón picado. Ponemos un par de hojitas de laurel y regamos con el coñac. Tapamos con papel de aluminio y llevamos al horno una hora a 220º.

Podemos dejar los cinco últimos minutos destapado para que se dore. ¡Ojo! que yo me descuidé un poco y se me tostó demasiado para mi gusto.

Fácil ¿no? Y rico que no veas....

Mabel.


3

Huevo a la Americana.

¡Horror! Llegas a casa un viernes noche. La semana ha sido apabullante y te encuentras con una nevera llena de telarañas. Pero tienes que cenar, echas un rápido recuento de los ingredientes disponibles y hallas una solución (sea como sea).



Pues bien, este es el resultado de la cena del viernes. Sabía que iba a tener una semana dura. Sabía que hoy era el día del #asaltablogs, y sabía que iba a ser complicado llevar todo esto a buen término. Pero hete aquí que yo (previsora como soy y sabedora de mi nula capacidad de organizarme), había guardado esta receta de la anfitriona de este mes (del blog Healthy and Tasty) pensando (más bien asegurando) que no iba a tener tiempo de preparar otra cosa más elaborada.



Pero nuestra querida Mª Angeles tiene cosas riquímas y requetefáciles como esta cena sencilla y exquisita. Una versión de los famosos huevos Benedictine, que en otra ocasión os enseñaré por aquí. Más ligera y muy fácil de preparar. Ella la elabora con pan de molde, pero a mi me ha gustado mucho con panecillos de hamburguesa.



Muchísimas gracias por la idea, Mª Angeles. No será la última receta que te robe, seguro.

Ingredientes (para dos):

-2 panecillos de hamburguesa.
-1 cebolla grande.
-2 huevos L.
-mayonesa.
-aceite de oliva, crema de balsámico, yo usé mi crema de PX de Sibari..
-sal.

Preparación:

Cortamos la cebolla en tiras y ponemos a estofar en aceite. Cuando esté transparente, añadimos un poco de sal y un chorrito de crema de balsámico. Dejamos que haga chup-chup y apagamos el fuego.

Freimos los huevos en poco aceite.Yo los hago por los dos lados.

Untamos el pan con mayonesa, colocamos un lecho de cebolla y encima el huevo.

No por sencillo es menos rico. Al contrario, está delicioso.

Mabel.

11

Pollo Asado con Melocotones y Crema de Balsámico.

Ya empieza el calorcito. Y ya tenemos aquí melocotones ricos y aromáticos... ¿quién dijo que eran sólo para el postre?



Me encantan los melocotones. Tanto como postre o merienda como complementando un plato de carne, y en esta receta la combinación es exquisita. Lo mejor es que es de esos platos que no llevan prácticamente preparación: enciendes el horno, llenas la bandeja y en una horita listo. La idea la he sacado de aquí, ya que me apetecía cocinar algo salado con esta deliciosa fruta. Y fue verla y decirme: esto tiene que estar bueno...¡y vaya si lo está!



Además os cuento un truco, y es que para conseguir ese tono caramelo de la superficie, he utilizado un chorrito de la crema de balsámico de Sibari que me regalaron en el Encuentro Gastroblogger en TSK. Son muy polifacéticas, ya que tanto te valen para salado como para dulce, y realzan un montón cualquier plato. En esta ocasión he elegido la de Pedro Ximénez. Además de aportar sabor, deja un color precioso a la piel del pollo y ayuda a caramelizar.

Esta receta me transporta a días de playa y piscina, ya que te puedes dejar hecho el pollo y calentar en un plis al llegar a casa. Nenas... summer is coming.




Tiempo: 1 hora y 5 minutos.

Ingredientes (para 2 personas):

-2 cuartos traseros de pollo.
-2 melocotones pequeños.
-1 cebolla pequeña.
-Crema de Balsámico.
-Tomillo, a ser posible fresco.
-Aceite de Oliva Virgen Extra y sal.

Encendemos el horno a 220º.

En una fuente de horno, disponemos la cebolla cortada en lascas finas. Ponemos encima los cuartos traseros de pollo, y repartimos los melocotones pelados y cortados en rodajas. Salamos y aderezamos con tomillo y regamos con un hilo de AOVE. Echamos un chorrito de crema de balsámico encima del pollo. Llevamos al horno.

A los 40 min, damos la vuelta al pollo para que se dore por el otro lado. A los 55 min. lo volvemos a poner cara arriba para que termine de dorarse. Listo.

Ideal con una buena ensalada y un buen pan.

¡Hasta la próxima receta! Besos.
4

Coca de Manzana y Nueces.

¿Otra coca de manzana? Sí, sí, ¡nunca tendremos suficientes recetas dulces con manzanas! Y si encima le añadimos nueces, conseguimos la cuadratura del círculo.



Vale, vale, quizás me he pasado. Pero es que las nueces enriquecen tanto cualquier masa, que unidas a la manzana en casa me hacen la ola. Así como os lo cuento. "Esa Mabel como mola, se merece una olaaaa". Y la coca desaparece como por arte de magia.



Y lo mejor es que es una de esas preparaciones que se hacen a ciegas, con la seguridad de que van a salir bien. Lo más sencillo del mundo mundial. Aplicamos la regla del 3+2+1, y listo. Sólo necesitamos tener ganas, porque prácticamente se hace sola. Además se puede consumir en el día, así que es perfecta para días en los que es imposible tener nada previsto. La única pega es que no crece mucho, ya que no lleva mucha levadura (además de que la he hecho en lata, y ya de por sí se quedan bajitas cocinadas en este molde), pero así la cortamos con más facilidad (y también vuela con más rapidez).



Y con esta receta de andar por casa, participo en el reto Color y Sabor de temporada de este mes.



Tiempo: 15 min + 40 min de horno.

Ingredientes:

-1 yogur natural.
-2 medidas de yogur de azúcar.
-3 medidas de yogur de harina.
-1/2 medida de yogur de aceite de girasol.
-3 huevos.
-1 manzana.
-1 puñado generoso de nueces troceadas.
-1 cucharadita de canela de Ceylán.
-1 cucharadita de levadura química.
-1/2 cucharadita de bicarbonato.
-1 pizca de sal.
Opcional: un puñado de azúcar moreno para espolvorear por encima.

Primero encendemos el horno a 170º.

Pelamos y troceamos en cubitos de 1 cm la manzana, La mezclamos con parte del azúcar y reservamos.

Batimos en un bol grande los huevos, el resto del azúcar, el aceite. el yogur y la canela hasta que esté bien mezclado.

Con ayuda de un colador, cernimos encima de la mezcla la harina con la levadura, el bicarbonato y la sal. Batimos hasta integrar.

Añadimos la manzana, y mezclamos bien. Vertemos sobre el molde, que tendremos engrasado o forrado con papel de hornear y colocamos encima las nueces partidas. Horneamos durante 40 minutos o hasta que se dore la superficie.

Espolvoreamos de azúcar blanco o moreno nada más salir del horno. Derjar entibiar, o mejor aún enfriar, antes de degustar.

Espero que os haya gustado. Un abrazo.

Mabel.
17

Pain Au Chocolat (Napolitanas de Chocolate).

Llevamos unos días que apenas sale el sol. Y la lluvia, lo que trae son ganas de café calentito y algo de bollería, si puede ser recién hecha, ¿no os pasa lo mismo?



Hacía tanto tiempo que no llovía por nuestras latitudes que lo encontramos extraño. Pero como dice el refrán, agua de mayo, pan para todo el año. Pan, pan... pues si es de éste, ¡mejor que mejor!



Os explico, un día de esos que estás en casa aburrida, resulta que recuerdas que tienes media tableta de chocolate en casa. Pero no, no sucumbes a zampártela entera. En lugar de eso, corres al súper a por una lámina de hojaldre y decides que tu pecado sea compartido. Como a la costilla le encanta el hojaldre recién hecho, la autoría del delito será mia, vale, pero con un cómplice más que satisfecho de haber colaborado.

La pasada semana me llegó este librito, Le tenía ganas, pero es que después de leerlo tengo una necesidad imperiosa de hacer el hojaldre casero. Os lo juro. Siempre he huido de intentar hacerlo, pero esta vez voy a caer seguro. Os lo recomiendo 100%.



Mientras, me consuelo con estas napolitanas, que deben consumirse aún calentitas. ¡Ojo! no es que luego no estén buenas, pero la cosa empeora bastante, palabrita de chocoadicta. La receta no se puede ni siquiera llamar receta, pero creo que se merecía muy bien un lugar en mi blog, sobre todo porque así os enseño este recetario tan parisino y tan apetecible como grasiento.



Un día es un día.

Tiempo: 40 min.

Ingredientes (para 6 napolitanas):

-1 lámina de hojaldre, me gustan más congeladas (suben más). A temperatura ambiente.
-1/2 tableta de chocolate.
-1 chorrito de leche.
-1 huevo.

Encendemos el horno a 180º.

Primero, troceamos el chocolate y lo ponemos al baño maría con un chorrito de leche hasta que se funda, sin parar de remover. Reservamos.

Cortamos el hojaldre en 6 rectángulos. Ponemos un chorrito de chocolate en el centro de los mismos, tal que así.



Cerramos a modo de canelón, presionando la unión con un tenedor. Batimos el huevo con un poco de leche y barnizamos. Horneamos durante 20 min. o hasta que se doren.



Dejamos entibiar y listos para comer. Es mejor consumirlos en el día, pero eso no será nada difícil...
Besos.
4

Red Velvet Bundt Cake.

Qué ganas le tenía a esta receta...



He tenido que esperar a poder ir a visitar a mi familia saguntina. La última receta dulce la hice para el cumpleaños de mi madre, y esta estaba esperando su turno para la paella que nos hacemos todos los años después de pascuas con mi querida gente de Sagunto.



Allí me aprecian mucho mis recetas dulces, y arriesgo cuando voy. Esta vez tenía el delicioso y vistoso Red Velvet esperando esa ansiada visita (la última vez que nos juntamos fue en julio), y estaba preocupada porque el colorante lo compré en agosto, y temía que se caducara.

Este bizcocho suele presentarse en forma de tarta y relleno de cheesecream. Pero, ni mi marido ni mi querida Inma son fans del queso. Además de que quería hacerla tipo bundt, así que tenía preparada la receta de El rincón de Bea, que para más inri no lleva mantequilla sino aceite de oliva (un must). Una sencilla glasa se encargó de vestir el bundt de fiesta.



He utilizado el colorante de Sugar Flair, en el tono Cherry red. Hay varios tonos de rojo, yo elegí éste. Es más tirando a cereza, pero el bizcocho se queda precioso. Las fotos lo demuestran.

No consigo que me queden los bordes planos en los bundts. En esta ocasión, se me ocurrió poner medias fresas para tapar esos vacíos de los bordes. Me parece que fue todo un acierto.



Super recomendable. Fácil, rico y vistoso. No os lo podéis perder.

Tiempo: 10 min + 50 min de horneado.

Ingredientes:

-2 huevos xl.
-250 ml de aceite de oliva virgen extra.
-250 ml de leche semi.
-350 gr de harina.
-250 gr de azúcar.
-40 gr de cacao puro sin azúcar (yo de Valor).
-2 cucharaditas de café de colorante rojo de calidad.
-vinagre de vino.
-2 cucharaditas de extracto de vainilla.
-1 cucharadita de café de bicarbonato.
-1 pellizco de sal.
-1 cucharada de mantequilla para engrasar el molde.

Primero, preparamos el buttermilk: ponemos la leche en un recipiente con un chorrito de vinagre. Dejamos reposar, mientras encendemos el horno a 175º.  Además, engrasamos muy bien el molde del bundt con la mantequilla sin dejarse ninguna arista sin engrasar.


Tamizamos juntos la harina, el cacao, el bicarbonato y la sal.

En otro bol, batimos el azúcar, el buttermilk, los huevos, el aceite, dos cucharadas de vinagre, la vainilla y el colorante. Batimos con las varillas eléctricas hasta que esté todo bien integrado.

Añadimos los ingredientes secos, en tres veces y batiendo lo justo para ingegrar. No debemos batir en exceso, simplemente que no queden grumos.

Vertemos la mezcla en el molde y llevamos al horno. A partir del minuto 45 ir comprobando pinchando con una brocheta (tiene que salir limpia). A mi me tardó 50 minutos.

Sacamos del horno y, si hemos utilizado un molde tipo Nordic Ware, dejamos reposar diez minutos, Entonces desmoldamos sobre una rejilla. Si es de otra clase, esperamos a que se haya enfriado del todo antes de desmoldar.

Dejamos reposar al menos cinco horas. Yo lo dejo de un día para otro.

Para la glasa, mezclamos una tacita de azúcar glas con un poquito de leche, y vamos mezclando hasta que quede cremoso. Vertemos sobre el bundt.

Preparado de víspera, se despliegan todos los aromas. Una delicia que no disfrutamos si lo consumimos en el día.

Hasta la próxima receta. ¡Besos!
6

Flan de Naranja con Caramelo de Naranja y Balsámico, Sin Gluten.

A todos nos pasan pequeñas catástrofes, incluso cuando has hecho varias veces una misma cosa, nunca tienes la certeza de que saldrá todo perfectamente bien.



Esto me pasó ayer a mi. Hice la mezcla de leche y yogur para hacer yogur casero. Pero oye, que no tenía yo el día. Aquello después de 24 horas estaba en el mismo estado que al principio: totalmente líquido. Un poco más espeso, eso sí, pero estaba más líquido que el yogur líquido (nótese la ironía).

Peero... como la leche estaba en perfectas condiciones, decidí consumirla así tal cual. Cual no fue mi revelación, cuando encontré por casualidad unos sobres para hacer flan en casa que llevaban lustros escondidos en el fondo de mi despensa. Y justo en ese momento me acordé de esas naranjas mustionas que tengo en el cajón de la fruta del frigorífico.



1+1:2. Matemática pura. Me dije: voy a marcarme un flan enriquecido con yogur y con caramelo de naranja. Que eso no puede estar malo lo mires por donde lo mires.

Aquí entra en juego ese insulso de mi costillo. Le ofrecí un flan casero (de sobre), aceptó. Lo degusta, me mira con cara de asco y refunfuña que qué puñetas le he puesto al flan... que el flan toda la vida es de huevo y punto. En fin...



Al final se lo comió, con gestos extraños pero se lo terminó. Pero para mi esto no es ningún agravio, porque me durarán como tres días (y eso que me han salido 8 raciones). Aunque creo que lo que encontró raro es esa pincelada agridulce del caramelo, ya que le añadí un poco de crema de balsámico al cacao negro, de SIBARI. Y, pese a lo que opine mi pejiguera particular, os digo ya que está delicioso. (Y sí, las cremas de balsámico de esta casa son aptas para celíacos). Y así voy utilizando de forma creativa esos maravillosos regalos que nos dieron en el Encuentro de Bloggers Gastronómicos en TSK.

Y con esta receta participo de nuevo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores.



Tiempo: 15 min más tiempo de enfriado.

Ingredientes (8 raciones):

-1 litro de leche semidesnatada.
-1 yogur natural (125ml).
-2 sobres para hacer flan (yo del Consum, son sin gluten).
-10 cucharadas soperas de azúcar moreno.
-1 naranja.
-100 ml de agua.
-1 cucharada sopera de crema de balsámico al cacao negro SIBARI.
-1 punta de cuchillo de canela de Ceylán (yo, de especias Antonio Catalán).

Preparación:

Ponemos toda la leche menos un vaso en una olla junto a la mitad del azúcar y el yogur. El resto de la leche, la ponemos en un bol y añadimos un poco de ralladura de naranja y el contenido de los sobres, batiendo hasta quedar totalmente disuelto.

La leche de la cacerola la llevamos a ebullición, sin dejar en ningún momento de batir con unas varillas. Cuando empiece a borbotear, añadimos el contenido del flan y volvemos a llevar a ebullición sin dejar de batir con las varillas. Enseguida espesará. Repartimos en ocho vasitos o cuencos.

En un cazo ponemos la naranja con la piel cortada en rodajas, el resto del azúcar, la canela y el agua. Llevamos a ebullición sin dejar de remover. Cuando empiece a espesar, en un par de minutos, colamos bien el caramelo en un bol de cristal. Enseguida añadimos la cucharada de crema de balsámico y lo mezclamos bien. Vertemos sobre los flanes.

Nota:  Este flan no queda con una textura tan firme como para ser desmoldado. Está pensada para ser presentada en vasitos o cuencos, pero en vasitos queda más resultona.

Cuando estén fríos, llevamos a la nevera. Lo ideal es dejar hasta el día siguiente.

Bon profit.

Mabel.

9

Empanadillas de Pescado, Guisantes y Huevo Duro.

No hay cosa que más a gusto almuerce que unas ricas empanadillas.


Me da igual el relleno: de tomate y atún, de cebolla y guisantes, de espinacas y huevo, de queso y cebolla, de pisto manchego, de ricota y frutos secos... en fin, imaginación al poder.

Y no digamos si son de harina blanca o integral, porque aquí sí que lo que prima es lo más a mano que las tenga, me explico: las que me queden más cerca de la mano. Así, sin más. Y el tipo de masa que les haga: o de zumo de naranja (cómo ya os explico aquí) o de cerveza, que es la que suelo hacer porque así aprovecho esos medios botes que siempre se quedan rondando por mi cocina (sí, sí, no los tiro, los guardo para hacer rebozados o delicias como ésta que hoy os traigo).



Como siempre, lo que pasó es que el sábado hice para cenar un sublime bacalao al pil pil. Pero, mi señor marido venía de estar con los amigotes un ratito y había picado. Se me dejó medio filete sin tocar. Aquí yo monté en cólera y se abrió la caja de los truenos: que si al precio que está el bacalao y tú te lo vas dejando a medias, que vaya feo me haces con lo bueno que me sale siempre, que de que me lo coma yo nanai que ya me he servido bien y esa no es excusa... vamos, que pego cuatro gritos, mi marido se burla de mi todo lo que quiere y que me dice aquello de: pero "si tú le vas a sacar provecho seguro".

Aquí me tengo que callar, claro está. Podéis llamarme gurrumina, no os lo reprocho. Mi conciencia me impide deshacerme de aquello que sea aprovechable. Como tengo una cocina grande, los armarios de bajo del fregadero y adyacentes (unos 2 m lineales de armariada), están llenos básicamente de tuppers, bandejitas de la carne y frascos de vidrio de conservas y/o bebidas. Una vez, al principio de vivir con él, me preguntó que si yo tenía el síndrome de Diógenes...

Al lío, que me disperso. No había suficiente pescado para elaborar nada sólo con él, pero recordé ese filete de merluza en su jugo que nos sobró hace unas semanas, cuando mi costilla estaba a dieta estricta a causa de una endoscopia, y yo tan previsora congelé cuidadosamente...



Vamos, que he hecho limpieza de provisiones: unos restos de cerveza fría (y desventada), un puñado de guisantes congelados que quedaba por el congelador, unos restos de pescado (eso sí, riquísimos) y, como colofón, una limpieza de harinas empezadas que tenía muertas de risa.



Al final sólo usé la blanca y la integral, no necesité la de fuerza aunque si me hubiera echo falta, le habría echado mano.

¿El único ingrediente no reciclado? el aceite de oliva (de nuestra propia cosecha) y los huevos, que por cierto son de una granja local y fresquísimos y enormes.

Por cierto, con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores.



Con estas medidas me han salido 8 empanadillas, irregulares ya que están hechas a ojo.

Ingredientes:

-1 filete de pescado ya cocido, limpio de piel y espinas.
-2 huevos L, ya hervidos y fríos.
-un puñado de guisantes congelados.
-3 dientes de ajo.
-AOVE.
-150 ml de cerveza fría.
-harina, la necesaria (yo puse mitad blanca y mitad integral) y sal.

Preparación:

En una sartén, ponemos un chorrito de aove. Picamos muy finamente los ajos pelados, y ponemos a sofreír hasta que estén traslúcidos. Añadimos el pescado desmenuzado (pero que se vean los trocitos) y los guisantes. Dejamos que tome calor un minuto. Apagamos el fuego y añadimos los huevos troceados, mezclando bien. Dejamos entibiar.


Encendemos el horno a 180º. En un bol, ponemos la cerveza y la misma cantidad de aove. Echamos una punta de sal y añadimos la harina, batiendo con unas varillas. Cuando ya espese, continuamos amasando a mano, añadiendo la harina suficiente para que la masa sea moldeable y, cuando la estiremos, no encoja y quede como la hayamos dejado. Si vuelve a su forma anterior, añadimos algo más de harina.

Enharinamos la superficie de trabajo. Cogemos bolas de masa, las estiramos sin que queden demasiado finas (o se romperán), dando forma redonda. Ponemos una cucharada del relleno a un lado y cerramos, haciendo un cordón con los dedos por el extremo. Así hasta acabar con la masa. A mí me vino justo el relleno.



Horneamos hasta que estén doradas por los bordes. Si usáis harina integral, tardarán algo más, si es blanca en 30 minutos estarán (o antes).

Una vez frías, podemos congelar las que no vayamos a consumir.

¡Hasta la próxima receta!

Mabel.
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