Pastel de Naranja Marroquí.

¡Es tiempo de naranjas!

Es increíble todo lo que se puede hacer con unas naranjas... para muestra, la tarta que os traigo hoy, que más exótica y sencilla no puede ser.
Tenía en pendientes hacer la Tarta de Naranja Libanesa de mi querida Marisa (Thermofan). Y en pendientes sigue, porque el otro día vi en el Mercadona cous-cous en dos grosores diferentes, y el más fino llevaba en el envase una tarta de chocolate. Y se me encendió la bombillita.

Recordé un par de recetas que tenía por ahí archivadas con cous-cous (dulces, se entiende), y también recordé una receta marroquí que venía en un libro de cocina que tengo, Mediterranean Food. Es uno de los tres libros que tengo en inglés, y que son el salvavidas que me ayuda a mantener cierto nivel con el idioma. Lo cual me lleva a otro punto, retomar las clases de inglés, ahora que se me presenta por delante mi trimestre de descanso, y que buena falta me hacen.

Pero volviendo al lío, que me disperso con suma facilidad; la receta de mi libro me tenía muy intrigada, ya que no estaba segura que cómo iba a quedar eso. Y quedó genial. La textura es muy interesante, nada que ver a lo que estamos acostumbrados en la cocina occidental, pero queda un pastel muy, muy aromático. Y eso que me contuve de añadir todo el cardamomo que me pedía la receta, y dejé las ocho vainas en cinco.

Por lo demás, la he seguido fielmente (bueno, yo he usado azúcar moreno integral, pero lo demás igualito, lo prometo). Desde luego, es una estupenda manera de aprovechar las naranjas fabulosas de cosecha propia que aún me quedan, sobre todo porque las cortezas están sin tratar y las puedo utilizar sin miedo. Os recomiendo usar naranjas sin tratar, ya que las del súper están recubiertas de ceras nada apetecibles para ser ralladas. Y, por mucho que las lavemos, esas cortezas no tienen  ni una quinta parte de su frescura y aroma. Así que si no podemos conseguir naranjas sin tratar, no utilicemos la corteza, aunque sin ella la receta no será lo mismo.

Y con este dulce goloso y exótico estrenamos el año en el blog. Me parece que la operación post-polvorón de momento tendrá que esperar...

Tiempo: 15 min +30 min de horneado.

Ingredientes (para 6-8 raciones):

• 1 naranja.
• 100 gr de almendras molidas.
• 165 gr de cous-cous fino (sémola de trigo, semolina).
• 115 gr de mantequilla en pomada.
• 2 huevos M.
• 100 gr de azúcar moreno integral.
• mantequilla para engrasar el molde.

Para el sirope:

• 1 naranja.
• 5 vainas de cardamomo.
• 4 cucharadas soperas de azúcar glas.

Preparación:

Yo usé almendras enteras y las trituré en un robot hasta dejarlas muy finas. 

Encendemos el horno a 180ºC.

Rallamos la piel de la naranja, sin nada de blanco, y la mezclamos con el azúcar.

En un bol, batimos la mantequilla, el zumo de media naranja, los huevos y el azúcar aromatizado hasta integrar.

Añadimos la almendra y el cous-cous, integramos bien.

Vertemos en un molde engrasado, nivelamos bien con una espátula y metemos al horno. Tardará entre 30 y 45 min, dependiendo del molde que usemos, el mío medía 24 cm y se hizo en 30 min; si usáis uno de 20 cm quedará más altito pero tardará más en cocer.

Mientras preparamos el sirope: en un mortero machacamos las bolitas de cardamomo del interior de las vainas con el azúcar glas.  Las pasamos a un cacito y añadimos el zumo de la naranja y el de la mitad de la otra naranja que nos ha sobrado del pastel (1 y 1/2). Llevamos a ebullición y lo cocemos un par de minutos, o hasta que se quede con la textura de un jarabe ligero.

Una vez tibio el pastel, lo regamos con la mitad del sirope. Desmoldamos cuando esté totalmente frío. Podemos decorar con ralladura de naranja extra y azúcar glas, como yo he hecho, o con naranja confitada.

Si sobra, al día siguiente lo volvemos a regar con el resto del sirope. 

¡Delicioso y diferente, para repetir!

Feliz comienzo de año a todos.

Mabel.