Bizcocho Vegano de Chocolate y Plátano.

En ocasiones, veo bizcochos.

Y en otras, son ellos los que me encuentran a mi.




En serio. Esta vez prometo que no lo he premeditado. Simplemente, dejé madurar unos plátanos en el frigo, como os he contado esta mañana en el instagram.  La idea inicial era hacer unos gofres de plátano y avena, o bien las galletas de avena y plátano, que tan ricas están. Pero esta delicia llegó a mi pantalla, no me preguntéis cómo.

Bueno, supongo que fue por inercia. Por lo visto, tecleé "recetas con plátanos maduros", y simplemente apareció. Y oye, que yo tan feliz. Que el cuerpo me pedía choco, que quería hacer algo apetitoso con aquellos plátanos, y que este bizcocho más rico no puede estar. No nos engañemos, como bien dice el autor de la receta, no es un bizcocho ligth (nada más lejos), ni rápido, pero qué narices, rico está un rato y además no lleva huevos ni lácteos.

Se parece sospechosamente a mis brownies sin-sin-sin, pero en contrapartida éste sí lleva gluten. Y la textura tampoco es la misma. Es más bien compacto, pero de sabor intensísimo.

Me voy a tener que plantear congelar la mitad, o en tres días más no podré abrocharme los vaqueros. Esto es un sinvivir.

Tranquis, tengo la solución: compartid esta golosina con unos cuantos tragaldabas, y problema resuelto.

La receta original lleva cuatro plátanos maduros; yo sólo tenía dos y medio, así que he reemplazado lo que me falta por 125 ml de compota de manzana casera, que es sin azúcar y que procuro tener hecha de vez en cuando, ya que es sùper versátil. También he ajustado algo el resto de ingredientes, pero en general es igualita. No necesitaba de muchos retoques más.

¿Nos animamos?

Tiempo: 10 min + 45 min de horneado.

Ingredientes (para unas 6 raciones):

• 2 y 1/2 plátanos muy maduros.
• 125 ml (1/2 taza) de compota de manzana sin azúcar. (*)
• 120 gr de panela, o azúcar moreno integral.
• 100 ml de aceite de oliva virgen extra.
• 70 gr de cacao puro en polvo 0%.
• 160 gr de harina de repostería.
• 1 cucharadita de café de bicarbonato
• 1 cucharadita de café de vinagre de vino
• 1 pizca de sal.
• 1 cucharadita de café de extracto de vainilla.
• 1 cucharada sopera de pasas.
• 1 cucharada sopera de piñones.
• 1 cucharada sopera de panela o azúcar moreno.
• spray para engrasar el molde, o aceite vegetal.

* Si no tenemos compota de manzana, asamos una manzana pequeña 4 minutos en el microondas a potencia máxima, sin pelar y con unos cortes en la piel. Una vez tibia, la pelamos y descorazonamos y ya la podemos usar en la receta.

Preparación:

Encendemos el horno a 180ºC.

En un bol pequeño, mezclamos las pasas y los piñones con la cucharada de azúcar y calentamos en el micro medio minuto. Reservamos.

En un bol, machacamos los plátanos troceados junto al azúcar y la compota de manzana, hasta que quede un puré más o menos homogéneo. Yo utilizo la mano del mortero.

Añadimos el aceite, el vinagre y la esencia de vainilla, mezclamos bien.

Añadimos el cacao, la harina y el bicarbonato, y mezclamos con las varillas hasta que quede todo bien integrado.

Engrasamos el molde que vayamos a utilizar, y lo espolvoreamos ligeramente con un pelín de harina.

Vertemos la masa, nivelamos con una espátula y repartimos las pasas y los piñones por encima.

*A mitad de cocción, tenemos que cubrir el pastel con una hoja de papel de aluminio, para que las pasas no se quemen.

Horneamos 45 min, pero a partir del minuto 40 comprobamos la cocción pinchando con una brocheta por el centro, que ha de salir limpia.

Sacamos del horno y dejamos reposar 15 min antes de manipularlo. Lo ideal es prepararlo de víspera y conservar en la nevera. Fresquito está de escándalo.

Ya me contaréis... os aseguro que será difícil parar.

Mabel.