Pero si encima el pan es totalmente natural, sin levaduras artificiales, ya es la bomba.
Empecé hace una semana más o menos a gestar mi masa madre. Ahora tengo tiempo libre y puedo experimentar, y le tenía ganas. Nunca antes había probado a hacerla. Tras rebuscar algunas recetas, opté por la que explica Carmen Tía Alia en Directo al Paladar, porque me pareció la más sencilla. Y me puse manos a la obra.
No sé si fue suerte del principiante, o que ya una ha atesorado cierta experiencia, pero la cosa salió bien. Vamos, mejor que bien, y eso que yo no las tenía todas conmigo porque la única harina integral que tenía en casa cuando me decidí era una de avena. No pensé que pudiera la harina de avena responder así. De hecho, me puse con bastante escepticismo a elaborarla. Pero al tercer día aquello ya demostraba cierta actividad. Eso sí. el resto de los refrescos los hice con harina de fuerza, ya que al día siguiente me puse las pilas y fui a comprarla.
Tras una primera prueba, que intenté hacer una coca dulce, (que por cierto acabó en la basura, y me sirvió para comprobar que los levados con masa madre son bastante más lentos), me metí de lleno a una segunda prueba. Esta vez en serio y sin prisas. Decidí dar a la masa todo el tiempo que necesitase. Y ya que me ponía, porqué no experimentar con semillas varias y harina de espelta integral, a ver qué salía de allí.
Fabuloso. El pan es sencillamente delicioso, de miga tierna. He leído por ahí que estas masas mejoran a los dos o tres días de horneado. Ya iremos comprobando. Yo congelaré la mitad y la otra mitad la dejaré a ver cómo va respondiendo. Os pongo en materia de cómo me he organizado:
Día 1: refresco la masa madre con harina de trigo común y leche. Dejo reposar de un día a otro.
Día 2: amaso la receta de buena mañana y dejo levar. Tarda como unas cinco horas, teniendo en cuenta que aún hace frío. Desgaso la masa, formo el pan y dejo un segundo levado de 1-2 horas. Horneo y dejo reposar bien tapado.
Día 3: degustación final del pan.
La corteza es dura, pero fina. Con un cuchillo de sierra la he atravesado sin problemas. La miga es esponjosa, jugosa y muy tierna. Espero que al día siguiente mejore. El aroma de las semillas de hinojo le da un toque dulce interesante, y el resto de semillas un punto crujiente muy rico.
Tenía que compartirlo, ya que estoy muy orgullosa de que mi masa madre haya tirado pa'lante, a ver si seguimos experimentando. El próximo, toda la harina será integral.
Espero que os guste.
Ingredientes (para un pan de molde):
Para la masa madre:
- 100 ml de masa madre natural.
- 100 ml de leche entera.
- 100 ml de harina de trigo.
Para el pan:
- la masa madre ya refrescada.
- 100 ml de leche entera.
- 100 ml de agua a temperatura ambiente (yo necesité un poco más al amasar).
- 25 gr de mantequilla.
- 200 gr de harina de trigo.
- 300 gr de harina de espelta integral.
- 1 cucharada de postre de azúcar.
- 1 cucharada de postre de sal.
- 1 cucharada sopera de semillas de hinojo.
- 1 cucharada sopera de semillas de lino dorado.
- 1 cucharada sopera de semillas de amapola.
- 1 cucharada sopera de pipas de calabaza.
Preparación:
Primero preparamos el prefermento o masa madre, mezclamos los ingredientes y dejamos reposar, a temperatura ambiente y tapado con un paño, al menos 12 horas. Yo lo hago por la noche y así lo tengo preparado a la mañana siguiente.
Al día siguiente mezclamos en un bol capaz el prefermento o masa madre con el agua, la leche, la mantequilla, la sal, el azúcar y mezclamos bien con unas varillas. Luego, vamos añadiendo las harinas, y cuando empiece a espesar vamos mezclando con las manos.
Volcamos la mezcla sobre el mármol de la cocina, previamente espolvoreado con un poco de harina. Amasamos hasta que esté la harina bien integrada. A mi me hizo falta un chorrito de agua para integrar toda la harina en la masa.
Cuando la masa esté bien compacta, amasamos unos minutos, hasta que la bola quede elástica y empiece a notarse algo de actividad, yo estuve unos cinco minutos.
Hacemos una bola y depositamos en un bol previamente aceitado. Tapamos con un paño y dejamos levar hasta que doble su volumen. Paciencia, a mi me tardó cinco horas.
Cuando haya crecido, sacamos la bola, la depositamos sobre el mármol y la desgasamos. Estiramos con el rodillo y hacemos un rectángulo, del mismo largo que el molde que vayamos a usar. Hacemos un rulo por uno de los lados largos y depositamos en el molde, engrasado previamente, con el borde de unión hacia abajo.
Dejamos levar una hora o dos más, o hasta que haya crecido notablemente.
Encendemos el horno a 250º. Espolvoreamos ligeramente el pan y horneamos a esta temperatura 20 minutos, luego la bajamos a 190º y lo tenemos 15 minutos más. Sacamos y dejamos templar antes de sacar del molde.
Tapamos y dejamos reposar hasta el día siguiente. Listo.
No sabes lo rico que huele cuando empieza a dorarse...
Mabel.
Pues para ser tu primer pan con masa madre ¡menudo pan te ha quedado! Ya ves, tienes un nuevo cometido, seguir investigando con estas masas y compartiéndolas con nosotras
ResponderEliminar¡Besos mil!
De verdad que hasta yo estoy sorprendida. Pan sabía hacer, pero el tema de las masas madre tiene su ciencia, no creas.
EliminarAhora estoy con el rollo de la hidratación y esas cosas, que no es fácil no.
Mil gracias por pasarte por aquí, u sobre digo que el pan es delicioso.
Besos mil!!
Mabel, mira si hace años que yo hago pan y la MM es otro tema. Unas veces sale bien y otras, no sube ni a tiros el pan. A mí me pasa que la dejo y me canso de refrescarla y por eso prefiero los pre-fermentos. No te sorprendas y disfruta porque te ha salido un pan espectacular. Con lo que me gusta la espelta y las semillas, viendo esas rebanadas, no dejaba ni una miga.
ResponderEliminarFelicidades y a por el siguiente, pero tiempo y paciencia, siempre.
Besos mil
Veo un pan maravilloso Mabel, es más lo guardo para probarlo esponjoso y con una pinta brutal, tendré que hacerle algunas modificaciones porque acá no consigo espelta, pero me gusta mucho que lleve leche, ya veremos. Por ahora lo dejo en los borradores de cosas deliciosas para hacer de blogs amigos.
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