Lentejas con Manzana y Verduras.

Un plato de lentejas siempre resulta reconfortante, en casa suelo hacerlas una vez a la semana.

Aunque no suelen ser muy bien recibidas, si no llevan su trocito de chorizo.

Al principio, en casa mis lentejas no les gustaban demasiado, porque no iban cargaditas de "condumio", léase derivados del cerdo. Vamos, que si en frío no se podía cortar el caldo, eso ni eran lentejas ni eran nada. Y a mi que me gustan suaves y encontrarme trocitos de verduras... y de poner patatas en el caldo ni pensarlo, o me las comía yo directamente.

Tras varias pruebas, al final llegué a un punto intermedio. Un punto en el que todos nos encontrásemos cómodos, digo todos porque aunque seamos dos suelo hacer lentejas cuando hay más gente en casa,  ya que soy incapaz de hacer dos raciones en un guiso así. De forma que, con algún tubérculo troceadito bien pequeño  (sino lo distinguen, no lo pueden apartar, ;D), y un buen chorizo de mi carnicero habitual el problema lo tenía resuelto. Así he perfeccionado mi receta con un sofrito de tomate, cebolla, pimentón dulce y nabos y/o chirivía, que se comen relativamente bien (eso sí, sin demasiado entusiasmo), y sus correspondientes trozos de buen chorizo fresco en el plato.

En estas que mi suegro, parece ser que como el tiempo va mejorando, ya se quiere ir a su casa. Entonces podré volver a mis platos normales, tales como pasta, pollo asado (que nadie sabe porqué, pero no come pollo), y cosas así. La pasta es crucial: si le pones macarrones, hará una mueca, comerá dos cucharadas y dirá que ya no tiene más hambre. Pero si le pones espaguetti o fideuà, ay madre... te mirará con cara de Norman Bathes y dirá que eso a él no le gusta.

Ya sé que hay que ir adaptándose y meterle de todo de vez en cuando, pero para cuatro días que está con nosotros, no me apetece verle poner muecas raras. Le hago lo que le gusta y punto. Eso sí, voy intercalando cosas que si las supiera, ni lo  probaría. Como estas lentejas, a las cuales el chorizo disfraza la manzana que se comió sin enterarse. Ya os digo que la manzana aporta un matiz dulce y exquisito al guiso.

Sólo necesitas estar cerca del fuego mientras se hacen, porque sólo te entretendrán mientras hagas el sofrito. Y si las haces unas horas antes, mejor; y si es la víspera, ya lo bordas.

Tiempo: 1 hora y media. Es preferible al menos una hora de reposo.

Ingredientes (para 4 raciones):

• 200 gr de lentejas pardinas.
• 2 chorizos frescos de buena calidad.
• 1/2 cebolla.
• 1 zanahoria pequeña.
• 1 puñado de judías boby.
• 1/2 calabacín grande o 1 pequeño.
• 1 manzana.
• 2 hojas de laurel
• una rama de tomillo.
• 1 cucharada de postre de pimentón dulce.
• aove y sal.

Preparación:

En una cacerola ancha ponemos a sofreír en un chorro de aove la cebolla picadita, cuando esté transparente añadimos el resto de las verduras, cortadas bien pequeñas (en brunoise) y la manzana pelada y descorazonada y cortada en trozos de unos 2cm (tranquilas, se deshará casi por completo, y lo que no se deshaga lo deshacéis con la cuchara de madera antes de servir). Damos unas vueltas y dejamos un par de minutos.

Añadimos los chorizos cortados en tres o cuatro trozos y el pimentón. Damos unas vueltas y añadimos agua suficiente y el tomillo. Llevamos a ebullición.

Cuando rompa el hervor, tapamos y dejamos a fuego muy bajo una hora.

Pasado este tiempo, probamos de sal y rectificamos. Si les falta un poco, dejamos diez minutos más.

Me gusta servímelas con un chorrito de crema de balsámico.

Bon profit,

Mabel.