Pan de Aguacate.

Sí, has leído bien: pan de aguacate.

Un pan jugoso y esponjoso con un sabor diferente.

¿Cómo te quedas? Porque yo me quedé prendada, ayer lo vi y hoy lo he hecho. Y ya. Buscando estaba yo otra cosa muy distinta, y no sé cómo aparecí en una web de cocina mexicana, y me perdí. El año próximo o al siguiente queremos ir a conocer aquellas tierras, y claro todo lo que suene a chiles, rancheras y tequilas me deja totalmente en trance.

Ya tengo un pan de aguacate publicado, pero no es otra cosa sino un bizcocho verde y jugosón que lleva aguacates sustituyendo la grasa de la masa del bizcocho, y por cierto hace mil que no lo hago. Y gusta, mucho. Pero esto no tenía nada que ver con el dulce, no. Esto era un pan elaborado al estilo monkey bread, a bolas que son fácilmente separadas del resto con las manos, y que resulta por eso muy apetecible de comer. La elaboración parecía sencilla, sin demasiados levados, así que no me lo pensé mucho.

Además he decidido, ahora que tengo tiempo, hacer al menos un pan semanal, por aquello de no perder la costumbre y porque no hay nada más placentero que comer un buen pan casero. Y ya de paso, vamos a ir experimentando con recetas un poco diferentes, que en la variedad está el gusto.

Pues como os decía al principio, esta página donde encontré el pan verde que hoy os traigo, tiene un montón de ideas para babear y babear sin piedad (eso siempre que os guste la cocina mexicana, claro). Y me ha recordado esos platillos que probamos en Punta Cana el pasado año y que algunos tanto me gustaron. Esta cocina es tan alegre y chispeante como sus gentes y sus playas. Enamoradita me tienen.

Ahora viene la parte negativa: no es un pan que aguante muchas horas jugoso. Supongo que será por el levado rápido y la levadura seca, ya que cuando he preparado panes con levadura fresca no me ha pasado esto. Y he usado harina de fuerza, pero creo que con un reposo tan corto de la masa quedará mejor con harina común (que es la que se usa en la receta original). Aunque yo no soy ni mucho menos una experta, pero esa es mi experiencia. Así que este pan está pensado para hornear y consumir enseguida, o bien congelar las porciones en cuanto se enfríe. Cuando vea qué tal queda descongelado, reedito el post y os cuento.

Fácil fácil nivel principiante. La receta original marca 1 hora de levado y 25 min de horneado, pero eso debe ser en aquellas latitudes, porque yo con 10 ºC en el exterior y 57% de humedad ambiental, he necesitado los tiempos que os indico abajo. Nada que no tenga solución. Y he preparado la mitad de cantidades de lo que el autor indica, que en casa sólo somos tres y mis panes sólo me los como yo.

Tiempo: 15 minutos el amasado, 2 horas de levado, 45 min de horneado.

Ingredientes (1 taza: 120 ml):

• 1 aguacate mediano.
• 1 taza de agua tibia.
• 1/2 sobre de levadura seca de panadero.
• 1 cucharada de postre colmada de azúcar moreno integral.
• 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra.
• 4 tazas de harina de trigo (más o menos, la que necesite).
• 1 cucharadita de café de sal.
• un poco de leche para pintar la masa.

Preparación:

En un bol ponemos el agua y la levadura y dejamos reposar cinco minutos para que se active. Pasados esos cinco minutos, el agua tendrá burbujitas. De no ser así, es que la levadura está inerte y no nos servirá.

Añadimos 1 taza de agua y el azúcar y mezclamos bien hasta que estén integrado. Añadimos el aguacate cortado a trocitos, el aceite, la sal y dos tazas de harina. Nos engrasamos las manos y mezclamos muy bien. Vertemos la mezcla en la encimera espolvoreada previamente de harina y amasamos, añadiendo la harina necesaria hasta que la mezcla no se nos pegue a a¡las manos.

Amasamos unos minutos. Formamos una bola y depositamos en un bol aceitado. Tapamos con un paño y dejamos reposar entre 1 y 2 horas, hasta que la bola duplique su volumen.

Encendemos el horno a 175ºC.

Mientras se calienta, preparamos un molde redondo engrasado. Damos un golpe a la masa para sacar el aire y formamos bolas del tamaño de una pelota de golf, que vamos depositando en el molde, sin que se toquen entre ellas, ya que crecerán durante el horneado.

Pimtamos las bolas con un poco de leche y horneamos hasta que se doren, a mi me tardaron unos 45 minutos.

Sacamos, dejamos reposar 10 minutos y volcamos el pan sobre un paño. Damos la vuelta y dejamos enfriar.

Listo. Tiene un sabor delicado y un bocado muy jugoso. ¡Y un color muy bonito!

Mabel.