Pescadilla Con Salsa de Hinojo y Naranja.

A veces me apetece comer cosas sencillas...

Ya está aquí octubre. Mi mes. Es mi mes, con diferencia, favorito del año, porque el clima es fresco por las noches y cálido durante el día, y eso siempre que no le de por llover. Me encanta la lluvia, el olor de la tierra mojada y ver caer las gotas a través del cristal de mi ventana. Me gusta octubre porque la temperatura ya me pide chocolate caliente a la hora de la merienda, y sobre todo si es día 24, que es cuando cumplo años. Sí, definitivamente, mi mes favorito es octubre.



Hoy es día 1, y eso significa que es día del Reto Alfabeto Salado. En esta ocasión, los ingredientes elegidos eran la pescadilla y el hinojo, y llevar al cabo el reto me trajo algún que otro quebradero de cabeza.

La pescadilla me ha gustado rescatarla. Hacía años que no comía este pescado, que no es otra cosa que una merluza pequeña. Recuerdo de niña haber comido bastantes pescadillas, incluso en una ocasión que recuerdo con especial cariño, la primera vez que me quedé a dormir en casa de una compañera de instituto, con 14 años o así, que su madre hizo para cenar unas pescadillas rebozadas que estaban riquísimas. Acabo de caer en la cuenta, que no sé nada de Lidia desde hace años.

Y el hinojo... ¡ay el dichoso hinojo! Como sabéis (o no), en verano acudo a Mercavalencia con mucha asiduidad. Y, por ende, tengo toda clase de verduras y hortalizas al alcance de mi mano. Pero el hinojo de mis desvelos, no está en temporada, y el que hay es escaso y viene de fuera (caro y difícil de encontrar). Desistí de utilizarlo fresco, y me tuve que arreglar con las semillas. Tampoco ha sido tarea fácil, pero Especias Valencia me las ha enviado (junto a otro botín no menos sustancioso), en menos de 48 horas.

Así que sí, he llegado al reto, y con holgura. Y lo mejor, con una receta aromática sin pretensiones, que creo que voy a repetir en más ocasiones, ya que he usado la primera naranja de mi cosecha y no estaba muy dulce (vamos, era prácticamente un limón, jajjaja), de modo que cuando estén en su punto mi receta ganará enteros.

Una cena bien fácil y deliciosa.

Tiempo: 30 min.

Ingredientes (para 2 raciones):

• 4 pescadillas.
• 1 cebolla pequeña.
• 1 naranja.
• 1 diente de ajo.
• 1 cucharadita de café de semillas de hinojo.
• 100 ml de vino blanco (yo he usado un chardonnay).
• harina para rebozar el pescado.
• aceite de oliva virgen extra y sal

Preparación:

Enharinamos las pescadillas. Ponemos aceite en una sartén y las sofreímos un par de minutos por cada lado. Las retiramos en un plato con papel absorbente, reservamos.

En una cazuela ponemos un chorrito de aceite, añadimos la cebolla picada muy menuda y dejamos sofreír hasta que esté bien blandita. Mientras, machacamos en un mortero el diente de ajo con las semillas de hinojo, y añadimos a la cebolla. Cuando esté algo blanda, añadimos el zumo de media naranja, la otra media cortada en rodajitas y el vino. Damos un hervor, añadimos las pescadillas y dejamos reducir, al menos cinco minutos, dando una vuelta a las pescadillas para que se hagan por igual.

Servimos con una ensalada verde.

Me ha sorprendido el toque del hinojo, entre fresco y amargo.

¡Bon profit!