Focaccia de Aceitunas Negras, Ajo y Romero.

Hoy os traigo una estupenda focaccia para el almuerzo.

Toda la culpa la tiene un grupo del Facebook del que soy miembro, el otro día vi como publicaban una focaccia alabando la facilidad de su elaboración incluso para aquellas que no se les daba bien el pan. Y recordé que no tenía ninguna publicada... el resto es historia.

Hablando de historia, la focaccia o fogassa es un pan de origen italiano que está más cerca de la pizza que del propio pan, por su forma y por su tipo de miga. Fuera de Italia se suele consumir en forma de sandwich o bocadillo, aunque si lleva suficientes aliños no necesita ningún tipo de relleno.

Yo me he decantado por algo tan mediterráneo como las aceitunas, que me encantan, y por supuesto el romero es fresco, cogido del monte que tan cerquita tengo. Sólo me falta que el aceite de oliva sea de casa... cosa que solucionaré en breve, ya os contaré.

Con este pan me empiezo a ambientar en mi nuevo destino, ya que los próximos días me voy a conocer tres ciudades italianas que aún no conozco. Estuve en el norte, pero no en éstas. Bueno, en realidad es un crucero y las visitas serán más bien breves, pero intentaré impregnarme de sus aromas para luego contároslo con todo detalle.

Sin más preámbulos, os cuento la receta, facilona donde las haya.

Tiempo: 20 min de amasado + 90 min de leudado + 30 min de horneado.

Ingredientes (para cuatro raciones):

-450 gr de harina de fuerza.
-250 cc de agua templada (no fría).
-12 gr de levadura fresca (media pastillita).
-1 cucharadita de postre de sal.
-1 cucharadita de postre de azúcar.
-50 cc de AOVE.
-romero fresco, ajos.
-1 puñadito de aceitunas negras sin hueso, en rodajitas y bien escurridas.

Primero, en el agua bien templada (más bien calentita, pero no caliente), deshacemos la levadura y añadimos el azúcar. Vamos mezclando poco a poco y, con un batidor de varillas al principio, la harina y la cucharada de sal. Cuando se espese, dejamos el batidor y continuamos a mano. Amasamos y añadimos harina hasta que la masa sea elástica y no se pegue a las manos.

Ponemos en un bol y tapamos con un paño. Dejamos reposar una hora.

En este tiempo, ponemos las aceitunas, un puñado de hojas de romero, un diente de ajo grande bien picado y el aceite a calentar. Cuando humee, apagamos el fuego y dejamos infusionar y templar mientras la masa sube.

Pasada la hora, amasamos ligeramente la masa para deshincharla. Escurrimos los sólidos del aceite y los añadimos a la masa. Mezclamos bien con un ligero amasado y la colocamos sobre la bandeja de horno cubierta con papel de hornear.

Aplanamos bien en forma redonda, no más de un dedo de alta. Con el dedo, introducimos hasta el fondo haciendo agujeritos en la masa. Con un pincel de cocina, pintamos generosamente la superficie de la focaccia con el aceite reservado, procurando que los agujeritos queden bien impregnados. Salamos bien la superficie al gusto y dejamos templar media hora más.

Horneamos a 190ºC unos 25-30 minutos, o hasta que esté bien doradita.

Deliciosa recién hecha, pero fría también. Además congela divinamente, yo la hice cuatro trozos y congelé los dos que no me comí.

A la vuelta nos vemos, con nuevas y deliciosas historias...

¡Sed felices!

Mabel.