Energy Balls de Pecanas y Té Matcha.

¿No suele pasaros, que compras un ingrediente supuestamente maravilloso, y cuando vas a catarlo te quedas algo insulsa? Pues eso precisamente me pasó a mi con el té matcha.

Bien, recapitulemos. Quizás es porque el té en cuestión lo compré en el Mercadona, y tal vez su textura no era la más idónea para degustarlo, pero lo cierto es que cuando intenté disolver esos sobrecitos en el agua hirviendo, encontré más posos de los que eran deseables.

Pero, quienes me conocéis lo sabréis de sobra, renuncié a deshacerme de aquel envase. Sabía que antes o después le encontraría utilidad. Y fui paciente, guardé la cajita, y ya no se supo más hasta hace un par de semanas.

Trasteando por mi Instagram, vi unas energy balls de té matcha en el perfil de La Cocina de Carolina, a quien sigo hace tiempo y me maravillo con sus fotos estratosféricas. Y se me iluminó la campanilla. Justo esa semana me tenía que desplazar al centro, me metí en el supermercado de El Corte Inglés, ya que sabía que allí no tendría problemas para encontrarlos, y me agencié una bolsa de nueces pecanas, las cuales no había probado y pensé que quedarían fetén para esa receta.

Por si no sabéis lo que son las energy balls, deciros que se trata de unos bocados energéticos, normalmente crudos, compuestos de frutos secos y otros ingredientes más o menos sanos y energéticos, que se suelen tomar como tentempié o aporte extra de energía tras hacer deporte o, simplemente, en días que necesitamos un aporte de vidilla extra. Y si todo esto no os convence, tienen el plus de que no se cocinan, con lo cual el gasto energético para prepararlas es mínimo.

Dicho y hecho, me lié con esos bocados que ya había visto en mi cabeza. Y no pudo gustarme más el resultado. Aquí el té matcha aporta color, sabor y textura en unas bolas que de lo contrario quedarían algo pegajosas. No será la última vez que utilice el té matcha del Mercadona en una receta. Además, como he rescatado un ingrediente que había caído en el olvido de mi despensa, incluyo esta receta en el proyecto de mi amiga Marisa, 1+/-100: desperdicio 0.

No es necesario que las nueces sean pecanas, este fue un pequeño lujo que me consentí en ese momento. Unas nueces normales, almendras o incluso avellanas os hacen el mismo papel.

Tiempo: 10 min + un par de horas de nevera.

Ingredientes (para 9 bolas):

• 150 gr de dátiles.
• 150 gr de nueces pecanas.
• 1 chorrito de esencia de vainilla (opcional).
• 1 pellizco de sal marina.
• 1'5 gr de té matcha.
• Té extra para espolvorear.

Preparación:

Deshuesamos los dátiles y los ponemos unos minutos en agua templada.

Las pecanas, las ponemos en una bolsa de congelar y les pasamos el rodillo de la cocina varias veces por encima, procurando que queden picadas pero con algún trozo más gordito.

Escurrimos los dátiles y los troceamos. Los ponemos en el vaso de la batidora junto a las nueces y el resto de ingredientes. Damos unas golpes de batidora hasta que quede una masa más o menos pegajosa pero con los ingredientes integrados. Nota: yo no tengo procesador y así es como lo preparo. Si tienes procesador o picadora de alimentos, simplemente lo pones todo junto desde el principio y le das toques hasta que la masa quede a tu gusto. Ha de quedar integrado pero con algún tozo visible, no hecho un puré.

Con ayuda de una cuchara, vamos haciendo bolas y las vamos pasando por té matcha extra, y después las colocamos en una lata forrada con papel de horno. Yo las preparo así: cojo la ración, la pongo en una bolsa de plástico y allí la moldeo, ya que la masa es bastante pegajosa y así no la desperdiciamos.

Llevamos la lata a la nevera al menos un par de horas. Aguantan varios días, y al día siguiente están más ricas.

¿Te gustan las energy balls? Dime qué ingredientes prefieres...

Mabel.