Tarta Guinness 2.0

Lo único bueno de cumplir años entre semana, es poder celebrarlo dos veces.

Porque claro, si tus compañeros saben que eres una cocinillas, y no haces nada para demostrarlo, quedas como una bocazas. Y por supuesto, tiene que haber celebración en el finde más inmediato a la fecha en cuestión, que en mi caso fue el sábado anterior.




Al trabajo llevé mi Bizcocho de Chocolate y Peras, que siempre es un acierto (aunque me quedé corta de almendra, y tuve que modificar la receta un poco, pero aún así salió deliciosa), que por cierto no había vuelto a hacer desde que la publiqué y es una receta que gusta a todo el mundo. Peero, para la celebración del precumple, quise llevar una tarta chocolateada, pero no disponía de apenas tiempo para que reposase y, para más inri, éramos ciento y la madre.

Me acordé de la Tarta Guinness, que en su día tanto gustó en mi casa. La única pega es que está más rica al día siguiente, pero eso no fue problema. La devoraron sin piedad. Y tengo que reseñar que aunque la auténtica lleva cheesecream por encima, yo me limito a poner nata montada porque los míos no son grandes amantes del queso, y creo que resulta así mucho más ligera.

Os pongo en situación: una veintena de amigos, una cena a base de carne a la brasa, un jardín precioso (de mi amiga Sandra, que tuvo a bien cedernos su bonita casa a una horda de salvajes), y una Guinness para el postre. Yo creo que la ecuación mal no podía salir.

Mi gran miedo era que el frosting de nata montada se desmoronase al estar el bizcocho todavía tibio, pero no fue así. Y como esta tarta no tiene una presentación muy bonita que digamos, decidí imitar la espuma de la cerveza un poco a la virulé. He mejorado mi primera versión, inspirándome en esta receta y reduciendo la cantidad de azúcar. El amargor natural del cacao puro es más evidente, queda con una textura genial y me hicieron la ola. Muy mal, me estoy acostumbrando a las buenas críticas y el día que resbale, me hundiré en la miseria...

Sólo os puedo decir que es un imprescindible en mi recetario. Dicho queda.

Tiempo: 1 hora.

Ingredientes (para unas 15 raciones):

• 250 ml de cerveza Guinness.
• 300 gr de azúcar moreno integral.
• 75 gr de cacao puro en polvo Valor.
• 2 huevos.
• 150 ml de nata para cocinar, con una cucharadita de vinagre (dejar reposar 10 min).
• 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
• 275 gr de harina de repostería.
• 1 chorrito de extracto de vainilla (yo usé aroma de Vahiné).
• 2 y 1/2 cucharaditas de café de bicarbonato sódico.

Para el frosting:

• 400 ml de nata para montar min. 35 % mg.
• 4 cucharadas soperas de azúcar glas.
• virutas de chocolate negro.

Preparación:

Encendemos el horno a 180º.

En un cazo, ponemos la cerveza y la mantequilla y calentamos, sin parar de remover, hasta que esté totalmente fundida la mantequilla. Reservamos.

Cernimos la harina en un bol capaz junto al bicarbonato. Añadimos el cacao y mezclamos bien. Reservamos.

Añadimos a la cerveza el azúcar, la vainilla y la nata cortada y batimos bien con las varillas. Añadimos los huevos, primero uno hasta integrar y luego el otro. Batimos bien.

Añadimos la harina con el cacao y mezclamos a mano, lo justo para que quede todo bien integrado y la mezcla quede cremosa y sin grumos.

Vertemos en un  molde engrasado y espolvoreado de harina ligeramente. Horneamos unos 45 min, o hasta que al introducir una brocheta en el centro, esta salga limpia.

Desmoldar cuando se entibie.

Para decorar, montamos la nata muy fría con el azúcar glas. Colocamos en una manga pastelera (yo usé una bolsa de congelar, cortando un pico pequeño), y decoramos al gusto. Finalmente espolvoreamos con las virutas de chocolate.

Nota: es preferible preparar el bizcocho el día de antes y decorar en el último momento.

Espectacular, ¿no? y la textura es esponjosa y cremosa, muy húmeda y suave. Una delicia.

Happy birthday to me!

Mabel.