Platos fríos

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Helados y polos

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Bundt cakes

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New York Cheesecake. Receta sin gluten.

A la porra la dieta, los michelines y el sentimiento de culpa: hoy nos damos un homenaje.

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¿Cómo he tardado tanto en publicar mi tarta favorita ever?



Quién no conoce la tarta de queso y arándanos. Durante muchos años, como he dicho antes, ha sido mi tarta favorita sobre todas las cosas. Ahora la verdad se disputa el honor junto a la Guinness y la Sacher (que por cierto os la debo también). Y es que esta delicia de queso es la única que puede hacer que me olvide del chocolate por un rato.

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Os cuento, hoy 4 de julio no sólo es el Dia de La Independencia en los EEUU, sino que también es mi santo. Tenía que preparar algo dulce sí o sí, y esta tarta de queso neoyorquina me pareció la mejor forma de celebrar ambas festividades de una sola vez.

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Normalmente las tartas de queso con arándanos suelen ser cuajadas en frío, pero yo tengo especial debilidad por las horneadas, como ésta con base de avellanas que es una auténtica delicia. Y la New York Cheesecake era una de mis pendientes. La receta la tenía ojeada hace tiempo en mi libro Nueva York, las recetas de culto, que tantas alegrías me ha dado. Ninguna de las recetas que he sacado de él me ha defraudado, y ésta no ha sido para menos.

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Una delicia cremosa, firme pero que se deshace en la boca, con el punto de azúcar justo (que yo confieso que he rebajado un poquito), que es accesible para cualquiera siempre que se ponga un poco de cuidado y se haga sin prisas, porque es sencilla pero necesita de paciencia. Y el resultado es espectacular, casi equivale a una visita al restaurante Junior, en Brooklyn, y quizás no tarde mucho en comprobarlo in situ. Soñar es gratis...

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Os invito a un trozo de esta pecaminosa tarta. Que lo disfrutéis.

Tiempo: 20 min + 1 hora de horno + 2 horas de reposo en el horno + 4 horas mínimo de enfriado en la nevera.

Ingredientes (para una tarta de 22 cm):



Para la base:

  • 150 gr de galletas, yo he usado unas sin gluten de Gullón.
  • 75 gr de margarina.

Para el relleno:

  • 500 gr de queso de untar ligth, yo he usado el de Consum con un 30% materia grasa.
  • 500 ml de nata para montar, con un 30% de materia grasa.
  • 200 gr de azúcar glas.
  • la ralladura y el zumo de 1 limón pequeño.
  • 50 gr de maicena.
  • 4 huevos L a temperatura ambiente.

Para el topping:

  • mermelada de arándanos del Ikea.

Preparación:



Encender el horno a 190ºC.

Trituramos muy finamente las galletas metiéndolas en una bolsa de congelar y ayudándonos de un rollo de amasar. Las mezclamos con  la margarina y forramos el fondo de un molde desmontable con la mezcla, subiendo un poco por las paredes del mismo para evitar la pérdida de masa cuando lo rellenemos. Este truco me salva de la falta de estanqueidad de la mayoría de los moldes desmontables, y nos asegura la estabilidad del relleno.

Presionamos bien la mezcla de galletas para que quede bien compacta y metemos 10 minutos en la nevera para que endurezca ligeramente. Una vez el horno bien caliente, la  horneamos 15 min.

Mientras preparamos el relleno: vamos mezclando en un bol, con unas varillas y a mano, los ingredientes en el mismo orden que están descritos: primero el queso con la nata, cuando esté integrado añadimos el azúcar, después el limón, la maicena y por último, los huevos de uno en uno, no añadiendo el siguiente hasta que el primero no esté bien integrado en la masa. Con movimientos envolventes este proceso será rápido, y el resultado ha de ser una mezcla muy cremosa.

Engrasamos ligeramente las paredes del molde con un pincel aceitado o engrasado con margarina.

Vertemos la mezcla sobre la base de galleta horneada. Subimos la temperatura del horno 220ºC. y horneamos 10 minutos. Luego, la bajamos a 90ºC y dejamos cocer 90 minutos más. Apagamos el horno y dejamos reposar la tarta dentro dos horas.

Pasadas dos horas, la sacamos y cubrimos la superficie, sin desmoldar, con la mermelada de arándanos a placer. Esto disimulará cualquier grieta que se haya podido hacer en la superficie, como  me pasa a mi siempre. Dejamos enfriar del todo y llevamos a la nevera al menos 4 horas, mejor de un día para otro.

Para servir, pasamos ligeramente un cuchillo por los bordes y desmoldamos. Lista.

Cuidado con las raciones que es contundente, aviso. Eso sí, se deshace en el paladar... una auténtica delicia.

¿Gustas?

Mabel.

2 comentarios

  1. Tiene una pinta brutal Mabel. Además con esa superficie tan perfecta ¡me guardo la receta! ¡Besos mil!

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    Respuestas
    1. Jiji, alguna grieta salió en la superficie, la receta original era para tropecientos y la adapté. Creo que algún huevo más no le hubiera ido mal, pero para mi eran suficientes. Aún así es super cremosa y deliciosa, además de que no hay mal que una cobertura no arregle.
      Mil besos Cuca, seguro que si la haces te hacen la ola.

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