Primero fueron los chicles. Luego, visto que me producían más gases de lo que era soportable, empecé a merendarme las uñas. ¡Después de tantos años! Sí, señores. Dejar de fumar es lo que tiene; te sientes mejor que nunca, pero esa necesidad de tener siempre algo mascando cuesta mucho de ir erradicando.
Así que no he parado de probar snacks saludables, de esos que devoras sin culpa. Porque bien es que ganemos algún kilito de más, pero al menos que no sean calorías vacías. Ya les tenía yo ganas a los garbanzos especiados, pero una vez intenté hacerlos y no me satisfacieron especialmente. Y los dejé pasar.
Hasta que me he encontrado con unos días de vacaciones, y les estoy dando un repasito a recetas viejunas de esas que me gustan tanto pero que necesitan un punch. La preparación de estas bolitas adictivas la he sacado del libro de Ella Woodward, y sus recetas siempre me funcionan. ¡Y están deliciosas! No hace falta ser vegano para probarlas, os lo aseguro.
Estos garbanzos sólo tienen un defecto, y es que hay que encender el horno para prepararlos. Porque están super ricos, y lo mismo te sirven como aperitivo, como topping en una crema o puré de verduras o como ingrediente estrella en una ensalada completa. Y una vez hechos, los podemos guardar algunos días en la nevera en un tarro de cristal, así que puedes hacer cierta cantidad y luego ir utilizando. Y la receta, vais a ver que no tiene misterio alguno.
Bienvenidas tardes de terraceo y cervecita.
Tiempo: 5 min + 30 min de horno.
Ingredientes (para un bote de 500 gr):
- 500 gr de garbanzos cocidos (un bote grande bien escurrido).
- 2 cucharaditas de postre de especias cajún (yo compro la mezcla hecha).
- el zumo de 1 limón.
- 2 cucharadas de sirope de ágave.
Preparación:
Encendemos el horno a 200ºC.
Lavamos los garbanzos, y los escurrimos muy bien. Los secamos frotándolos entre ellos con ayuda de un paño de algodón, aprovechando para eliminar las pieles en la medida de lo posible. Una vez bien secos, extendemos sobre una servilleta de papel.
En un bol capaz, ponemos las especias, el zumo de limón y el sirope y mezclamos bien. Añadimos los garbanzos y dejamos cinco minutos.
Ponemos sobre la bandeja del horno un papel de hornear y extendemos los garbanzos, procurando que no se amontonen. Llevamos al horno.
Cada diez minutos, damos unas vueltas para evitar que que pueguen. Pasado el tiempo, apagamos el horno y dejamos templar los garbanzos dentro.
Sacamos y servimos una vez fríos.
Si no encuentras la mezcla cajún: puedes probar esta mezcla:
- pimentón rojo.
- canela.
- ajo seco.
- comino
- guindilla seca.
¿Has probado estos garbanzos? ¿Te gustan? La verdad es que empiezas y no sabes parar...
Mabel.
Hola Mabel. Regalé el pasado verano un libro a Maggie y ella publicó una receta de garbanzos muy parecida. No sé si será la misma, pero me encanta igualmente.
ResponderEliminarNo he fumado nunca, pero sí que sé lo que es tener ansiedad de comer cuando tengo problemas o me pongo nerviosa. Lo que hago últimamente es lavarme muy bien los dientes y después utilizar un colirio refrescante y fuerte y parece que me va bien.
Me gusta cocinar con especias y esta receta es sencilla y bien sana. Vale la pena un poco de calor por el horno.
Besos y buen fin de semana.