Hoy os muestro una manera diferente de comer patatas: en una quiché de base crujiente y relleno cremoso.
Tiene tantas variantes como verduras tengamos en la nevera, pero yo decidí hacerla de diferentes raíces, y nos ha gustado mucho el resultado.
Las indicaciones son para cuatro raciones.
Para la base:
-100 gr de mantequilla (no margarina) en trocitos.
-2 cucharadas de agua muy fría.
-la harina que admita.
Para el relleno:
-4 patatas pequeñas, cocidas con su piel y frías.
-1 zanahoria.
-1 rábano grande o dos pequeños.
-2 lonchas de jamón serrano.
-1 brick pequeño de nata para cocinar.
-2 huevos.
-un puñadito de queso rallado, a nuestro gusto.
-pimienta negra, nuez moscada.
Primero preparamos la base: mezclamos la manteca con el agua y un pellizco de sal. Vamos añadiendo la harina hasta que obtengamos una masa elástica. Cubrimos bien y llevamos a la nevera al menos dos horas.
La zanahoria y los rábanos los cortamos en rodajas y los escaldamos dos minutos en agua hirviendo. Yo los preparé el día de antes (por falta de tiempo) y se me quedaron los rábanos de color fucsia...
Extendemos la masa en un molde redondo (unos 22 cm +/-)
Depositamos en el fondo las patatas peladas y en rodajitas y las raíces antes preparadas. Agregamos el jamón desmenuzado.
Batimos los huevos con la nata y el queso y salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada. Vertemos encima.
Llevamos al horno a 200º unos 45 minutos o hasta que se dore.
Tiene que reposar una hora por lo menos, y al día siguiente está buenísimo también.
Con esta receta participo en el reto BBSS-recetas de primavera y verano, en la categoría de segundo plato, que nuestra querida Marisa de Thermofan ha vuelto a organizar. Las bases del concurso son las siguientes:
Buena: Que la receta sea atractiva y apetezca prepararla.
Barata: La receta no incluirá entre sus ingredientes productos de precio elevado. Serán productos fáciles de adquirir en cualquier comercio.
Sana: La receta no podrá contener grasas saturadas, azúcares ni sal en exceso, alimentos con muchos conservantes o precocinados…
Sencilla: El proceso de elaboración no será complicado y la explicación será muy clara.
¡Qué aproveche!
una quiche muy original y muy sabrosa, me ha encantado! bicos
ResponderEliminarMuchas gracias, Viví. Besos!
ResponderEliminarMuy original, sencilla, sabrosa y económica.
ResponderEliminarGracias, Lolines. Un beso.
EliminarQuerida Mabel, una quiche muy colorida y original. ¿Se cuece la zanahoria y la patata crudas al hornear?
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación y seguro que llegas con otra receta de choco.
Pon el logo del reto, please!
Me la llevo preciosa que a mí también me falta tiempo para editar todo 3 veces. Besotes
Ay Marisa, las prisas... ya he colocado el logo :P. La patata se cuece antes de hacer la quiche, y las zanahorias se escaldan, éstas sí que se terminan de hacer en el horno.
EliminarVoy a ver que sale con el chocolate demoníaco. Besotes!
Qué me ha gustado esta idea, descubrí hace muy poco poner patatas en recetas donde no pensaba que se podían poner y me encantan, esta quiche debe estar tan rica como se ve en la foto.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
La culpa la tiene un librito que me he comprado. Las patatas se pueden usar hasta en los postres... están buenas de todas formas. Y sí, la quiché está tan (o más si cabe) rica como se ve en la foto...
EliminarMuchísimas gracias, Lola, y un beso fuerte.
Que olorcito mas rico me ha llegado de imaginarme la receta. La ppongo en tareas pendientes. bss Acaramelada
ResponderEliminarPues si usas un queso de potente aroma, vas a babear, jajaja... Un beso mil gracias por pasarte por aquí!
EliminarMabel, preciosa, que rico y original, con este relleno no lo he probado, pero tiene que ser una delicia. Mil besicos amiga
ResponderEliminarLa culpa la tiene mi afición a la gastronomía inglesa... Es diferente y está bien rico. Muchos besos, querida María!
EliminarComo siempre, una pinta bárbara!
ResponderEliminarMuchísimas gracias, guapísima! Un beso grande.
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