FLAN DE PLÁTANO, CAFÉ Y LECHE CONDENSADA ...recuperando recetas con sabor añejo..

Hola a tod@s.

Ayer, por pura casualidad, buscando una receta cualquiera empecé a tropezarme con preparados a base de leche condensada. Ains, cuántos recuerdos...

L@s de mi generación, al menos, hemos crecido a base de este preparado lácteo. Yo recuerdo que me daba asco la leche normal hasta bien crecidita, cuando mi paladar empezó a distinguir calidades. Lo mejor no era sólo la leche en sí, sino unas recetas que venían impresas en la etiqueta de las latas, y que mi abuela (como creo que muchas abuelitas más) probaba y nos preparaba de vez en cuando.

Eran otros tiempos. Hoy en día la leche condensada no la uso prácticamente nunca. Ni siquiera para el café, costumbre muy arraigada en mi ciudad. Sin embargo, he encontrado tantas recetas preparadas con este dulce ingrediente que he decidido ir probándolas poquito a poquito. Ni siquiera es necesario que sea de la misma marca que el anuncio, ahora ya tenemos muchas para elegir. Ya os digo que me evocan a mi más tierna infancia, ¿os pasa lo mismo a vosotr@s?

Para colmo, había un plátano demasiado maduro para el gusto de David rondando por la nevera. Así que me vino enseguida la inspiración... Además, la he hecho en el microondas, con lo que no ensucié apenas nada y encima en tiempo récord.

Ingredientes (para 4 ó 6 personas):

-un bote pequeño de leche condensada (unos 390 gr +/-).
-la misma cantidad de leche entera, con un chorrito de café.
-2 huevos grandes.
-1 plátano a trocitos.
-caramelo líquido (yo, casero).

Primero mezclamos en un bol los dos tipos de leche, los huevos y el plátano. Con la ayuda de un tenedor vamos mezclando bien para que no se deposite la leche condensada en el fondo.

Luego lo trituramos bien con la batidora. Vertemos la mezcla en un recipiente adecuado para microondas ya caramelizado.

Lo ponemos al 80% de potencia (o al 75, según vuestro aparato) durante unos 15 minutos. A partir del minuto 12 empezaremos a controlar la cocción, ya que si se pasa quedará duro como una piedra. Quedará con este aspecto.

Una vez cocido, lo dejamos entibiar. Lo tapamos bien y lo llevamos unas horas a la nevera. Mejor si se hace de un día para otro. Ya sólo queda desmoldar y servir.

Está de muerte súbita. Mucho mejor que el de mi abuelita, me temo...

¿Habéis visto como no se tira nada? Ni siquiera un plátano demasiado maduro...

Espero que os guste.

¡Buen provecho!