Parmigiana Di Melanzane (Berenjenas a la Parmesana).

¿Qué se puede hacer con un bote de tomates en conserva, caseros of course? Pues entre muchas otras cosas, unas buenas Berenjenas a la Parmesana. Un plato bien sencillo, perfecto para cenar, con el que conseguiremos que en casa coman verduras casi sin enterarse.

Para mi, la alternativa perfecta a las clásicas berenjenas rellenas, porque a David no le gustan nada estas últimas. Tampoco este plato es santo de su devoción porque él no toma queso, pero es una propuesta perfecta para dos o bien para tomar en dos veces, porque aguanta perfectamente en la nevera sin gratinar un par de días.

El otoño está a la vuelta de la esquina. Y con él, vuelve el reto Cocina Regional Italiana, y esta vez espero no perderme ninguna propuesta. Si no conocéis el reto CRI de Maggie (El cajón desastre de Mggie) os cuento: consiste en cocinar cada mes una receta salada, una dulce o ambas, previamente escogidas por una anfitriona, cada vez de una región italiana diferente. Y hoy les ha tocado a estas deliciosas Parmigiana di Melanzaze.

Este plato tiene su origen en la isla de Sicilia, si bien es consumido en toda la Italia meridional. Con ligeras variaciones según la región donde se prepare, puede llevar huevo, queso mozzarella o queso pecorino, además del parmesano. La berenjena suele ir rebozada y frita. Yo he decidido preparar la receta lo más original posible, y he cocinado la berenjena a la plancha en lugar de freírla, eliminando mucha de la grasa que pueda tener el plato. Si, vale, quizás le he quitado algo de gracia. Pero os aseguro que está igualmente rico y es mucho más ligero.

Me encanta utilizar albahaca fresca en las salsas de tomate. Aquí es importante su presencia porque le da una gracia especial al plato, teniendo en cuenta que aunque lleva aceite de oliva virgen extra en la salsa de tomate, al no estar frita la berenjena puede resultar un poco soso. Pero un buen puñado de parmesano recién rallado y la albahaca fresca nos ayudarán a solucionar este contratiempo. Otra cosa, la receta lleva pan rallado para dar cuerpo a las distintas capas, añadido al tiempo del queso rallado. Yo no le he puesto, pero sois libres de utilizarlo vosotros, si no tenéis problemas con la talla, que una ya tiene que empezar a cuidarse. Por cierto, pinchando aquí encontraréis las propuestas del resto de participantes.

Un buen pan calentito y oh manjar de dioses...

Ingredientes (para 2 personas):

• 1 berenjena mediana.
• 1 puñado de queso parmesano, recién rallado.
• 400 ml de tomate en conserva, yo casero.
• 2 dientes de ajo, pelados y picados.
• un puñado de albahaca fresca, bien picada.
• aceite de oliva virgen extra.
• azúcar moreno integral.
• sal.

Preparación:

La berenjena la cortamos en rebanadas en sentido longitudinal, sacando 9 para hacer las tres capas de la receta. Las salamos bien por los dos lados y dejamos en un escurridor para que suelten el agua, al menos media hora.

Prepararemos la salsa de tomate: en una sartén de fondo grueso ponemos un chorro de aceite de oliva virgen extra. Sofreímos los dientes de ajo hasta que empiecen a dorarse y añadimos el tomate y la albahaca. Salamos y dejamos hacer el sofrito a fuego bajo, troceando de vez en cuando el tomate con la cuchara de palo, hasta que esté hecho. A los diez minutos añadimos una cucharada sopera de azúcar moreno integral y probamos de acidez, corrigiendo si necesitase más azúcar o más sal. Dejamos unos 20-30 minutos, dependiendo de la cantidad de líquido que lleve el tomate. 

Mientras se hace la salsa, hacemos la berenjena a la plancha: secamos las lonchas con papel de cocina para retirar el agua que les quede y hacemos en la plancha bien caliente, las dejamos unos cuatro minutos por cada lado, hasta que se doren.

En un recipiente de tamaño adecuado y apto para el horno, ponemos una capa con tres lonchas de berenjena, un tercio de la salsa de tomate y bastante queso rallado. Repetimos con otra capa de berenjena, otro tercio del tomate y otra capa de queso, terminando con una capa de berenjena, el resto del tomate y más queso.

Llevamos al horno a gratinar, hasta que se dore. Servimos inmediatamente.

¡A disfrutar!