CRÁTER DE CHOCOLATE CON MAGMA DE FRESA para mi 42 cumpleaños.

Hola a tod@s.

Habréis visto que he cambiado la imagen del blog (cosa que hacía bastante a menudo, so pena de saber que eso NO es bueno, inquieta e indecisa que es una). Y no sólo la imagen, también se avecinan algunos cambios en el contenido.

Uno de ellos son los CHOCOMARTES. 

¿Comooorrr? Pues que los martes publicaré recetas de chocolate, que con lo que me gusta no tengo mucho material publicado. No serán todos los martes, pero sí al menos uno al mes. Y el martes porque así da tiempo de planificar para el finde si queréis hacerlas o no.

Y aprovechando que el jueves fue mi 42 cumpleaños, os dejo la primera. ¡Allá va!

¿Habéis oído aquello que muchos logros se consiguen gracias a grandes desastres? Pues eso mismo me ha pasado a mí.

Estaba yo preparando el bizcocho de base para hacer una esplendorosa Tarta Sacher, (receta que sigue entre mis pendientes), con la mermelada de fresa que yo decidí que le iba a poner de relleno y las fresitas para la decoración preparadas, y cuando YA estaba la masa en el horno...

¡Horror! NO le he puesto harina a la masa ¡NOOOOOOO!

¿Cómo puedo estar tan requetetonta?

Y me dije: nada, a tirar a la basura la mezcla. Pero mira tú que decidí esperar a ver qué sucedía... y sucedió.

Una rica masa subía y subía en mi horno. Pensé yo que aquello no podía estar malo, así que dejé que terminara de hacerse. Ya sabía de antemano que todo lo que sube, tiene que bajar (es la ley de la gravedad, cariños). Y así fue. La masa bajó y se coció.

Pinché con la brocheta para ver si estaba hecha y lo estaba.

Al volcar la tarta tenía este aspecto.

Así que mi intuición llevó las riendas del asunto.... y esta maravilla es lo que me salió.

El nombre se lo ganó a pulso; parecía un cráter con sus entrañas pidiendo algo que rebosara. Y para darle más aspecto vulcano lo rematé con un poco de azúcar teñido de amarillo para simular el azufre pedroboteril que semejante preparado me pedía a gritos...


Receta para preparar de víspera. 

INGREDIENTES:

PARA EL BIZCOCHO:

-4 huevos.
-100 gr de chocolate puro, yo usé una tableta de Valor.
-100 gr de azúcar.
-125 gr de mantequilla a temperatura ambiente (en pomada).

PARA EL RELLENO:

-mermelada de fresas, yo usé La Vieja Fábrica.
-una tarrina de fresones.

PARA EL FROSTING:

-el resto de la tableta de chocolate (unos 150 gr).
-1/2 brick de nata para montar.

Primero fundimos el chocolate del bizcocho con la mantequilla. Al baño maría o bien en el micro, a intervalos de 30 segundos y mezclando cada vez hasta que esté hecho crema.

Montamos las claras a punto de nieve fuerte.

Batimos las yemas con el azúcar e incorporamos éstas al chocolate.

Mezclamos con sumo cuidado las dos preparaciones, cuidando que no bajen las claras.

Vertemos la mezcla en un molde circular previamente engrasado y horneamos a 180º unos 35 minutos. Una vez hecho reservamos. Ya frío, volcamos en una fuente.

Untamos al gusto de mermelada el bizcocho. 

Colocamos las fresitas de forma repartida.

Fundimos en un cacito el resto del chocolate a fuego mínimo. Vamos incorporando la nata a poquito hasta que la mezcla tenga una textura cremosa. Retiramos del fuego y dejamos templar.

Una vez tibio, volcamos la crema de chocolate sobre la tarta, sin remordimientos.

Llevamos a la nevera hasta el día siguiente. 

Adornamos (o no) con el azúcar amarillo a nuestro gusto.

Y... aquí lo tenemos.

Absolutamente delicioso... palabra de chocoadicta.... David, que no come dulce si no llueven chuzos de punta repitió. ¡Ya lo creo que repitió!

¡Besos mabeleros!