Como últimamente veo el chocolate disfrazado con muy diversas especias, decidí experimentar mi propia mezcla. La verdad es que ha tenido bastante éxito. Al menos, David se la comió sin rechistar...
Además, la crema no lleva nada de mantequilla ni nata, así que tampoco tiene tantas calorías, lo cual siempre viene bien, ¿no?.
Yo la hice de cinco raciones, ya que sólo somos dos en casa, pero mis indicaciones son para 8 comensales.
-40 galletas napolitanas.
-1 tableta de chocolate fondant (me gusta el del Consum).
-2 huevos.
-1/2 litro de leche entera.
-1 cucharada rasa de harina.
-4 cucharadas de azúcar.
-canela en polvo.
-molinillo de 5 bayas (sí, pimienta rosa, negra, etc)
-azúcar en grano (para el topping).
Primero ponemos a hervir la leche con bastante canela y un par de giros de molinillo de las pimientas.
Aparte, batimos muy bien los huevos con la harina y el azúcar.
Cuando la leche hierva, la colamos para eliminar la nata y la añadimos a los huevos con mucha rapidez para que no cuajen. Entonces echamos el chocolate troceado y batimos hasta que se funda.
Ponemos la mezcla al fuego muy suave, batiendo de vez en cuando para que no se pegue, hasta que empiece a espesar.
Mientras habremos preparado las galletas en una fuente. Yo puse cinco, pero pondremos ocho alineadas.
En cuanto se espese la crema, apartamos del fuego y empezamos a montar la tarta. Una capa de galletas, una de crema abundante. Presionaremos un poco las galletas para evitar huecos entre las capas.
La última capa la podemos hacer de chocolate o de galleta. Yo la hice de galleta, porque me gusta que quede algo durita la superficie.
Cubrimos con el topping elegido, que puede ser anisitos de colores, chocolate rallado o en fideos, o azúcar granulado, como el que usé yo. Llevamos la tarta a la nevera, bien cubierta con papel de aluminio, y dejamos enfriar unas horas. A mí me gusta preparar estos postres de víspera.
Preparaos para chuparos los dedos. Y no os preocupéis por la nata, ¡¡¡no engorda!!!
¡Qué aproveche!
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