Se nos va el 2013.
Este año no voy a hacer lista alguna de buenos propósitos. Algunos de los del año pasado sí los conseguí, así que tengo pendientes otros, que espero cumplir en el año entrante. ¿Será porque acababa en 13? Quién sabe.
Nunca he sido muy supersticiosa, pero en casa sí lo eran. La familia de mi madre, andaluces como eran, no salían de casa si era posible en día 13. Y si encima caía en martes, menos aún. Recuerdo acompañar a mi tía al médico, y citarle un 13 y preguntar ella: ¿cae en martes?..
En fin. Se nos va un año más. Tras hacer recuento de las cosas buenas, y las malas también, porque no, siempre hago un balance positivo. La clave está en ver el vaso medio lleno, ¿no creéis?
Permitidme mostraros lo que ha dejado papá noël por mi casa, a mí claro está. En casa siempre hemos sido de los reyes magos, pero últimamente nos hemos vuelto ansias vivas, y encargamos al barbas los regalos...
Aquí os muestro los que he recibido yo. Bonitos y muy acertados, me han hecho muy feliz.
1. Un conjunto gris marengo, precioso. Regalo de mi chico, cómo no.
2. Un aceite nutritivo de argán y macadamia para el cabello. Detallito navideño de mi peluquera, Elena.
3. Supertroley XL. Amigo invisible, léase mi sobrino Vicente. ¡Acertadísimo!
4. No comment. Regalazo de una familia a la que tengo gran aprecio. Me sorprendió totalmente. ¡Gracias Susana!
Estoy encantadísima... el hombre del saco ha sido muy generoso este año. ¡Y no han sido regalos culinarios! ;D
Ahora a ver si el nuevo año me permite autoregalarme una cámara nueva en las rebajas, que la mía falleció hace tiempo y subsisto a base de smartphone.
Sólo me queda desearos lo mejor para el 2014: que vuestros problemas se solucionen, que vuestro entorno sea lo más agradable posible y que vuestros deseos se hagan realidad, al menos un poquito.
Un consejo: brindad. Brindad con los vuestros, aunque el champán no os guste (a mí tampoco). Los brindis son precursores de cosas buenas. Ah, y aunque no seáis supersticiosos, dicen por ahí que si echamos una pieza de oro (anillo, pendientes, etc) en la copa atrae la prosperidad. Probadlo, que nunca se sabe, jijiji...
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Gracias mil por estar ahí.
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Este año no voy a hacer lista alguna de buenos propósitos. Algunos de los del año pasado sí los conseguí, así que tengo pendientes otros, que espero cumplir en el año entrante. ¿Será porque acababa en 13? Quién sabe.
Nunca he sido muy supersticiosa, pero en casa sí lo eran. La familia de mi madre, andaluces como eran, no salían de casa si era posible en día 13. Y si encima caía en martes, menos aún. Recuerdo acompañar a mi tía al médico, y citarle un 13 y preguntar ella: ¿cae en martes?..
En fin. Se nos va un año más. Tras hacer recuento de las cosas buenas, y las malas también, porque no, siempre hago un balance positivo. La clave está en ver el vaso medio lleno, ¿no creéis?
Permitidme mostraros lo que ha dejado papá noël por mi casa, a mí claro está. En casa siempre hemos sido de los reyes magos, pero últimamente nos hemos vuelto ansias vivas, y encargamos al barbas los regalos...
Aquí os muestro los que he recibido yo. Bonitos y muy acertados, me han hecho muy feliz.
1. Un conjunto gris marengo, precioso. Regalo de mi chico, cómo no.
2. Un aceite nutritivo de argán y macadamia para el cabello. Detallito navideño de mi peluquera, Elena.
3. Supertroley XL. Amigo invisible, léase mi sobrino Vicente. ¡Acertadísimo!
4. No comment. Regalazo de una familia a la que tengo gran aprecio. Me sorprendió totalmente. ¡Gracias Susana!
Estoy encantadísima... el hombre del saco ha sido muy generoso este año. ¡Y no han sido regalos culinarios! ;D
Ahora a ver si el nuevo año me permite autoregalarme una cámara nueva en las rebajas, que la mía falleció hace tiempo y subsisto a base de smartphone.
Sólo me queda desearos lo mejor para el 2014: que vuestros problemas se solucionen, que vuestro entorno sea lo más agradable posible y que vuestros deseos se hagan realidad, al menos un poquito.
Un consejo: brindad. Brindad con los vuestros, aunque el champán no os guste (a mí tampoco). Los brindis son precursores de cosas buenas. Ah, y aunque no seáis supersticiosos, dicen por ahí que si echamos una pieza de oro (anillo, pendientes, etc) en la copa atrae la prosperidad. Probadlo, que nunca se sabe, jijiji...
¡FELIZ AÑO NUEVO!
Gracias mil por estar ahí.