Como el calor nos ha dado una tregua, me he animado a encender el horno.
Eso sí, el horno de mi cuñada. El mío murió y todavía sigue sin repuesto. Lo que sí me he comprado es una plancha (
la que anunciaba la Patiño), para preparar platos ricos, sanos y muy condimentados. Aunque ese no es el caso que nos ocupa hoy... porque os traigo un dulce pecaminoso (tiene unas cuantas calorías), pero que tomado fresquito es una delicia.
Vi la receta en la web de
Nordic Ware, y desde entonces la tenía en pendientes. Lo que me atrajo fue su nombre sugestivo, manzana de caramelo, aunque su sabor no recuerda mucho a las manzanas que nos compraban de pequeños en las ferias. Eso si, la textura, jugosa, junto al
icing que lo recubre, una vez bien frío, queda un bocado de corteza crujiente e interior tierno que sí recuerda algo a aquellas manzanas.
Ha sido una odisea hornear, después de varios meses sin hacerlo, y para más inri en un horno del todo desconocido. Mi horno no tenía ventilador (y el sustituto tampoco lo tendrá, porque me parece que afecta a la jugosidad de las masas, al menos como a mi me gustan), y éste sí lo tenía. No ha sido el resultado que yo esperaba, pero aún así me ha gustado mucho. Aunque no es un bizcocho de miga alveolada, sino más bien una especie de pudín, pero está muy rico. No descarto volver a intentarlo cuando tenga mi horno definitivo.
La temporada tomatera ha dado comienzo. Esta tarde he ido un rato al huerto a ver a mis nenas, que aún no conocían a su dueña. Me ha alegrado tanto verlas tan verdes y lozanas, que ya me estaba imaginando los jugosos frutos en diferentes platos. Qué de ensaladas tengo en mente...
Y claro, tras un café acompañado de un trocito de este bundt, mi tarde en el huerto ha sido mucho más alegre...
Las medidas, como siempre, en vasitos de cristal de los de yogur (125 ml).
Tiempo: 1 hora + 2 de enfriado.
Ingredientes (para unas 12 raciones):
-3 y 1/2 medidas de compota de manzana sin azúcar (
aquí tienes la receta), o en su defecto, de puré de manzanas cocidas en el microondas 7 minutos a máxima potencia y luego trituradas.
-4 medidas de harina de repostería.
-1 medida de mantequilla derretida.
-2 huevos L.
-2 medidas de azúcar moreno.
-1 cucharadita de café de canela en polvo.
-1 cucharadita de café de aroma de vainilla.
-1/2 cucharadita de café de levadura química.
-1/2 cucharadita de café de bicarbonato de sodio.
-1 pellizco de sal.
Para el glaseado de manzana:
-1 cucharada sopera de puré de manzana (o de compota).
-1 cucharada sopera colmada de mantequilla derretida.
-2 cucharadas soperas de leche.
- azúcar glas (como un vasito de los de antes).
Encendemos el horno a 165º.
En un bol, ponemos la mantequilla, la compota o puré, los huevos, la canela y la vainilla y batimos bien con las varillas, yo lo hago a máquina, hasta que esté mezclado.
En un plato hondo, cernimos la harina junto a la levadura, el bicarbonato y la sal con ayuda de un colador fino. Nunca me salto este paso al hacer bizcochos, quedan más aireados.
Añadimos la harina cernida a la masa, y la integramos con el batidor de varillas. Seguimos batiendo unos dos minutos, quedará una masa nacarada.
Engrasamos bien el molde de bundt. Podemos usar mantequilla, o un spray especial para estos menesteres. Yo hace tiempo que los uso y van genial.
Horneamos unos 30-35 minutos, o hasta que al pinchar la masa con una brocheta, ésta salga limpia.
Dejamos reposar el molde sobre una rejilla, diez minutos. Pasado este tiempo, volteamos y dejamos enfriar por completo.
Para la glasa, mezclamos la mantequilla, la compota y la leche muy bien. Vamos añadiendo azúcar glas hasta que quede una crema espesa, pero algo fluida. Bañamos el pastel con ella. Sobrará bastante, que podemos guardar en la nevera para otros usos, bien tapada. Pronto os daré ideas.
A disfrutar, aunque sea un poquito...
Mabel.