Platos fríos

Platos fríos
Platos fríos

Helados y polos

Helados y polos
Helados y polos

Bundt cakes

Bundt cakes
Bundt cakes

Batido de arándanos.


¿Os apetece una merienda rica, sana y que encima previene el envejecimiento? Pues aquí la tenéis.






Todo comenzó cuando vi los arándanos de oferta en el súper. Tengo que reconocer que nunca los había comprado frescos (aunque sí secos), y no pude resistirme.


Anduve unas cuantas horas pensando en qué iba a hacer con ellos. Pero, como ya sabéis, mi chico está a dieta severa, así que de muffins y otros horneados nanay de la china (desde luego que creo que la que va a salir mejor parada de esto voy a ser yo, jajaja), y como ha venido el calor de golpe, así como quien no quiere la cosa (hecho del todo normal por estas latitudes, por cierto), pues como que lo que me apetecía era un fresquito y rico smoothie como ahora se vienen a llamar (vamos, lo que viene a ser el batido de toda la vida). Y menudo acierto.


Los arándanos son casi casi el elixir de la eterna juventud. Están repletos de fibra, vitamina C, flavonoides y encima contienen más antioxidantes que casi cualquier otra fruta. Si a ello le sumamos su rico y dulce sabor, no hay excusa para no darse de cuando en cuando un capricho.






A mí el melón no me entusiasma en demasía: si hay bien y si no también. Por el contrario a mi costilla le encanta, de modo que se me ocurrió la alianza melón/arándanos y os aseguro que está buena, muy muy buena. ¡Y encima ligero en calorías! ¿quién da más?


Ingredientes (para una ración):


-100 gr de arándanos.

-1 yogur natural.
-1 tajada de melón.
-1 cucharada de miel.

Tan sencillo como poner en el vaso de la batidora los arándanos, el yogur y el melón limpio y troceado. Añadimos la miel y trituramos bien. Servimos en vasos altos, o como yo, en una botella de yogur reciclada, y a disfrutar.


Está sencillamente delicioso... ¡y si no probadlo y ya me contaréis!


Abrazos mabeleros.


3

Natillas de Nectarinas.

Hoy os traigo un postre ligero y refrescante.





Estamos en época de melocotones y nectarinas. Yo quería preparar una pannacotta con estas frutas, pero ¡ay! mi chico fue a hacerse una analítica y le han salido los triglicéridos por las nubes. Esto ha condicionado mis preparaciones, ya que durante un mes tiene que seguir una dieta estricta. ¿Nata? ni hablar del peluquín. Todo desnatado. El chocolate, prohibido. El huevo, restringido. Vamos, que a tirar de imaginación se ha dicho.


Como puede tomar postres de leche, pero caseros y con leche desnatada, quise hacerle unas natillas, pero pensé que con el toque de la fruta quedarían más sabrosas.  La textura es muy ligera, pero tienen un sabor riquísimo. 


Mira tú que con los días tan soleados que hemos tenido podía haber preparado unas fotos más lucidoras, pero hoy el cielo en Valencia ha estado negrísimo, y aquí en el pueblo ha caído toda el agua del año en apenas unas horas. Así que las fotos no han podido ser mejores, no tengo tanto arte :D.







Las nectarinas son sabrosas al natural, pero aquí dan un toque estupendo a las natillas. Como no puede tomar más de cuatro yemas semanales, he reducido la cantidad a dos. La textura es mucho menos densa, pero el sabor es igual de rico.


Ingredientes (para cuatro raciones):


-500 ml de leche (yo usé semi).

-2 yemas de huevos extra grandes.
-2 cucharadas soperas de maicena.
-4 cucharadas soperas de azúcar.
-una rama de canela.
-piel de limón, sólo la parte amarilla.
-vainilla en polvo.
-2 nectarinas pequeñas.

Ponemos a hervir un vaso de la leche con el limón y la canela. Cuando rompa el hervor, bajamos el fuego y dejamos infusionar unos cinco minutos. Pasado este tiempo, retiramos del fuego y colamos.


El resto de la leche lo mezclamos con las yemas, la fruta pelada y cortada en trocitos (reservando un trozo para adornar), el azúcar y media cucharada de café de vainilla. Trituramos todo bien con la batidora y reservamos. 


La leche infusionada, ya tibia, la mezclamos con la maicena y mezclamos bien. Yo me ayudo de la minipimer para asegurarme que no queden grumos.


Ponemos en una cazuela los dos preparados y cocemos a fuego medio, sin parar de remover con el batidor de varillas. Es importante no descuidarlo ni un segundo, para evitar que se pegue o que se formen grumos. Cuando haya tomado el espesor a nuestro gusto, retiramos del fuego y vertemos en los recipientes. Tapamos con papel film y una vez templados llevamos al frigo. 


Mejora con el reposo. Servimos con unos trocitos de fruta. También podemos poner una galleta a nuestro gusto nada más verterlos en los cuencos. Riquísimo espolvoreado de canela en polvo.







Rico y fresquito, y muy ligero para los días de calor.


¡Espero que os gusten y os animéis a prepararlas!


5

Tabulé.


Definitivamente las fechas tope no son lo mío.






Estoy últimamente axfisiada con los límites, no llego a nada. Por eso, aunque no haya llegado a tiempo para el Reto Cocinamos con Reina, he decidido igualmente publicar esta receta, y compartirla con todos vosotros.


Este mes le tocaba el turno a la comunidad de Ceuta Y Melilla, y la receta era el cuscús. Yo os ofrezco la preparación del Tabulé.






El tabulé (taboulleh, tabbula) es una receta típica del Líbano, donde se prepara con trigo tipo bulgur, y es consumida en los calurosos meses del verano.


En zonas del magreb, el bulgur es sustituido por cuscús, dando como resultado esta receta nutritiva y refrescante.






En este artículo de The Guardian explican con todo lujo de detalles la auténtica preparación del tabulé. Yo la he seguido a mi manera, y he empleado mi propia mezcla de especias. Os invito a probarlo.


Ingredientes (para dos personas):


-1/2 vaso de cuscús.

-el doble de cantidad de agua fresca (o algo más).
-1 tomate en rama.
-1/2 cebolla tierna.
-1 lima.
-1/2 manojo de cilantro.
-1/2 manojo de perejil.
-aceite de oliva virgen extra, sal.
-canela molida, pimienta negra molida, comino molido.

Ponemos el cuscús una media hora en remojo en el agua fresca. Pasado este tiempo, ponemos en un colador fino y enjuagamos bien. Escurrimos perfectamente y depositamos en un bol.


Mezclamos con el resto de ingredientes: el tomate y la cebolleta partidos muy finamente, el perejil y el cilantro cortados pequeñísimos a tijera, el zumo de la lima y un buen chorro de aceite, las especias al gusto y ponemos al punto de sal.






Llevamos al frigo al menos una hora. Mejora con un día de reposo.


Esta ensalada resulta muy refrescante y apetitosa los días de mucho calor. Además está riquísima.


Espero que os haya gustado y os animéis a probarla.


¡Abrazos mabeleros!
10

CUAJADA DE CHOCOLATE BLANCO Y LIMA CON COULIS DE FRAMBUESAS.

Que me gusta el chocolate no es ninguna sorpresa...

¡y que estoy redescubriendo el chocolate blanco, tampoco debería de serlo!



Veo tantas delicias en Pinterest que no sé por cual decidirme. Ésta en concreto está adaptada a mis gustos, y creo que ha quedado muy bien. La receta la he encontrado en el blog El aderezo, adaptándola a mis gustos.


Facilísima de preparar, sólo hay que tener en cuenta el reposo. Yo la tuve 48 horas en el frigo, pero preparada de víspera será suficiente. Eso sí, los aromas de la lima se desarrollan al segundo día... y el contraste entre el dulce de la cuajada y el ácido de las frambuesas y la lima es sencillamente delicioso.


Ingredientes (para 6 ó 8 raciones):

-500 ml de nata para montar.
-1 sobre de cuajada.
-6 cucharadas soperas de azúcar.
-1 tableta de chocolate blanco para fundir (180gr, yo de Nestlé Postres).
-1 lima, su ralladura.
-125 gr de frambuesas frescas.
-2 cucharadas soperas de agua y 2 de azúcar (para el coulis).

Ponemos en un cazo de fondo grueso la nata y el sobre de cuajada, y llevamos a ebullición.

Llegados a este punto, retiramos el cazo del fuego. Añadimos el chocolate troceado y batimos con unas varillas hasta que quede fundido e integrado. Añadimos la ralladura de la lima (sólo la parte verde) y el azúcar.

Volvemos a poner el cazo al fuego, al mínimo, y dejamos cocer cinco minutos, sin parar de remover con las varillas. Vertemos la mezcla en el molde elegido y dejamos enfriar a temperatura ambiente. Una vez frío, llevamos al frigo y dejamos reposar al menos un día.

Para desmoldar, pasamos un cuchillo por los laterales del molde y volteamos en un plato de servir.

En el último momento, preparamos el coulis: ponemos en una sartén al fuego las frambuesas con el agua y el azúcar, y vamos dando vueltas con una espátula de silicona (para no deshacer en lo posible la fruta), hasta que el coulis esté a nuestro gusto (unos dos minutos). Vertemos sobre la cuajada aún caliente.




El contraste de frío-calor hace resaltar aún más los aromas de este delicioso postre.

¡Espero que os haya gustado!

Abrazos mabeleros.
2

Arroz con Carabineros y Calamares.


Hoy os traigo un arroz para ocasiones especiales.






Mi chico es muy arrocero. Le encanta la paella y los arroces de marisco, pero es muy exigente. Casi nunca están del todo a su gusto. Con este plato he conseguido sus ovaciones, lo cual viniendo de él es todo un honor.


La receta la he sacado de la Biblioteca de Cocinas y Cocineros del Mediterráneo, que es una colección de libritos que salieron como regalo en un periódico el pasado invierno. Mi hermana, conocedora de mi pasión por los fogones, la consiguió y me la regaló.


En el tomo de Arroces Secos aparece esta receta, de José Colomar del restaurante Gloriamar de Piles, Valencia. He intentado ser del todo fiel a la receta, excepto el caldo de pescado, que para dos gatos que somos no me compensa hacerlo en casa, y he optado por uno preparado de buena calidad. En lo demás, he seguido la receta al pie de la letra. Exquisita.





Una buena excusa para darse un homenaje. Yo os doy la receta para dos personas, pero la original viene para cuatro comensales. Los carabineros no son especialmente baratos, pero un día es un día, ¿no creéis?


Ingredientes (para dos personas):


-1 vaso de los de agua de arroz bomba (yo, de Dacsa).

- 550 cl. de caldo de pescado (yo, de Gallina Blanca).
-1 calamar fresco.
-4 carabineros.
-1 cebolla.
-1/2 tomate maduro.
-1 diente de ajo.
-aceite de oliva virgen extra.
-pimentón dulce.

Primero ponemos a sofreír las cabezas y las pieles de los carabineros junto a media cebolla picada en un chorro de aceite de oliva. Vamos chafando las cabezas para sacar todo el jugo y tenemos al fuego hasta que la cebolla esté hecha. Regamos con un chorro de caldo de pescado y dejamos coger el hervor. Vertemos la mezcla en el vaso de la batidora y trituramos finamente.





Pasamos el jugo obtenido por el chino, o bien por un colador metálico fino dos veces como yo hice. Añadimos caldo de pescado hasta obtener los 550 cl que vamos a necesitar. Reservamos.


En la paella, ponemos a sofreír con un chorro de aceite la cebolla, el ajo y el tomate, todo finamente picado. Cuando esté hecha la cebolla, ponemos el pimentón, añadimos el arroz y dejamos que sofría unos minutos. 


En este punto podemos detener la preparación de la paella si queremos controlar la hora de servir, ya que el arroz estará listo en menos de media hora.


Añadimos el caldo preparado y llevamos a ebullición. Colocamos el calamar limpio y troceado, rectificamos de sal y dejamos a fuego moderado unos diez minutos.





Pasado este tiempo añadimos los carabineros y dejamos 8 minutos más. Los últimos cinco minutos bajamos el fuego al mínimo.


Dejamos reposar cinco minutos y listo.





Poco a poco le voy perdiendo el miedo a los arroces de pescado. Bien preparados y con buena materia prima, son platos de 10. En casa nos encantan... 


¡Abrazos mabeleros! 


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Muslitos de Pollo a la Cerveza... y mi Indalo de bronce.

¡Hola amores!

Ya sé que estoy desaparecida en combate... pero es que es literalmente así. 





La campaña del melocotón y derivados está siendo abundante este año. Por estas fechas hace dos años que estoy trabajando en ellas. El año pasado fueron apenas tres semanas, pero este año está siendo realmente intensa.


Tenía que haber celebrado mi segundo cumpleblog la pasada semana. Imposible. Ni tampoco preparar algún sorteillo como os merecéis. En breve me pondré a ello. Tened un poco de paciencia... todo llegará :D.


Como ya os he dicho, no tengo tiempo para nada. Por eso los domingos son días de descanso y de preparar viandas que me permitan comer medianamente decente entre semana. Esta receta es una buena muestra de ello: fácil, barata, sabrosa y admite perfectamente la congelación.





Hay muchas ideas y planes para un futuro muy próximo. Es increíble, cuanto más ocupada estoy más activas están mis neuronas... ¡debo ser algo masoca!


Ingredientes (para dos personas):


- 4 muslitos de pollo.

-1/2 lata de cerveza negra.
-1/2 bandeja de champiñones.
-1 zanahoria mediana.
-1/2 cebolla pequeña.
-3 dientes de ajo sin pelar.
-aceite de oliva virgen extra.
-romero fresco, pimienta negra en grano, sal.

Ponemos a dorar los muslitos en un chorro de aceite. Cuando hayan tomado color, sacamos de la cazuela y reservamos.


En el mismo aceite doramos la cebolla bien picadita y los ajos. Cuando esté sofrita, añadimos el resto de ingredientes y cubrimos de agua. Dejamos hacer unos 40 minutos. Rectificamos de sal y si el guiso está caldoso, llevamos a ebullición unos minutos hasta que espese.


Fácil ¿no?





Si queremos congelar, sacamos del frigo por la mañana y al mediodía estará listo para calentar. Servimos con ensalada, patatas fritas, arroz blanco o lo que nos apetezca.


Y ahora... ¡ya tengo mi Indalo de bronce! 






Me lo ha concedido Alcachofina Hortoventas. Este es un galardón creado por Trini, de la cocina de Trini Altea, a los blogs que han superado los 100 seguidores. ¡Estoy más feliz que una perdiz! Se puso en contacto conmigo hace ya un mes, y aún no había podido publicarlo...:(


Nuevamente gracias, Alcachofina.


Bueno, lo dicho. Espero pronto poder publicar con más asiduidad. 


¡Besos!
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