Ayer vi de oferta en el súper una bolsa de lomos de merluza congelados sin piel a muy buen precio. Hacía tiempo que no hacía un pastel frío de pescado, y me animé.
Hace algunos años era un plato de diario en mi casa en la temporada estival. Este y las sardinas en escabeche. Ah, y los boquerones en vinagre (cómo no, jeje). Hacía tiempo que no preparaba esta receta, y con la experiencia que dan los años y el conocimiento de las materias primas, he tuneado un poquito la receta original.
Tened cuidado con la ralladura de limón, hay que poner una poca, que no es un bizcocho. Y si podemos conseguir lima, mejor que mejor. El cebollino no es imprescindible, pero le da un toque. Y sí, también se come (al menos yo lo hago, jajaja)...
Necesitaremos (para 6 raciones):
-un paquete de lomos de merluza congelados sin piel de 400gr.
-2 huevos.
-1 brick de nata para cocinar.
-un puñado de miga de pan (puede ser del día anterior).
-un vasito de leche.
-una cebolla dulce.
-6 láminas de gelatina neutra (de la que llaman cola de pescado).
-aceite de oliva virgen extra.
-un limón de cáscara gruesa.
-salsa rosa ya preparada.
-unas tiras de cebollino fresco.
-pimienta negra recién molida y sal.
Primero ponemos a sofreír la cebolla picadita en aceite. Cuando esté transparente añadimos el pescado (descongelado).
Lo dejamos cocinar deshaciéndolo con una cuchara de madera. Cuando esté cocido, lo dejamos enfriar en un plato.
Una vez frío, lo ponemos en un bol. Aparte tendremos la miga de pan remojada en la leche y habremos puesto las láminas de gelatina en remojo.
Añadimos la miga al bol con el pescado, también la nata, los huevos y la ralladura de limón. Hay que tener cuidado de no rallar nada más que la parte amarilla, si cae zumo estropearíamos la mezcla. Probamos de sal y añadimos la pimienta. Añadimos la gelatina bien escurrida y lo batimos todo con la batidora hasta que quede bien fino.
Ponemos la mezcla en un molde de flan alargado. Depositamos a su vez este molde en una bandeja de horno con dos o tres dedos de agua.
Llevamos al horno a 200º durante unos 30 minutos, a partir de este momento iremos comprobando si está hecho pinchando el centro con una brocheta. Tiene que salir limpia. Cuando esté cocido se habrá dorado ligeramente por los bordes y se habrá alisado toda la superficie, pero comprobadlo con la brocheta.
Una vez hecho lo sacaremos del horno. Lo tapamos con papel de aluminio y lo dejamos reposar toda la noche en la nevera. Para servir, lo cubrimos con la salsa rosa y lo adornamos con el cebollino como más nos guste.
Consejo: Es conveniente no meterlo en la nevera hasta que no haya enfriado. Para desmoldar con facilidad, hay que pasar un cuchillo por los lados, sumergir el fondo del molde un minuto en agua caliente y volcar en una fuente, caerá por sí solo al poquito. Y acordaros de poner sólo un poco de ralladura de limón, si os pasáis quedará muy pesado al paladar.
¡Buen provecho!
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ResponderEliminarCon lo que queráis. La mousse es salada, y el salmón le iría de perlas. También estaría estupenda haciéndola con mitad merluza y mitad salmón.
ResponderEliminarMe encanta la receta, facilita y tiene que estar buenísima la tengo que probar un bst guapa
ResponderEliminarEstá muy rica, sólo hay que tomarla bien fresquita. Un beso también para ti.
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