Kourabiedes. Reto reposteras por Europa.

Y más galletas.

Bueno, galletas galletas no son. Son más bien una especie de shortbread, entre el polvorón y la galleta seca. Absolutamente deliciosas y adictivas.

Su nombre no creo que os suene. O quizás sí. Se trata de unas pastitas típicas de Grecia, que es el país al que nos han llevado este mes las chicas del Reto Reposteras por Europa. Son típicas de las navidades, pero también se suelen servir en celebraciones como en las bodas y en Pascuas. Sea como sea, están buenísimas. La receta la he tomado de un libro de cocina en inglés que adquirí este verano: Mediterranean Recipes. Se trata de un paseo por la gastronomía tipica (siempre según el punto de vista de los británicos, claro) de toda la cuenca del Mediterráneo. Hay cosas muy ricas, y también una receta de paella que es mejor obviar... pero en general es bastante variado y con unas fotos muy chulas.

Estas Kourabiedes llevan en la masa un licor típico de Grecia, el Ouzo. Pero ni lo he probado ni tengo idea de donde adquirirlo, así que lo he sustituido por agua de azahar, como sabiamente me han aconsejado en Food Network (bueno, a mi y a cualquiera que entre en la web, faltaría más, jeje).

Son peligrosas: entran sin sentir pero te llenan de modo asfixiante. Tened cuidado con vuestra gula... consejo de amiga que se precia de serlo.

Vamos con la receta.

Ingredientes (para unas 20-25 piezas):

-225 gr de mantequilla a temperatura ambiente.
-50 gr de azúcar glas.
-1 yema de huevo.
-1 cucharada sopera de agua de azahar.
-350 gr de harina.
-120 gr de almendra molida.
-azúcar glas para rebozar.

Primero encendemos el horno a 180ºC.

En un bol, mezclamos la harina, la almendra, el azúcar glas y removemos bien. Integramos la mantequilla, el agua de azahar y la yema de huevo. Amasamos a mano hasta que quede una masa como si fuera plastelina.

En una bandeja con papel de hornear, ponemos bolitas del tamaño de una nuez y aplastamos, de modo que queden una especie de polvorones. Yo las decoré con unas hendiduras en la superficie. Horneamos en dos tandas. La primera tardará unos 25-30 minutos, o hasta que se doren.

Inmediatamente que se haya horneado la primera, sacamos las pastas y en caliente las rebozamos con el azúcar glas (cuidado que queman, pero de lo lindo). Las vamos depositando en una fuente forrada de papel de cocina. 

Horneamos la segunda tanda. Esta estará lista en 20 minutos como mucho. Repetimos la operación.

Una vez frías, se pueden degustar. Es recomendable dejarlas de un día para otro, mejoran la textura y el sabor. Y en una caja hermética, duran hasta un mes.

¿Qué os han parecido? A nosotros nos han gustado bastante... 

Mabel.