Ya ha llegado el mes de junio, y con él la segunda entrega del reto Alfabeto Salado.
Este mes era especial, ya que uno de los dos ingredientes me ha tocado elegirlo a mi. La letra que me tocó en suerte fue la S. En dulce se me ocurren mil cosas, pero en salado lo único que me venía a la cabeza eran las sardinas... Pero mi adorado señor Google (que todo lo sabe) me sugirió una lista de alimentos que comenzaban con esa letra, y ¡Oh Dios Mío! apareció mi adorado salmón.
Este pescado azul me encanta creo que desde la primera vez que lo probé, con unos 18 años y allá por el año mil a.c. Pero claro. en una casa y entorno donde era complicado introducir nuevos ingredientes, el salmón quedó relegado a días de guardar (y sólo si salía de casa, claro).
El tiempo pasó, y me independicé y continué adorando el salmón. Mi costilla prefiere el bacalao, pero si se lo ponen fuera de casa se lo come (misterios de la vida, si lo hago yo ni lo mira). Con esto quiero decir que soy consciente de que este pescado no le gusta a todo el mundo, pero a quienes sí nos gusta nos resulta un bocatto di cardinale. Este pescado azul, de carne de llamativo color anaranjado, es rico en proteínas de alto valor biológico y ácidos omega-3. Y su sabor intenso, para mi gusto se suaviza si se consume marinado. Aunque al ahumado tampoco le hago ascos, y esta es la variedad que he elegido yo para mi ensalada de hoy.
El otro ingrediente, que corrió a cargo de Encarnita, era la ricotta. Siempre la podemos sustituir por requesón (como he hecho yo en este caso), pero si te apetece prepararla en casa de forma muy fácil, aquí te explican perfectamente cómo hacerlo.
El resultado es un plato fresco, sabroso y lleno de color. Una delicia que he preparado para el reto Alfabeto Salado.
Receta adaptada de mi libro Simple, de Diana Henry.
Tiempo: 15 min más el enfriado (si decides tomarlo frío).
Ingredientes (para 2 raciones):
-2 vasos de los de agua de guisantes congelados.
-2 cuchadas soperas colmadas de requesón o ricotta.
-150 gr (dos sobres, en mi caso) de salmón ahumado en tiras, a temperatura ambiente.
-14 tomates cherry, al gusto.
-aceite de oliva virgen extra.
-unas nueces picadas.
-albahaca y eneldo.
Ponemos los guisantes en un recipiente apto para el microondas apenas cubiertos de agua. Tapamos (si no es una tapa especial para microondas, usamos papel film pinchado para que pueda escapar el vapor), y cocemos a máxima potencia cinco minutos.
Dejamos reposar cinco minutos, escurrimos y ponemos los guisantes con el queso, media cucharadita de café de albahaca picada y un chorro de aceite de oliva en un procesador o triturador de alimentos. Lo reducimos a puré hasta que la textura esté a nuestro gusto, a mi me gusta que quede algo granuloso y se distingan los distintos ingredientes.
Repartimos en dos platos. Colocamos el salmón encima del puré y decoramos con los tomatitos partidos por la mitad, las nueces y espolvoreamos con algo de eneldo. Listo.
-Puedes servir este plato templado, como yo te propongo, o frío. Si lo quieres tomar frío, directamente haces el puré y lo llevas a la nevera. Preparas la ensalada en el momento de servir.
Mabel.
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Pues un plato muy muy rico. Además, como tu dices, se puede servir frío y para los días de calor que vienen, nos va a sentar de maravilla. La ensalada perfecta y la salsa buena y vistosa, ese color queda espectacular.
ResponderEliminarUn plato estupendo a mi tambien me entusiasma el salmón , con lo cual me quede encantada cuando vi que era uno de los ingredientes elegido
ResponderEliminarEspectacular!! Qué rico y saludable!!! Me encanta!! Besitos, guapa!
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