MAGDALENAS DE LA CASA.

Hola a tod@s y feliz sábado.

Hoy voy a hacer vox populi la receta que utilizo para hacer mis magdalenas. Ricas, esponjosas, jugosas... vamos, simplemente deliciosas.

Como muchas otras cosas en esta vida, surgieron de un "invento". La receta original se hace con anís, pero resulta que hace como dos años compré una botella de mojito preparado de una marca barata. El aroma era delicioso, pero era más malo que Sauron (para los no Tolkenianos, era el Señor Oscuro de la Tierra Media en el Señor de los Anillos).

Y anduvo la botella deambulando por el mueble bar hasta que un día me dije: ¿y si se la pongo a las magdalenas? ¿¿¿???.

Dicho y hecho. Desde entonces cuando hago magdalenas sencillas (es decir, sin tropezones, chocolate o rellenos) utilizo siempre esta receta. Simplemente están geniales.

Ingredientes para 12 unidades:

-3 huevos.
-la ralladura de 1/2 limón.
-8 cucharadas soperas de azúcar.
-1/2 vaso de mojito (anís también vale).
-8 cucharadas soperas de harina.
-8 cucharadas soperas de aceite de girasol (no de oliva).
-1 sobre de levadura en polvo.

Primero precalentamos el horno a 190º. 

Ponemos los huevos junto el azúcar y la ralladura de limón en un bol y batimos enérgicamente con la batidora eléctrica (para que coja aire). Aparte mezclamos en otro bol la harina con la levadura.

Tamizamos la harina con la levadura encima de la mezcla de huevos con la ayuda de un colador (para evitar grumos).

Añadimos el aceite y el mojito (o anís) y batimos enérgicamente con la batidora hasta que quede una mezcla líquida pero muy espumosa.  Es necesario que coja mucho aire para que crezca bien la masa en el horno.

Ahora repartimos en las cápsulas de papel, que habremos puesto en el molde de magdalenas, procurando no llenarlos más de 2/3 de su capacidad, si es necesario poner la mezcla en más moldes. Pero a mí con estas cantidades me viene ideal.

Llevamos al horno. A partir de los 20 minutos de cocción iremos controlando que queden bien doradas pero sin pasarse. A mí me tardan unos 25 minutos, pero cada horno es diferente.

Sacamos la bandeja del horno. Las magdalenas tendrán este aspecto.

Espolvoreamos con azúcar  y dejamos que se entibien un poco, así el azúcar formará una costrita muy apetecible.

Deliciosas en el desayuno o con el  café de media tarde, dejan un regustillo a hierbabuena en el paladar muy muy rico. Probadlas y ya me contaréis.

¡Buen provecho!