Me encantan los pasteles de boniato. Aquí son un dulce típico en los meses de invierno. Me habían dado alguna que otra receta, pero una vez intenté hacerlos y el resultado fue un fiasco. Y no había vuelto a intentarlo hasta la semana pasada.
El caso es que vi la receta en el blog de La cocinera de Betulo, y sin más me decidí. Eso sí, los tuneé con productos típicos de mi tierra y algún toque personal. La receta sólo varía en el relleno, que el mío salió directamente de la inspiración de ese momento concreto, menos mal que hice fotos, si no no me acordaría después, jajaja...
Salen un montón. Yo los hice tomando como medida el borde de un vaso, así son pequeñitos y podemos repetir sin remordimientos. Los hice para llevar a casa de mi hermana el día de todos los santos, que éste es el primer año que no está mi padre. Como él era muy gamberro, pasamos un buen rato recordando momentos hilarantes. No quedó ni uno.
Ingredientes para el relleno:
-2 boniatos de tamaño mediano asados en el horno y pelados.
-1/2 vasito de azúcar.
-1/2 vasito de miel.
-1 cucharada de canela molida.
-1 chorro de mistela.
Ingredientes para la masa:
-1/2 vaso de aceite de girasol.
-1/2 vaso de mistela.
-la harina que admita.
Primero ponemos en un cazo los ingredientes del relleno y llevamos a fuego suave.
Los tenemos al fuego unos 20 minutos o hasta que tenga el aspecto de una confitura.
Lo apartamos del fuego y dejamos enfriar.
Mezclamos los ingredientes húmedos de la masa (aceite y mistela) en un bol. Vamos añadiendo harina hasta que la pasta no se nos pegue a las manos. Llevamos a la nevera una media hora.
Una vez reposado, cogemos bolitas de la masa y las colocamos entre dos papeles de hornear. Estiramos con un rodillo hasta dejarlas bien finas y recortamos redondeles con el borde de un vaso.
Ponemos en cada redondel una cucharadita de dulce de boniato, cerramos bien presionando con los dedos a modo de empanadilla y vamos colocando en una bandeja de horno. Ponemos a cocer en el horno precalentado a 180º unos 20 minutos o hasta que se doren ligeramente los bordes.
Nada más sacar del horno rebozamos en caliente en un plato con azúcar.
Voilá. Los vecinos se pasaron por casa de mi hermana y les ofrecí los pastelitos... ¡No quedó ni uno!
Ahora la idea ingeniosa. El pasado domingo fue el cumpleaños de uno de mis sobrinos granjeros, aquellos que tienen una masía repleta de animales (ver superpizza granjera). El dilema era qué le regalamos (tienen de todo, hasta un caballo de salto para pasear por la finca). David tuvo una idea brillante: ¿los llevamos al cine? Este verano cuando estuvieron en casa nos dijeron que uno sólo había ido dos veces, y el otro ninguna. Pensado y hecho. ¿Os gusta?
Me curré este vale de regalo (tiene fecha de caducidad y todo, en letra pequeña pone caduca en enero, jajaja). No es moco de pavo, que son ellos dos y su prima (o sea, tres niños), y tal como están los precios es un buen regalo...jajjaja.... ¡Ah! y aquí está el regalo envuelto.
No os podéis imaginar la cara de póquer que se le quedó al nano... (bueno, cumple 10 años, ya es un hombrecito). Una vez recuperado del shock le hizo una ilusión tremendísima.
Yo he decidido regalar ocio a partir de ahora. Ya iréis viendo sugerencias por aquí...
¡Buen provecho!
una receta de rechupete y lo del vale genial
ResponderEliminarMuchas gracias, Bruja y Mago. Un abrazo.
EliminarMe parece una idea preciosa.
ResponderEliminarLa imaginación hace muchas veces más que el dinero...
Me gustaría que pusieras en tu Blog lo de " recibe en tu correo mis recetas". Me parece muy cómodo. Y no me perdería nada.
Un beso!
Ya lo creo. Cualquier regalo nos hubiera costado prácticamente lo mismo y no hubiera sido "inesperado"... Lo de recibir las recetas en tu correo lo miraré, no tenía ni idea de que se podía poner (aún soy novata, jejeje). Muchísimas gracias por tu interés, un beso gordo!
EliminarHola Mabel, se ven deliciosos los pastelitos y lo del vale fue una idea genial!!
ResponderEliminarBesos
Hola Esmeralda! Muy ricos estaban, vaya que sí. Lo del vale ahora ya no será algo nuevo, pero pienso repetir... Besotes!
EliminarMe encanta la idea del regalo, nada mejor que regalar momentos compartidos (te copiaré la idea)
ResponderEliminarEstos pastelitos se parecen a las truchas de batata que hacía mi abuela. Me apunto la receta.
Un besito desde Las Palmas.
Cuando mi sobrina María tomó la comunión mi regalo fue un reloj (como madrina de pila que era) y un viaje a Navarra de una semana en plena montaña que fue su primera experiencia en contacto con la naturaleza. Es muy bonito compartir este tipo de regalos... Seguro que los pastelitos de tu abuela serían muy parecidos (en tu tierra al boniato se le llama batata, ¿no?) y tan ricos o más.
EliminarUn beso grande.
Nunca probé estos dulces y parecen muy ricos!! El vale me parece estupendo!! Besos :)
ResponderEliminarAquí en el Levante son muy muy típicos. Toda la vida recuerdo haber comido pastelitos de boniato, pruébalos están de vicio. Sí que estaba chulo el vale, jejeje. Besotes!
EliminarUAAAAAAAAAU, ME ENCANTA ESTA RECETA
ResponderEliminarGracias Lolines, tienes que probarla. Besos.
EliminarLa receta genial, me encantan estos dulces, aunque mas con cabello de ángel. Yo suelo regalar mucho lo del cine a mis hijas o teatro infantil o ir a la bolera, como tu dices los precios no están para hacerlo si no es un regalo y aun así sale caro, nosotros somos cuatro, pero la verdad, es que te lo gastas en juguetes que luego la mitad no utilizan y aprenden a valora también estas cosas, lo de la tarjeta regalo no se me había ocurrido nunca, así que si no te importa, te copio la idea, el próximo es el regalo de notas del primer trimestre, así que me viene de perlas. ;)
ResponderEliminarA mi el cabello de ángel me gusta en hojaldre, pero seguro que estará riquísimo con esta masa. Claro que sale caro, nosotros somos sólo dos y ya "pica", por eso digo que con los críos seremos cinco (mare de Deu). La tarjeta siempre hace ilusión, y así ellos se ven con un compromiso por escrito por nuestra parte... Hazlo, verás cómo te diviertes. Un beso.
EliminarLos boniatos seguramente son blancos verdad????? yo por aqui no los tengo solo los anaranjados…… estupendos pastelillos.
ResponderEliminar10 años todo un chicarrón!!!
Los boniatos eran anaranjados, suele hacerse con los blancos, pero como fue pensado y hecho utilicé los primeros que encontré. La verdad es que el sabor no cambia mucho, los puedes usar tranquilamente. Todo un hombrecito: ¡Ya lleva el sólo el tractor pequeño de la masía! jajaja. Un beso.
EliminarPues esos pastelitos te quedaron como el regalo a tus sobrinos, de cine jeje, ese relleno tenia que estar masque delicioso, tomo nota de el. Besicos amiga
ResponderEliminarSólo te diré que mi David iba diciendo a todo el mundo que me salían buenísimos y que los hice en un pispas... jejeje. Ricos ricos, tienes que probarlos. Besos grandes, María.
Eliminarqué ricos Mabel, mañana los quiero hacer yo que en mi casa no paran de pedirlos, bsts
ResponderEliminarNo te arrepentirás, serán un éxito seguro. Besotes.
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