Ensalada de Habas y Cebolla Roja.

Cuando una amiga se presenta en casa con una enorme bolsa de habas recién cogidas, puede pasar algo como ésto.

Si como a mi te gustan las ensaladas llenas de proteínas, esta receta es para ti.


Ya va notándose el calorcito. A partir de ahora, las ensaladas son las reinas de la mesa. Al menos en la mía. Y quien dice ensaladas, dice platos fríos. La fórmula es simple: une unas verduras, un elemento proteínico (en este caso los garbanzos), algo de hidratos y un buen aliño y el éxito está asegurado.

Las habas frescas duran poco en el mercado. Mi amiga me vino dos veces (¡sí, dos!), con un cargamento que no me pudo hacer más feliz. Cierto es que desenvainar las habas es una tarea ardua, pero a mi me gusta: me recuerda a cuando era niña, mi padre recogía las que había plantado él en su minihuerto, y ayudábamos a pelarlas. Claro que la cosa duraba poco, porque nos encantaban crudas, y si nos dejaban no había habas para cocinar. Y lo mismo pasaba con los guisantes.

Bien, he congelado más de la mitad, para poder disfrutar de algunas recetillas más adelante. El proceso es simple: damos un susto en agua hirviendo a las habas ya peladas, un minuto cuento yo desde que se recupera la ebullición, y pasamos de inmediato a un bol con agua muy fría. para cortar la cocción. Una vez bien escurridas directas al congelador. Quedan perfectas.

Siempre podemos utilizar habitas tiernas congeladas, pero aseguraros de que son tiernas, porque sino lo más seguro es que queden correosas para utilizarlas como yo os propongo. Y como este mes, Miss Pimienta ha elegido las iniciales H y C para el Reto Alfabeto Salado, yo he elegido las habas y la cebolla roja. Y así ampliamos la carta de ensaladas completas del blog.

¿Te animas?

Tiempo: 5 minutos + unas horas en la nevera.

Ingredientes (dos personas):

• un puñado de habas congeladas o frescas, tiernas.
• un puñado de guisantes congelados.
• un puñado de garbanzos ya cocidos.
• 1/2 cebolla roja.
• aove, limón, sal.
• unas hojas de hierbabuena fresca.

Preparación:

Ponemos un cazo con agua a hervir, y cuando llegue a ebullición echamos las habas y los guisantes. Contamos 1 minuto desde que recupere el hervor. Escurrimos.

En un tupper, ponemos todos los ingredientes, con la cebolla cortada muy fina y la hierbabuena muy trinchada, aliñamos con un chorro de aove y otro de zumo de limón y salamos ligeramente. Mezclamos muy bien y llevamos a la nevera, bien tapado, unas dos horas como mínimo.

Servimos tal cual.

Sencilla, ¿verdad? y es una ensalada de 10.

Mabel.