Como los habitantes del #pisodearriba. La otra tarde, me llaman a la puerta (tras haber estado cosechando tomates, así que muchas ganas de guasa no tenía yo, que digamos) y me aparecen con unos dos kilos de moras recién cogidas. Y me espetan: Son para que nos hagas algo con ellas. Pero la tía está saturada y sin apenas tiempo, y les contesté que con tal cantidad de fruta lo único que podía hacerles es una mermelada.
Trato hecho. Tuve que esperar al viernes para ponerme a ello por falta de tiempo, pero aquí está. Ya tengo una mermelada de moras en el blog, pero esta vez he decidido hacerla compota. No he colado la fruta, porque este año las moras son especialmente jugosas y las pepitas no resultan tan molestas. Y también, por que no, porque no tenía ganas de trabajar tanto. Lo único que os puedo decir es que está deliciosa, y las especias que he utilizado le van de maravilla. Os dejo la receta.
Ingredientes (para cuatro tarros):
-2 kg de moras, más o menos.
-1 vaso de azúcar moreno por cada 3 vasos de fruta.
-1 cucharada de extracto de vainilla.
-1/2 cucharada de jengibre en polvo, o rallado y es fresco.
-1 rama de canela.
Primero, medimos el azúcar. Como yo no uso báscula, mido la fruta en vasos de agua y pongo uno de azúcar por cada tres de fruta, En este caso, eran 9 de fruta y 3 de azúcar. Ponemos todos los ingredientes en un bol capaz y dejamos reposar, tapado, hasta el día siguiente a temperatura ambiente.
Tras 24 horas de maceración, vertemos la mezcla en una cacerola baja de fondo grueso y lo ponemos a fuego medio-bajo durante una hora.
Mientras, esterilizamos los tarros y sus tapas.
Cuando está a mitad de cocción, vamos deshaciendo ligeramente la fruta con una espumadera. Yo la he dejado a trozos grandes.
Una vez hecha, vertemos en los tarros y cerramos bien. Los dejamos enfriar boca abajo, para comprobar si hay fugas. Una vez fríos, los esterilizamos, bien cubiertos de agua, hirviéndolos 15 minutos.
Etiquetamos y guardamos. O la regalamos. O la devoramos a cucharadas.
¡No os perdáis la próxima entrada!
Mabel.
Una de mis favoritas!!besos
ResponderEliminarHola guapa. Me gusta el rediseño del blog mucho. Está mucho más limpio y completo y es más TÚ.
ResponderEliminarUna suerte que tengas a los de "arriba" para que te traigan moras. Yo soy una completa fan de las moras porque en el pueblo, en la "Caseta" teníamos cerca muchos zarzales y era la única que iba a pincharse y "arrapar-se" cogiendo moras.
Fernando hace dos años me trajo y desde entonces, ya nada de nada.
No sé si me entrarán ganas de mirar por los alrededores aquí a ver si hay alguno que las tiene a mano.
Una confitura deliciosa. Ahora, a ver si la usas en algo dulce y rico. Besets y ánimo con los tomates.
Gracias Marisa. Tenía ganas de una imagen más moderna, y como tú dices más limpia. Faltan algunos detallitos, pero estoy muy satisfecha con el resultado.
EliminarPues es una pena lo de las moras, porque por aquí las hay a cientos y son relativamente fáciles de coger. Mi costilla ha alimentado algunas matas que están al borde de mi huerto y he congelado algunas de tamaño más que considerable. La confitura, se la comerán los chiquillos.
Ya me gustaría poderte mandar una bolsita, que este año están muy ricas.
Mil besos, profe.
Opino igual que Marisa, un blog limpio, me encanta ;).
ResponderEliminarEn cuanto a las moras, que te puedo decir, me matan, son de las frutas que tienen que esconderme porque me las puedo comer de una sola tanda, con azúcar y limón. O_O
Tu confitura se ve estupenda Mabel, me gusta mucho, con el toque de jengibre y canela maravillosa. A mi me puedes regalar un tarrito!!!!!! ^_^
Un beso.
Hola!! es una de mis preferidas, la próxima vez la probaré como tu, con jengibre, tiene que dar un toque riquísimo, besos!
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