Hoy voy a describiros mi último destino. La preciosa isla de Fuerteventura.
Fuerteventura es la más vieja y la segunda más grande de las islas Canarias. Aún está por descubrir, de hecho la oferta hotelera es bastante nueva. Los que la han conquistado han sido, cómo no, los alemanes (si es que son listos, leches).
En realidad se trata de un trozo de tierra casi yerma y prácticamente deshabitada. De hecho la densidad de población es mínina (62,16 habitantes por km2), y prácticamente relegada a las costas. El único reducto "verde" es la zona del pueblo de Betancuria. Esta población figura en todas las listas de pueblos con encanto de España.
Sin embargo yo no le encontré mayor interés. Sólo hay unos establecimientos dedicados a las baratijas y algún monumento antiguo. El auténtico tesoro de la isla son sus PLAYAS.
No las visité todas, por supuesto. Pero sí las más conocidas. Y desde luego merecen por sí solas un viaje en toda regla.
Playas y dunas de Corralejo.
Situadas en el nordeste de la isla. Su gran extensión y el precioso color de sus aguas las hacen un destino perfecto.
Pero lo de verdad interesante es el parque natural de las Dunas de Corralejo. Un desierto del Sáhara en pequeñito junto al mar. La verdad es que no se ponen de acuerdo en cuanto al origen de este extraño montón de arena.
Como curiosidad, este lugar recreó el desierto del Sinaí en la película Exodus. Desde luego que el precioso color amarillo de su arena nos enamoró.
Ajuy y sus cuevas.
Este pequeño pueblo pesquero presume de tener las mejores puestas de sol de la isla. Yo no las vi por la lejanía con el hotel, y sus playas son de arena negra con lo que no me despertaron mayor interés. Pero sí sus cuevas. Unas preciosas cavidades de roca negra que no aparecen en las guías, que son de entrada gratuita y que están junto al mar.
El Cotillo.
Otro pueblito pesquero sin mayor interés, pero posee una de las playas más bonitas y fotogénicas para la práctica del surf. Un rincón precioso para montarse el picnic.
Playa de Juan Gómez.
Esta maravillosa cala está escondida, en el extremo sur de la isla y a la cual es necesario llegar en 4x4. Formaba parte de la excursión que contratamos a Cofete, y la lástima es que sólo nos dejaran unos 20 minutos allí. Preciosa arena, preciosa luz, precioso colorido y aguas tranquilas y extrañamente tibias para ser atlánticas.
¡Aquí podéis ver la maravillosa arena en mis pies!
Playa de Cofete.
La joya de la corona. Había oído mil recomendaciones. Pero la realidad supera la ficción. Un halo de cuento invade este rincón. Aquí la arena tiene un color maravilloso y un resplandor que no parece real. No es de extrañar que Ridley Scott se quedase prendado de este lugar y también aquí se rodaran escenas de la película Exodus, concretamente esta playa se convirtió en el mar rojo y aquí se abrieron las aguas para permitir la huida de Moisés.
Y, claro, lo mejor lo dejo para el final. El Mojo Picón, el de verdad que se hace en las casas y no esa salsa homogénea que nos han vendido. No, el que hacen los canarios se machaca en el mortero y tiene grumos. Y pica. Mucho.
Me pasó la receta una de las animadoras del hotel. Decía que su abuela la hacía así, y también que según esta buena señora era una herejía poner pan o utilizar la batidora. Yo me inclino por apoyar a esta sabia mujer.
Ingredientes (las cucharadas se entienden soperas):
-4 dientes de ajo.
-1 cucharada de comino en grano.
-2 cucharadas de pimentón dulce.
-1 pebrera grande. Yo puse tres pequeñas, de esas de dos o tres centímetros que venden ya secas.
-1 chorrito de vinagre de vino.
-el aceite de girasol necesario para alcanzar el punto que nos guste. Para estas cantidades, yo puse 250 ml.
Machacamos en el mortero los ajos pelados con una cucharadita de sal. Añadimos el comino, el pimentón, la pebrera y seguimos machacando hasta que esté bien ligado todo. Emulsionamos con el aceite hasta formar una salsa algo líquida.
Servir untado en tostadas o con patatas cocidas o mejor aún "papas arrugás".
También le saqué la receta de las papas, pero eso es otra historia...
Mil besos y gracias por estar aquí.
Querida Mabel. Me alegro mucho de que disfrutáis tanto en vuestro viaje. Yo estuve hace 23 años y embarazada de 7 meses. Fue pasar un día de Lanzarote a Fuerteventura y lo que más recuerdo es que el viento era fuertísimo y casi no pudimos ver nada.
ResponderEliminarFelicidades por todo lo que te acontece.
La receta del picón es para guardarla con gran cariño porque viniendo de quien viene, no es para menos.
Besos