Y yo haciendo ajopringues como éstos...
Desde que vi esta receta no dejaba de pensar en ellos. Pero como eran fritos, no me terminaba de decidir. Tengo unas ganas tremendas de meterles mano a los donuts, pero me frenan por el mismo motivo. Pero resulta que en esta receta ponía que se podían hacer al horno, y piqué. Pero la culpable, la única culpable de este desfalco, es esta botellita de inocente apariencia...
La vi en el Carefull el pasado martes mientras paseaba sin rumbo fijo. Me atrapó sólo con verla. Así que tenía que hacer algo muy americano para estrenarla, ¿no?. Encima me dice el pasado martes, la hija de una amiga que tiene catorce años, que sus amigas visitaban mucho mi blog. Así que esta receta va para ellas... ya que aún no tienen esa relación enfermiza con la báscula.
Yo hice un tercio de la receta original. Sólo somos dos y había que reducir al máximo las existencias, cuanto antes se acaben, antes dejamos de engullir.
Bien, pues sin más preámbulos, vamos al tajo.
Ingredientes (para unos 9 rollitos):
-1 plátano maduro, reducido a puré.
-60 gr de mantequilla, a temperatura ambiente.
-60 cl de aceite de girasol.
-2 cucharadas soperas de azúcar (yo, de sirope).
-1 huevo.
-canela en polvo.
-extracto de vainilla (opcional).
-1/2 cucharadita de café de levadura en polvo (tipo Royal).
-la harina que admita.
Para el topping:
-sirope de arce, o en su defecto, un almíbar espesito.
-fideos de chocolate, anisitos, frutos secos troceados finos.
Primero precalentamos el horno a 180º. Luego, mezclamos los ingredientes húmedos en un bol. Luego tamizamos un vaso de harina con la levadura y las esencias (vainilla y canela) encima ayudados por un colador.
Mezclamos bien y vamos añadiendo harina hasta conseguir una pasta que no se pegue a los dedos.
Extendemos en un papel de hornear. Cortamos las rosquillas, con un vaso o con moldes.
Llevamos al horno. Tardarán como treinta minutos, hasta que los bordes empiecen a dorarse.
Cuando estén cocidas, sacamos y dejamos entibiar. Ponemos un chorro de sirope en un bol y con ayuda de un pincel pintamos las rosquillas. Yo lo calenté un poco en el micro con una cucharada de fideos de chocolate y salió un jarabe oscuro muy rico para bañarlas. Terminamos de decorar, mientras aún están húmedas, con el topping que queramos (o con nada más).
Ahora sí. Enfriamos bien y después, ¡tonto el último!
La verdad es que están bastante ricas...
Miriam, va por ti y por tus amigas...
¡Buen provecho!
Mabel, qué delicia y horneadas mucho mejor, así nos ahorramos muchísimas calorías, te quedaron geniales!
ResponderEliminarUn besito guapa y feliz finde