La receta tiene su historia, y pronto verás porqué la he elegido para el reto Cocina Typical Spanish de este mes, que cuyo hastag #TSviajero2019 hace referencia a recetas de lugares que hayamos visitado. Yo este año he estado en la Riviera Maya, y aunque he probado muchas recetas apetitosas, esta me cautivó por su historia, os cuento.
Allá por el siglo XIX, unas monjas destinadas en la provincia de Guadalajara, estaban preparando la comida de los niños. Y una de ellas, oriunda del pueblo valenciano de Jérica, (y de aquí que me hiciera tanta gracia, soy de Valencia), decidió prepararles un postre muy nutritivo, a base de huevos, leche y azúcar. En realidad al parecer quería prepararles unos flanes, pero se entretuvo con las tareas del día y se le olvidó sacar el postre a tiempo del horno, y se encontró con la superficie del mismo quemada. No obstante, decidió probarlos (así me gusta, intentando no desperdiciar), y comprobó que el postre no sólo no se había estropeado, sino que la superficie caramelizada hacía el postre más rico si cabía. Claro que como utilizó vainilla del terreno, malo no tenía que estar.
Esta historia me gustó tanto, que no podía sino probar el postre de marras. Además, uno de los souvenirs que me traje de allí fue un frasquito de esencia de vainilla, que huele para morirse de rico. Rebuscando recetas, encontré una versión con almendra, y ahí me acabé de convencer.
El resultado es un bocado exquisito, fragante y con una textura deliciosa. Eso sí, para comer poquito, que calorías ha de tener bastantes. Yo he adaptado mi versión de ésta, y he aligerado la receta poniendo poco huevo, pero ya os digo que está de vicio.
Y de México qué os voy a contar... que necesito un post para hablar largo y tendido de mi viaje. Eso sí esta foto que me hice en isla Holbox creo que resume lo bien que me lo pasé allí.
y así es como pasé la mayoría del tiempo:
Qué, ¿nos animamos a probar mis jericallas?
Tiempo: 10 min + 1 hora de horno + 4 horas de enfriado en la nevera.
Ingredientes (para 4 raciones):
- 1/2 litro de leche entera.
- 2 yemas de huevo.
- 75 gr de almendra molida.
- 100 gr de azúcar.
- una varita de canela.
- 1 cucharadita de esencia pura de vainilla.
Preparación:
Encendemos el horno a 180º.
Ponemos a hervir la leche con la canela, el azúcar y la esencia de vainilla. Cuando rompa el hervor, apagamos el fuego. Pasados cinco minutos, retiramos la ramita de canela, añadimos la almendra molida integrando bien con unas varillas, luego añadimos las yemas de huevo, una primero, la desleímos bien en la mezcla y luego hacemos lo mismo con la segunda.
Vertemos en los moldes y llevamos al horno, al baño maría, unos 50-60 min, o hasta que veamos que el centro de las jericallas está blando pero ya cuajado.
Dejamos enfriar, quedan mejor de un día para otro.
Disfutadlas con unos frutos rojos bien fresquitos.
¡Os leo!
jajaja di que sí!!?? Eso son vacaciones y de las buenas.
ResponderEliminarQué carcajada me ha salido al verte en la hamaca con tu cóctel jeje.
El postre con esos ingredientes solo puede estar más que delicioso!!
Besos
Siii, jajajajajja vacaciones son eso, y lo demás tonterías. Yo todos los años al menos me voy cuatro días en ese plan, a veces más lejos y a veces más cerca.
EliminarEl postre me encantó, pero cuando conocí la historia aún más, ¡una monja valenciana! Tenia que publicarlo sí o sí.
Un beso grande.
Me encanta tu postre y me encantan tus fotos, así se disfrutan unas vacaciones! Feliz verano guapa, un besito :)
ResponderEliminarNo conozco este postre, y tiene una pinta tremenda! Vaya fotos divertidas, eso es vida! pasarlo bien y descansar :) un besazo!!
ResponderEliminarQué maravilla!!! Me encanta haber descubierto este postre a través tuya!!! Es espectacular y me imagino con el quemadito como tiene que estar. Me apunto también a viajar a México de nuevo, jeje!!! Me encanta!!! Muchas gracias por participar!! Besitos.
ResponderEliminarMe ha encantado ¡te lo copio! México es uno de mis destinos pendientes. A este paso no sé cuándo voy a visitarlos todos
ResponderEliminar¡Besos mil!