Platos fríos

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Helados y polos

Helados y polos
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Bundt cakes

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Empanadillas de Pescado, Guisantes y Huevo Duro.

No hay cosa que más a gusto almuerce que unas ricas empanadillas.


Me da igual el relleno: de tomate y atún, de cebolla y guisantes, de espinacas y huevo, de queso y cebolla, de pisto manchego, de ricota y frutos secos... en fin, imaginación al poder.

Y no digamos si son de harina blanca o integral, porque aquí sí que lo que prima es lo más a mano que las tenga, me explico: las que me queden más cerca de la mano. Así, sin más. Y el tipo de masa que les haga: o de zumo de naranja (cómo ya os explico aquí) o de cerveza, que es la que suelo hacer porque así aprovecho esos medios botes que siempre se quedan rondando por mi cocina (sí, sí, no los tiro, los guardo para hacer rebozados o delicias como ésta que hoy os traigo).



Como siempre, lo que pasó es que el sábado hice para cenar un sublime bacalao al pil pil. Pero, mi señor marido venía de estar con los amigotes un ratito y había picado. Se me dejó medio filete sin tocar. Aquí yo monté en cólera y se abrió la caja de los truenos: que si al precio que está el bacalao y tú te lo vas dejando a medias, que vaya feo me haces con lo bueno que me sale siempre, que de que me lo coma yo nanai que ya me he servido bien y esa no es excusa... vamos, que pego cuatro gritos, mi marido se burla de mi todo lo que quiere y que me dice aquello de: pero "si tú le vas a sacar provecho seguro".

Aquí me tengo que callar, claro está. Podéis llamarme gurrumina, no os lo reprocho. Mi conciencia me impide deshacerme de aquello que sea aprovechable. Como tengo una cocina grande, los armarios de bajo del fregadero y adyacentes (unos 2 m lineales de armariada), están llenos básicamente de tuppers, bandejitas de la carne y frascos de vidrio de conservas y/o bebidas. Una vez, al principio de vivir con él, me preguntó que si yo tenía el síndrome de Diógenes...

Al lío, que me disperso. No había suficiente pescado para elaborar nada sólo con él, pero recordé ese filete de merluza en su jugo que nos sobró hace unas semanas, cuando mi costilla estaba a dieta estricta a causa de una endoscopia, y yo tan previsora congelé cuidadosamente...



Vamos, que he hecho limpieza de provisiones: unos restos de cerveza fría (y desventada), un puñado de guisantes congelados que quedaba por el congelador, unos restos de pescado (eso sí, riquísimos) y, como colofón, una limpieza de harinas empezadas que tenía muertas de risa.



Al final sólo usé la blanca y la integral, no necesité la de fuerza aunque si me hubiera echo falta, le habría echado mano.

¿El único ingrediente no reciclado? el aceite de oliva (de nuestra propia cosecha) y los huevos, que por cierto son de una granja local y fresquísimos y enormes.

Por cierto, con esta receta participo en el reto de Marisa y Rosalía, Reciclando Sabores.



Con estas medidas me han salido 8 empanadillas, irregulares ya que están hechas a ojo.

Ingredientes:

-1 filete de pescado ya cocido, limpio de piel y espinas.
-2 huevos L, ya hervidos y fríos.
-un puñado de guisantes congelados.
-3 dientes de ajo.
-AOVE.
-150 ml de cerveza fría.
-harina, la necesaria (yo puse mitad blanca y mitad integral) y sal.

Preparación:

En una sartén, ponemos un chorrito de aove. Picamos muy finamente los ajos pelados, y ponemos a sofreír hasta que estén traslúcidos. Añadimos el pescado desmenuzado (pero que se vean los trocitos) y los guisantes. Dejamos que tome calor un minuto. Apagamos el fuego y añadimos los huevos troceados, mezclando bien. Dejamos entibiar.


Encendemos el horno a 180º. En un bol, ponemos la cerveza y la misma cantidad de aove. Echamos una punta de sal y añadimos la harina, batiendo con unas varillas. Cuando ya espese, continuamos amasando a mano, añadiendo la harina suficiente para que la masa sea moldeable y, cuando la estiremos, no encoja y quede como la hayamos dejado. Si vuelve a su forma anterior, añadimos algo más de harina.

Enharinamos la superficie de trabajo. Cogemos bolas de masa, las estiramos sin que queden demasiado finas (o se romperán), dando forma redonda. Ponemos una cucharada del relleno a un lado y cerramos, haciendo un cordón con los dedos por el extremo. Así hasta acabar con la masa. A mí me vino justo el relleno.



Horneamos hasta que estén doradas por los bordes. Si usáis harina integral, tardarán algo más, si es blanca en 30 minutos estarán (o antes).

Una vez frías, podemos congelar las que no vayamos a consumir.

¡Hasta la próxima receta!

Mabel.

11 comentarios

  1. Vaya, vaya, otra "gurrumina". Pues no le hagas ni caso, como bien sabe, tú lo aprovechas todo y seguro, que a estas maravillosas empanadillas, no les habrá hecho ascos.
    Guárdame un par.
    Gracias por reciclar de nuevo.
    Muchos besos

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  2. Vaya, vaya, otra "gurrumina". Pues no le hagas ni caso, como bien sabe, tú lo aprovechas todo y seguro, que a estas maravillosas empanadillas, no les habrá hecho ascos.
    Guárdame un par.
    Gracias por reciclar de nuevo.
    Muchos besos

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    1. Como el mismo dice, si al final hago lo que me da la gana, jajaja. Tranquila, que te guardo dos bien crujientes!!!
      Besos!!!

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  3. Ay madre! No sé si me atrevería yo a dejarme nada en el plato!
    Pero estoy contigo en que no se tira nada, unas empanadillas bien ricas te han quedado!

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    1. Me enerva que se dejen comida en los platos!!! Pero tranquila que no muerdo, sólo asusto, jajajj
      Tirar comida para mi es como tirar el dinero por el inodoro. Así que ya ves, :D

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  4. Estupendo relleno el de estas empanadillas, siempre las hago de atún. Cojo nota para la próxima!!

    Por cierto... estupendo blog!! Me quedo por aquí para no perderme nada ;)

    Un beso

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    1. Muchas gracias por tu visita, Pepi!!! Encantada decrecer te por aquí, voy a devolverte la visita .
      Un beso!!

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  5. Jajajaj, de gurrumina, nada, tenemos que crear el Club gurrumino.

    Me siento totalmente identificada con tú " montar en cólera ", me pasa con mucha frecuencia con mi hijo sobretodo.

    Un reciclaje de 10, casi saboreo esas ricas empanadillas. Muchas gracias guapa, por acordarte y participar en Reciclando Sabores.
    Bss.

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    1. Yo me declaro gurrumina mayor, al menos de mi zona. Tengo una compañera que me suele decir una frase que reza así: "tú harás hacienda seguro". :D
      Me conformo con un apartamento en la playa un año de éstos.
      Besos Rosalía.

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    2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Como te entiendo amiga. Tengo marido y dos hijos mayores que cuando vuelven medio cenados, me da una rabia.....
    Muy buena idea las empanadillas

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