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Helados y polos

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Bundt cakes

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Zanahorias Asadas con Pesto de Sus Hojas

Marzo ya está aquí. Se nos ha pasado febrero casi sin pestañear. En un visto y no visto, Valencia huele a pólvora y la primavera acecha. Las mañanas huelen a flores y a paseos por la ciudad. Y dentro de dos semanas nos vamos de viaje. Ah, ¿que no os lo había dicho? Estoy de VACACIONES. Así, en mayúsculas.




Tengo dos meses, así que marzo y abril serán generosos en publicaciones. En dos semanas, como he comentado antes, nos iremos unos días a Tenerife a desconectar. Doce días, no me lo creo ni yo. Es la primera vez que estoy más de ocho días fuera de casa.

En esta ocasión hemos alquilado un apartamento en Puerto de La Cruz, para tener más libertad y poder organizarnos a nuestra bola. He alquilado un coche, así que no pienso dejar un rincón de la isla sin visitar. Ya estuvimos en Tenerife hace siete años, pero fuimos a un complejo y sólo tuvimos el coche tres días, que eso sí exprimimos al máximo. Así que ya conozco la zona, pero esta vez voy a saborearla des-pa-ci-to.




Como despacito hay que saborear estas zanahorias, palabra. Como suelo hacer cada año por estas fechas desde hace algún tiempo, en esta época tengo costumbre comenzar algún reto para veganizar mi dieta, con resultados desiguales. No creo que me haga vegana al cien por cien, pero he reducido mi consumo de carne de forma sustancial. De hecho, sólo suelo comer un par de veces a la semana, y pescado más o menos igual. Y tan feliz. Por cierto, que si estáis interesadas en saber algo más de ese reto que estoy siguiendo, aquí tenéis toda la información. En este caso se trata de estar treinta días sin consumir alimentos de origen animal, en la medida de lo posible. Y voy por el segundo.




Volviendo a las zanahorias, me encanta comprarlas con sus hojas. Buscando una receta para hacerlas al horno con algo de gracia, encontré esta idea fabulosa, y no pude sino ponerme manos a la obra. Ya he utilizado las hojas verdes de los rábanos en esta sopa, y las hojas exteriores de una coliflor en este trinxat. Siempre que estén frescas, es un crimen tirarlas y yo eso ni lo contemplo. Pero hablando de las zanahorias, son tan tan fáciles y están tan sumamente ricas que se merecían estar aquí. Y el pesto, aunque nos sobrará bastante, es perfecto para aliñar pasta, ensaladas o unas patatas al horno, Y aguantará una semana en la nevera en un frasco de cristal bien cerrado. Por cierto, que está delicioso, que no lo había mencionado.




Como esta receta es de reciclaje total y absoluto, no podía dejar de incluirla en el reto de mi querida amiga Marisa, 1+/-100 desperdicio 0.



Tiempo: 30 min.

Ingredientes (para cuatro personas):


  • un manojo de zanahorias tiernas, con sus hojas.
  • 2 cucharadas soperas de aove.
  • 1 cucharada sopera de salsa de soja.
  • 1 cucharada sopera de vinagre de manzana.
  • 1 cucharada sopera de zumo de limón.
  • 1 cucharada sopera de sirope de ágave.
  • 1/2 cucharada de postre de sal.

Para el pesto:

  • las hojas de las zanahorias, sin los tallos.
  • un chorro de aove.
  • un chorro de vinagre de manzana.
  • 2 dientes de ajo, pelados.
  • un chorro de zumo de limón.
  • sal negra, opcional. En su defecto, sal marina.



Preparación:


Encendemos el horno a 250º.

En un bol, mezclamos los ingredientes de la marinada. Cortamos los rabos de las zanahorias, las lavamos bien y las secamos. Las acomodamos en una bandeja de horno cubierta de papel de horno, sin amontonarlas. Pintamos generosamente las zanahorias con la marinada, impregnándolas por igual por todos los lados.

Llevamos al horno 10 min. Pasado este tiempo, les damos la vuelta y dejamos 5 min, pasados estos les volvemos a dar la vuelta, dejando 5 minutos más.

Para el pesto, mientras se asan las zanahorias ponemos los ingredientes en el vaso de la batidora y trituramos a conciencia. Servimos las zanahorias regadas con el pesto.

El pesto sobrante, lo ponemos en un frasco de vidrio y conservamos en la nevera.


Ideas para utilizarlas:

  • Simplemente como acompañamiento, son un bocado delicioso.
  • Troceadas para aderezar un plato de pasta, las he probado así y me encantan.
  • Las he visto incluso haciendo de relleno de perritos calientes, a modo de salchichas.
  • y para todo lo que se te ocurra.

¿Qué os parecen? ¿Probaríais este pesto? ¿Qué hacéis con las hojas de las zanahorias? Os leo.

Mabel.


4 comentarios

  1. Querida Mabel. Me alegra que ya puedas descansar y disfrutar. Cuando he visto la foto en el móvil, me han parecido zanahorias moradas, pero no lo son. Si te cuento que el jueves compré un manojo en el mercado central y que había pensado que podía asarla...
    Para mí las moradas forman parte de mi vida de niña, porque en mi zona era muy normal verlas y se hacían como encurtido. Se lo dije al vendedor y me dijo que ya se lo había dicho gente de la Vall d'Albaida. La pena es que se me salían las hojas de la bolsa y le dije que las cortara. Ahora veo tu receta y me dijo ¡cachis!
    Tu forma de asarlas las eleva a plato de lujo y bien sano. Las fotos, como siempre, preciosas.
    Gracias por estar de nuevo conmigo en 1 +/-100.
    Besets

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    Respuestas
    1. Pues mira que a mi nunca se me hubiera ocurrido asarlas así, pero como siempre estoy trasteando en Pinterest, pues como que se me antojaron. Son de dificultad cero, y la gracia está en el marinado. Pues ya te digo que tengo otra receta de verduras asadas cuanto menos sorprendente, que en cuanto perfeccione la publicaré.
      Las hojas de las raíces siempre son aprovechables, siempre y cuando estén frescas y sanas. Tengo que actualizar la foto de la sopa de hojas de rábano.
      Besos mil, Marisa, encantada de continuar a tu lado.

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  2. Hola! Quedan muy bien, bonitas y perfectamente aprovechadas las hojas. Es una idea estupenda, me gusta mucho. Gracias por compartir, besos :)

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  3. Hola Mabel, cuentas tantas cosas hoy que no sé por dónde comenzar a comentar.

    Lo primero estas maravillosas zanahorias con ese pesto tan original y tan de aprovecharlo todo. Una receta de lujo para el reto de Marisa, no cabe duda.

    Enhorabuena por esas vacaciones. Dos meses de parón ¡menuda suerte! así que espero verte a menudo por aquí para dejarnos deliciosas recetas a tu regreso de Tenerife, que me encanta, y adoro el Puerto de la Cruz donde estuve hace ya muchos años y al que me gustaría regresar con las niñas cuando sean un poco más grandes (que ahora además de un coñazo no se enteran de nada ni dejan parar a nadie ja ja ja)

    Muy curiosa la dieta que sigues. Yo no consumo mucha carne ni pescado en exceso, pero me costaría renunciar a ellos y sobre todo al queso (igual a esto no tendría que renunciar pero nunca me aclaro de la diferencia entre veganos y vegetarianos)

    En fin, que una maravilla de receta

    ¡Besos mil!

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