Sí, porque la receta no sólo es sencilla y con ingredientes comunes, sino que además es barata y nutritiva, no hay quien dé más.
El falafel es una croqueta o albóndiga de garbanzos que proviene de Egipto y Oriente Medio. En origen se hace también de habas, pero la versión con garbanzos es la que se ha instaurado por todo el mundo. En principio se prepara con garbanzos remojados, no cocidos, pero las tendencias más modernas emplean garbanzos cocidos de bote, por aquello de la rapidez y comodidad. La receta se compone de la legumbre propiamente dicha, cilantro fresco a discreción, ajo y harina de garbanzo para amalgamar la masa.
Yo no soy muy amiga del cilantro. Vamos, si me sirven una ración aliñada con él no le hago ascos, pero no lo compro nunca porque se me pone malo antes de gastarlo y es un sabor que me cansa, y sólo lo reservo para las ocasiones en que me lo sirven a mi. Es por esta razón por la que no me había animado a preparar los falafel en casa (con lo fan que soy yo de los garbanzos, vaya), pero se me ocurrió utilizar espinacas frescas para sustituirlos.
¡Cómo no se me había ocurrido antes! El resultado me ha gustado tanto tantísimo, que he decidido publicar la receta para que se quede aquí para siempre. Mi receta es muy libre, inspirada en este post y con algún añadido extra. Y por supuesto con garbanzos de bote, que bien sé yo que no todos tenemos tiempo de acordarnos de poner las legumbres a remojo, ¿me equivoco?
Así que os dejo mi versión, que aunque parezca que sale mucho en realidad son sólo dos raciones, porque resultan muy ligeros aunque vayan fritos. Yo os digo que los disfruté a modo de relleno de pan de hamburguesa, con sus rodajitas de tomate y su lonchita de queso, y me relamí .
Ingredientes (para 2 raciones):
- 250 gr de garbanzos cocidos de bote.
- 1/2 cebolla.
- 1 diente de ajo o dos.
- 1 puñado generoso de espinacas frescas.
- 1/2 cucharadita de curry (o más si te gusta).
- harina tipo Yolanda para rebozar sin huevo (no me encanta el sabor de la de garbanzo a secas).
- pan rallado.
Para la salsa de yogur:
- 1 yogur de soja (mejor casero, como el mío).
- 1 diente de ajo.
- 1 chorro de aove.
- 1 cucharadita de menta o hierbabuena, mejor si es fresca.
- el zumo de 1/2 limón.
Preparación:
En el vaso de la batidora ponemos los garbanzos bien escurridos, la cebolla, el ajo, el curry y las espinacas. Trituramos pero sin pasarnos, para que no quede una crema sino más bien una pasta.
Mezclamos con un par de cucharadas de harina tipo Yolanda, o algo más si es necesario para que no quede una masa pegajosa, y rectificamos de sal. Llevamos a la nevera una media hora o más, para que la masa se asiente.
Formamos las croquetas o albóndigas, las pasamos por más harina y por pan rallado y las freímos en aceite bien caliente hasta que se doren. Las ponemos un momento a escurrir en papel de cocina y servimos.
Para la salsa de yogur ponemos todos los ingredientes en la batidora y trituramos. Si la dejamos en la nevera una hora mínimo cogerá cuerpo.
Servir y disfrutar.
¿Gustáis?
Mabel.
Yo tampoco soy de cilantro, por lo tanto, me agregó a tu idea. Me gusta el falafel, el tuyo, mucho.
ResponderEliminarSiempre tengo legumbres hidratadas congeladas. Ya viste el aquafaba que no era con garbanzos de bote. Prueba y verás como tenerlas en el congelador, va de maravilla.
Besos
Hola!, qué buenos son y que ricura con el aporte de las espinacas, a mi es que me encantan las espinacas :) Besos
ResponderEliminarHola Mabel
ResponderEliminarSegurisimo que gusta!!
Los voy a hacer
Un beso