Y es que no hay nada más sano, sencillo, refrescante, barato y divertido que hacer polos caseros. Bueno, baratos siempre según de qué los hagas. Yo, como sabéis, soy firme defensora de los productos de temporada. Y esta vez los he hecho con unas cerezas deliciosas que podemos disfrutar ahora y no por demasiado tiempo.
Os pongo en antecedentes: el pasado martes me regaló un cliente una caja de cerezas de la comarca del Jiloca, Zaragoza, (súper sabrosas y nada que ver con las picotas que suelo comprar en Mercadona, y que por cierto aún tenía en casa), me preguntó si me gustaban las cerezas, y me dio una caja de cinco kilos. Oh my God! Aprovechando que tenía un día libre, me puse a tratarlas enseguida, ya que tal cantidad de cerezas se echaría pronto a perder. Algunas las regalé, otras las empleé en una galette, hice mermelada (que os debo la receta y prometo compartirla), otras se fueron a la nevera para consumir y el resto están aquí presentes hoy.
Pocas cosas me hacen tan feliz como una caja de fruta de temporada. Ahora voy detrás de una de higos, que caerán la próxima semana porque me chifla la mermelada de higos especiada, y que tampoco está en el blog. Y tal vez, si me diera tiempo, compre una de melocotón de Calanda y haga otra tanda de mermelada también, esta en concreto. Vamos, que estoy saturada de cerezas y no veáis lo contenta que ello me hace.
Estos polos son tan atractivos en el color como en su textura. No quedan nada cristalizados y de azúcar tienen, para mi gusto, la cantidad perfecta. Además he utilizado yogur griego, lo que ayuda a dar cremosidad. Quedan deliciosos y son un buen aporte de vitaminas y fibra.
Voy encontrando mi estilo, poco a poco el crear las imágenes para mis recetas me va costando menos. He descubierto el rincón más apropiado de casa según la hora del día, y la reflex va dejando de ser una desconocida para mi. Aún tengo un largo camino por delante para dominar la luz y el color, pero cada vez me parece más fácil crear mis bodegones y plasmar lo que quiero.
Bueno, vamos a lo que interesa, os dejo la receta que no puede ser más fácil.
Tiempo: 15 min (por lo deshuesar las cerezas) y 5 horas de congelador.
Ingredientes (para 6 polos):
- 400 gr de cerezas, pesadas sin deshuesar.
- 75 ml de agua.
- 75 ml de azúcar
- El zumo de 1 limón.
- 125 ml de yogur griego.
Preparación:
Ponemos el agua y el azúcar en un bol y calentamos hasta que empiece la ebullición. Apagamos y dejamos templar.
Deshuesamos la fruta. Yo uso la misma técnica que para deshuesar los aguacates: corto alrededor del hueso, hago girar las dos mitades y separo. Luego, con la puntilla, el hueso sale sin dificultad y quedan las dos mitades enteras.
Ponemos la fruta, el yogur, el zumo de limón y el almíbar en el vaso de la batidora y trituramos a conciencia. También puedes dejar algún trozo de fruta entero, si te gusta.
Vertemos en los moldes de polo y llevamos al congelador una hora mínimo. Pasado este tiempo, clavamos los palitos en cada polo y dejamos terminar de congelar el tiempo indicado. Si es toda la noche, mucho mejor.
Como siempre, si los moldes son de silicona (lo que os aconsejo totalmente), sólo tendréis que empujar por la base para que salga el polo entero. En caso contrario, sumergimos unos segundos la base en agua tibia y el polo saldrá con facilidad.
¿Qué, os apetece uno?
Mabel.
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