Platos fríos

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Helados y polos

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Bundt cakes

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Albóndigas de Pollo a la Jardinera.

No sólo de dulces vive el hombre, ¿verdad? Y a un plato de albóndigas calentito no le digo yo que no.


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Bueno, ni yo ni nadie en mi casa. Y si encima las acompañamos de unas verduritas y su salsa para mojar pan, ya ni te cuento.


 Aún no tenía yo publicada ninguna receta de albóndigas. Y no será porque no nos gusten. En casa somos normalmente dos, David y yo, pero se ha venido mi suegro con nosotros y parece que quiere quedarse unas cuantas semanas. Os cuento, él vive sólo, desde que faltó mi suegra hace unos añitos. Pero resulta que tiene bronquitis crónica, y en los inviernos se nos pone malísimo, ya que hace lo que le viene en gana, sale a toda hora sin abrigarse debidamente el cuello, y haga frío o llueva se pasa las tardes con los amigotes jugando al dominó. Vamos, que enganchamos constipados con neumonías, y pasa de estar como un chaval a parecer que se nos va al otro barrio de un momento a otro.

Y qué pasa, que le toca, muy a su pesar, estar en casa de su hija o conmigo. Tras pasar desde navidades con mi cuñada, que vive fuera del pueblo, ha decidido venirse conmigo. Aquí, como tiene a los amigos/clubdeljubilado/cuñados cerca, está en la gloria. Además, nos llevamos genial, siempre estoy riñendo con él y con el hijo, y se ríen de mi todo lo que quieren.

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Con esto vengo a contaros, que mi cocina ha tenido que adaptarse a la nueva situación, y ahora veréis más platos tradicionales por aquí. Mi señor suegro, no es delicado pero no prueba cosas nuevas, del arroz y las legumbres no le saques que apenas comerá (olvídate de pasta y derivados, excepto alguna fideuà, y de carne), y para los dulces pues más de lo mismo. Así que, como cocinar hay que hacerlo igualmente, prefiero darle el gusto y así todos contentos.

Hoy os traigo, como os decía, unas albóndigas de pollo buenísímas.  A veces las preparo yo en casa, pero éstas son de Pollos Planes, y tras probarlas me han gustado mucho. No saben a prefabricado como casi todas las que compro incluso en carnicerías, y quedan muy jugositas. Mis comensales son delicados en cuanto a textura cuando hago albóndigas, y les han encantado.

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Son super prácticas, ya que puedes llevarte las que necesites (no has de comprar una bandeja entera), rápidas de preparar, y muy ricas. Mejoran mucho preparadas con antelación, así que son perfectas para hacer de víspera o a primera hora de la mañana, para luego dedicarte a otras cosas. Yo las hago en la olla rápida, que salen perfectas y se hacen en un pis pas. Acompañadas de unas verduritas, son un plato reconfortante y que en casa nos gusta muchísimo.

Así que os dejo la receta en tres, dos, uno...

Tiempo: 45 minutos.

Ingredientes (para cuatro personas):

  • 16 albóndigas de pollo.
  • 1 trozo de puerro, de la parte blanca, picado pequeño.
  • 10 champiñones.
  • 2 zanahorias pequeñas.
  • 1 puñado de guisantes congelados.
  • Pimentón dulce.
  • 1 copita de coñac.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • 2 hojas de laurel.
  • Orégano.
  • ! vasito con harina.
  • 2 huevos.

Preparación:

En el vasito con la harina, ponemos cada una de las albóndigas y, tapando el vasito con la otra mano, damos unos meneos para rebozarlas. Las vamos depositando en un plato hasta tenerlas todas enharinadas.

En una sartén con un chorro de aceite, doramos las albóndigas, y las retiramos a un plato conforme se vayan haciendo.

Bajamos el fuego y sofreímos el puerro. Cuando esté tranparente, añadimos los champiñones troceados y las zahanorias en rodajitas. Dejamos un par de minutos, y añadimos los guisantes. Damos unas vueltas y echamos una cucharada de pimentón, movemos con rapidez para que no se nos queme y regamos con la copita de coñac.

Dejamos un minuto y vertemos todo en la olla rápida. Cubrimos apenas de agua, añadimos el laurel, un pellizco de orégano y salamos. Cerramos la olla, y desde que empiece a silbar, dejamos 20 minutos.

Mientras, cocemos los huevos en agua con un chorrito de vinagre para evitar que se agrienten. Los tenemos también 20 minutos.

Para servir, damos un hervor fuerte a la olla para reducir la salsa, rectificamos de sal y servimos con medio huevo duro picado por comensal. Ah, y una barra de buen pan cerca, para mojar en la salsa.

Puedes añadir unas patatas fritas si hay buen apetito, porque le van de cine.

Mañana vuelvo con algo muy dulce...

Mabel.


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