Os confieso que esta receta la preparé nada más llegar de Andalucía, a primeros de marzo. Pero como hacía bastante frío, y el salmorejo fuera de su hábitat necesita un entorno caluroso, pues como que no hizo mucha gracia en casa.
Pero, ¡ay!, después del frío llega el calor. ¡Y vaya si llega! y con él la primera cosecha de tomates. Este año es el primero que plantamos tomates de pera, pero el que sabe sabe, y esta primera muestra está sabrosísima, muy dulce. Ni que decir tiene que no quedó ni el cebollino...
La receta original demanda un tipo de pan local que yo, desde luego, no he utilizado. He puesto media barra de pan de pueblo de mi horno habitual, del día anterior, aún tierna. Con estas cantidades salen dos o tres raciones, en mi caso dos justitas, tragaldabas que es una...
Os aconsejo utilizar tomates bien maduros, con el color subido pero no blandos. Y para acompañar, unas tiritas de jamón y un huevo duro rallado. Claro que también está muy rico con unos picatostes, unas virutas de queso o simplemente sólo.
Importante tomarlo bien fresquito. Esto es obvio, pero por si las moscas.
Yo le añado un diente de ajo bien grande, porque nos encanta. Pero no lo necesita, así que si no gusta u os repite no se lo pongáis. Además ha de quedar una cremita espesa y fina. Ni gota de agua, a diferencia del gazpacho. El topping tiene que poder flotar encima.
INGREDIENTES (para dos o tres raciones):
-12 tomates de pera, del tamaño de un huevo.
-1/2 barra de pan, del día anterior pero no dura.
-150 cl de aceite de oliva virgen extra.
-1 diente de ajo (opcional).
-sal.
-virutas de jamón, huevo duro, queso o picatostes para adornar.
Ponemos una cacerola con un litro de agua a hervir. Damos un tajo a la piel de los tomates y los escaldamos unos segundos. Sacamos inmediatamente. Los pelamos y partimos en dos, depositándolos en un tupper.
Añadimos el pan a trocitos, roto con las manos, y el aceite. Salamos y añadimos el diente de ajo troceado. Metemos el brazo de la batidora y trituramos a conciencia. Ha de quedar bien fino.
Llevamos al frigo bien tapado al menos tres horas. Para servir, ponemos en cuencos o platos hondos y adornamos con el topping a nuestro gusto. Yo he usado jamón de Trévelez, huevo duro rallado y cebollino.
¿Se os ocurre un primero más sencillo y apetitoso?
¡Abrazos mabeleros!
Nunca lo he probado pero lo hare, con el calor tiene que saber a gloria, besos
ResponderEliminarPero a gloria bendita!
EliminarBesos, marijose!
Muy buena pinta! perfecto para el verano ^^ besos!
ResponderEliminarJajajaj.. a mí me ha pasado igual. Acabamos de llegar de Almería y ya he preparado mi primer salmorejo, pero yo trituré el tomate sin escaldarlo, y luego lo pasé por el pasapurés. No quedó mal, aunque mi batidora es una patata y había trozos de ajo sin triturar. Lo seguiré intentado porque es un plato que me encanta. Un besito
ResponderEliminarMuy rica y fresquita tu propuesta¡¡¡ Y ahora que ya nos conocemos físicamente nos seguiremos tambien por la red jejej¡. Muaks :)
ResponderEliminarMe encanta y te ha quedado con un color precioso. Cómo no, con tomate casero de cosecha. Un placer conocerte "in person". Besets
ResponderEliminarEste año ha sido la primera vez que he preparado salmorejo. De momento solo lo he preparado dos veces,con dos recetas distintas. Me han gustado mucho las dos, pero voy probando hasta que encuentre una definitiva. La próxima vez probaré con la tuya, que aunque no me quedará igual, porque como los tomates de huerto no hay nada!!, espero que me quede al menos con un aspecto tan rico como el tuyo.
ResponderEliminarBesos!!!