Y llegó septiembre.
Y con él, las lluvias típicas del mediterráneo. Y qué lluvias, hemos pasado del calor soporífero al pasamontañas en cero coma, pero esto no ha hecho sino animarme a encender el horno. Sí, con los precios a que ha llegado la electricidad y yo horneando bundts, soy una temeraria (o una manirrota, lo que prefiráis).
Pero es que después de tanto tiempo sin publicar, era necesario traeros algo digno de un regreso glorioso, y os aseguro que esta receta cumple con todos los requisitos: es sencilla, es absolutamente deliciosa y es de reciclaje, así como lo lees. La culpa la tienen dos plátanos negros negrísimos, de en otra vida hubiera tirado a la basura, pero que ahora son un aliciente para preparar cosas deliciosas. En el blog tenéis mogollón de recetas con plátanos maduros. por si esta no os convence y tengáis mas opciones.
Pero os aseguro, que este bocado es delicioso, y como de calorías va servido (y eso que he intentado reducirlas, prometido), lo he hecho en tamaño mini, con un molde de silicona de Lekue que, si bien no me enamora por completo (nada como los de Nordic Ware, que tengo tres pero todos grandes), te saca del apuro y funciona bastante bien.
Como he reciclado esos plátanos negros, la receta se va de cabeza al reto de mi querida Marisa, 1+/-100 desperdicio 0, al que llevo tiempo sin pasarme, y eso no tiene perdón.
Tiempo: 10 min + 35 min de horneado.
Ingredientes (para 6 raciones):
- 2 plátanos muy muy maduros.
- 100 gr de panela.
- 1 huevo L
- 120 gr de harina de trigo.
- 1 cucharadita rasa de levadura.
- 100 ml de aove.
- 100ml de leche de soja.
- 1 chorrito de vainilla.
Para el frosting:
- 2 cucharadas soperas de panela.
- 1 cucharadita de agua.
- 1 cucharada de postre de margarina.
- 1 pellizco generoso de sal Maldon.
Preparación:
Encendemos el horno a 190ºC
En un bol, batimos a mano los plátanos, la panela, el huevo y el aove. Integramos muy bien hasta que quede homogéneo.
Añadimos la harina con la levadura, mezclamos muy bien que no quede ningún grumo.
Añadimos la leche de soja y la vainilla, mezclamos bien hasta que quede una crema lisa.
Vertemos en el molde engrasado y horneamos 35 min, o hasta que al pinchar con una brocheta salga limpia.
Dejamos enfriar totalmente antes de desmoldar.
Para el frosting, ponemos la panela y el agua en una sartén al mínimo, y dejamos hacer hasta que quede totalmente disuelta la panela. Añadimos la margarina y la sal, sin dejar de remover, hasta que se integre. Dejamos hacer sin parar de remover hasta que el caramelo se espese.
Dejamos templar y vertemos sobre el bundt.
Procura no comértelo todo de golpe.... ¡es adictivo!
Mil besos.
No sabes cuánto me alegra tu vuelta. Esta mañana me he pasado para echarle un vistazo a tu blog ya sabes porqué. No había visto que habías colgado la receta en el proyecto porque ando toda la mañana liada con el otro tema. Te mando mensaje por was y te cuento.
ResponderEliminarTu vuelta es espectacular con este bundt tan rico. No me gusta Lekué porque lo que compré al final lo tiré y no era barato.
No puedo ni imaginar lo rico que tiene que estar con el frosting. Cada bundt que nos compartes es mejor.
Me gusta tenerlo en 1 +/-100, más en este inicio de mes en el que el blog está dando problemas.
Un beso preciosa.
Hola, te ha quedado espectacular, se ve buenísimo. Es perfecto para los desayunos a una merienda con una buena infusión, me apunto. Besos.
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