COCA DE TOMATE Y ALBAHACA.

Uff... tengo un poco abandonado el blog. Si es que no tengo apenas tiempo libre. Además con el calor que está haciendo lo máximo que cocino son alimentos a la plancha y tortillas de patatas (y fideuá los sábados, jejeje).

El caso es que descubrí hace poco una receta súper apetecible, ideal para tener hecha de antemano y que te soluciona un almuerzo en compañía o una cena rápida. La receta es de Pinchín, que es un catering artesano liderado por una asturiana con muy buen hacer. Lo que más me llamó la atención era la presencia de la albahaca en el relleno, y lo cierto es que tengo una buenísima en mi huerto.

Las plantamos con la intención de utilizarlas como antimosquitos ecológico. Lo cierto es que o no son muy efectivas o había que plantar algunas más, pero eso sí, desprenden un aroma delicioso.

Así que al encontrar la receta, me venía de fábula para combinar mis tomates con la aromática albahaca. Ahí va la receta.

Ingredientes (para cuatro raciones):

-200 gr +/- de harina de trigo.
-100 gr de mantequilla en pomada.
-1 huevo.
-3 tomates valencianos maduros, pelados y cortados en cubitos.
-1 lata de caballa en conserva.
-albahaca fresca picadita, un puñado.
-aceite de oliva virgen extra y sal.

Mezclamos en un bol  la harina con la mantequilla, una pizca de sal y el huevo. Añadimos un chorrito de agua bien fría.

Si queremos podemos añadir una cucharadita de tomate frito para colorear y dar sabor a la mezcla. Amasamos hasta que quede elástica, añadiendo más harina si es necesario. Hacemos una bola y metemos al menos una hora en la nevera.

Estiramos la masa con el rodillo sobre un papel de horno. Ha de quedar muy fina. Distribuimos encima el tomate picado, la caballa desmenuzada y la albahaca. Salamos ligeramente y rociamos con un hilo de aceite.

Con ayuda del papel levantamos los bordes haciendo un remetido. 

Llevamos al horno a 180º. Tardará como 30 minutos,  ya que el tomate desprende mucha agua. Estará listo cuando el relleno deje de burbujear líquido. Sacamos del horno y dejamos enfriar totalmente.

Listo para devorar. La masa queda súper crujiente y el relleno, que no puede ser más sencillo, está jugosísimo... uhmmm...

¡Buen provecho!