Platos fríos

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Helados y polos

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Bundt cakes

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Galette de Tomates y Pesto.

Ya sé que estoy desaparecida. Pero es que la temporada tomatera está en plena actividad. Mis plantitas ya empiezan a dar su cosecha, y exigen el 200 % de nuestra atención. Quienes me seguís por Instagram algo habréis visto.

Galette-tomates-pesto


Os he contado en otras ocasiones como transcurre mi verano. Vas viendo como poco a poco esas matas van creciendo, cargándose de frutos exultantes  y reclamando atención plena. El tomate ha de recolectarse a diario, ya que madura en tiempo récord. Y ya he probado mis primeros tomatitos, que como siempre son deliciosos. Pero resulta que este año, han aparecido en el campo varias matas de otras clases. Esto no es algo inusual, pero es que esta vez tengo una variedad tremenda. Son apenas unas matas de cada clase, pero me ha servido para probar nuevas recetas. Os cuento: tengo dos clases de tomate de pera (que desconozco las variedades, pero uno es liso y redondeado y el otro algo rayado y puntiagudo); alguna mata de Raf; un par de matas de tomate rosa, que tiene un color precioso pero es muy blando y difícil de manejar; unas cuantas de un tomate que yo creía canario pero que ha resultado ser una clase que se llama Caramba, que tiene un color rojo precioso, es muy liso y brillante y de carne dura pero sabrosísima. Una delicia.


Pues tras coger los primeros tomates de esta última mata, decidí que merecían una receta a su altura. El tomate valenciano, es tan acuoso que no sirve para hornear cocas ni tartas saladas: desprende tanta agua que las masas quedan correosas y no terminan nunca de cocerse. He llegado a tener una coca más de una hora en el horno y no llegar a quedar del todo bien. Y para más inri, una vez enfriadas quedan correosas por el largo tiempo de cocción. Así que mis tomates normalmente no los uso nunca para hornear ni para hacer mermeladas o recetas que hayan de espesar.

galette-tomates-pesto


Pero al tener esos preciosos carambas en mis manos, junto a los de pera puntiagudos, recordé esta fantástica receta de Eva. Tenía harina de centeno, me muero por un buen pesto y el resto salió rodado.
La verdad es que la masa la hice un poco a mi aire, agregando cerveza muy fría para conseguir ese bocado más blando y menos crujiente. Y el amasado fue pensat i fet, ya que no tenía tiempo para ir dejando masas enfriando en la nevera con antelación. El pesto, me guié por mi instinto después de ojear la receta original. El resto es historia.

galette-tomates-pesto


Es la primera galette que hago salada y me ha encantado. Lo único, que está más rica a temperatura ambiente (recién hecha) que fría, ya que recién sacada de la nevera al día siguiente, noté demasiado el sabor de la mantequilla y la encontré dulzona. Pero qué demonios, un calentoncito y a disfrutar como enanos.

galette-tomates-pesto


Eso sí, siempre que nos sobre algo para el día siguiente...



Tiempo: 30 min + 45 min de horneado.

Ingredientes:



  • 1/2 taza de harina de trigo (120 ml)
  • Harina de centeno integral, la que admita.
  • 125 gr de mantequilla.
  • 50 ml de cerveza muy fría.
  • 1 huevo.
  • tomates al gusto, que no sean muy acuosos.


Para el pesto:


  • 1 puñado de almendras crudas.
  • 1 manojo de albahaca fresca (yo compré esa que viene envasada).
  • 3 dientes de ajo.
  • 100 ml de aceite de oliva virgen extra.
  • 1 chorrito de vinagre de sidra.
  • sal al gusto.



Preparación:


Lavamos y cortamos los tomates en rodajas de medio centímetro, los ponemos en un colador para que suelten el exceso de líquido. Reservamos.

galette-tomates-pesto


En un bol, ponemos la mantequilla fría y cortada a cuadraditos, con la harina de trigo, la cerveza y un pellizco de sal. Amasamos ligeramente y vamos añadiendo harina de centeno, hasta que la masa se asemeje a la plastilina, y no se pegue al fondo del bol.

En una bandeja de horno, ponemos un papel sulfurizado y extendemos la masa con la ayuda de un rodillo, dejándola muy fina. Llevamos la masa así preparada a la nevera. Mientras encendemos el horno y dejamos enfriar la masa mientras éste se calienta.

Preparamos el pesto: en el vaso de la batidora ponemos todos los ingredientes y trituramos a discreción. Si vemos que queda muy denso, añadimos más aove hasta que quede a nuestro gusto.

Cuando el horno esté caliente, sacamos la masa de la nevera y untamos la base con el pesto, dejando una capa no muy fina y sin llegar a los bordes. Sobrará pesto, lo guardamos en un tarro de cristal en la nevera para futuras preparaciones.

Colocamos las rodajas de tomate sin montarlas demasiado por encima del pesto. Procuramos dejar unos tres centímetros de borde para poder replegar la masa sobre el relleno.

Pintamos los bordes de la galette con el huevo batido, salpimentamos la superficie  y horneamos unos 45 minutos o hasta que esté dorada la masa.

Dejamos templar y disfrutamos.

Como más rica está esta galette es en el mismo día, a temperatura ambiente. Pero si sobra, al día siguiente está igual de rica. A mi, como te he contado antes, no me encanta el sabor de la mantequilla en frío en esta receta, pero templada está deliciosa.

¡Buen provecho!

Mabel.


2 comentarios

  1. Envidia sana me da ver tus tomates. Me haría okupa en tu casa.
    Me encantan las galettes y en el blog tengo una que es, si no recuerdo mal, dulce y salada. La tendré que volver a mirar.
    La tuya, tiene un color que enamora y estoy segura que tanto la masa, como el relleno, me gustan sin dudar.
    Buena cosecha y no desaparezcas demasiado tiempo.
    Besos

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    Respuestas
    1. Pues estos son los que no llevo al comercio, si vieras mis valencianos... están en plena explosión.
      Las galettes son tan agradecidas, y super sencillas de hacer. La próxima la hago con queso de cabra.
      Mil gracias por tus buenos deseos, de momento la cosa va bien. Mucho mucho trabajo, pero es que ha de ser así,
      Besos mil y pronto apareceré en tu nuevo reto.

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